La Escuela Como Fromadora

Muchos suelen pensar que la tarea de enseñar es una actividad fácil y sencilla de realizar, pero en este documento pretendo hacer ver que la realidad es otra. Detrás de la ventana de una escuela todo parece fácil pero la vida en las aulas es muy compleja y hay que entenderla para poder cubrir las expectativas de la sociedad.

En este documento redactare “la vida en las aula” según Ph. W. Jackson. Esto a partir de cuatro capítulos que considero importantes:

 Capítulo I “Los afanes cotidianos”

 Capítulo II “Los sentimientos de los alumnos hacia la escuela”

 Capítulo III “Participación y absentismo en clase”

 Capítulo IV “Opiniones de los profesores”

Capítulo I “Los afanes cotidianos”

Este capitulo nos habla acerca de la trivialidad en las escuelas. Sabemos que trivialidad nos refiere a un acontecimiento carente de importancia. Y este es el tema principal de este capitulo, pues en el nos muestra la poca relevancia que tiene para los alumnos y profesores el asistir a la escuela e incluso para los padres, pues rara vez nos detenemos a pensar y analizar la importancia de la misma.

Es triste percibir el hecho de que los alumnos no muestren un interés por describir su día en la escuela, puede ser interesante al principio del ciclo, pues el resto del curso se tornará exactamente igual.

Este hecho, de alguna manera, debería alentarnos a realizar ajustes y cambios pues es importante que el alumno se sienta intrigado acerca de que se vera al siguiente día, que nuevas actividades realizaremos o que nuevos aprendizajes tendrá.

Creo importante el echo de recrear nuestras aulas, renovarlas y adecuarlas a nuestro trabajo, pues si la dejamos igual eso quiere decir que trabajaremos igual que los colegas, y si bien sabemos en el magisterio lo que mas se requiere y necesita es la innovación, cosa que debemos echar en marcha para ser diferentes.

W. Jackson nos menciona que “un aspecto final es la calidad ritualista de las actividades realizadas en el aula”, esto nos remite a que las clases están enmarcadas en un ciclo el cual a los alumnos no les sorprende e incluso saben lo que acontecerá después de cada actividad, por ejemplo: saben que después de hacer un dictado en español vendrá la lectura y el mapa conceptual de ciencias. Esto definitivamente es un rasgo negativo para la enseñanza pues, el docente debe promover el interés del alumno y es claramente obvio que de una manera cíclica no lo logrará ya que hasta para él le resultará algo cotidiano. Esto realmente es un problema pues percibimos que el profesor en los últimos años ha dejado de lado la innovación para convertir su profesión en meramente un trabajo, donde depósito conocimientos y no sigo el proceso de mis alumnos. Para la carrera se necesita amor y compromiso.

Otro punto que W. Jackson recalca demasiado acertadamente, es el hecho de que “los pequeños deben estar en la escuela, tanto si quieren como si no”. Pero sabemos que este es un tema que los padres ni los profesores desean tocar, pues la tradición es que el alumno “debe” asistir a la escuela pues esta entre sus obligaciones, según los padres de los mismos. Esto puede llevar a cometer un gran error pues si el niño no esta contento en la escuela, no debería estar obligado a permanecer en ella. Con todas las horas que se pasan en la escuela, el escolar es en cierto sentido prisionero. Y esto es claro y evidente, pues debemos recordar que “tres hechos vitales que se deben aprender a abordar son masa, elogio y poder”. Que se quiere decir con esto según Jackson:

Aprender a vivir en el aula supone, entre otras cosas, aprender a vivir en el seno de una masa. Ya se ha mencionado esta verdad tan simple, pero requiere una explicación mas amplia. La mayor parte de las actividades realizadas en la escuela se hacen con otros o, al menos, en presencia de otros y esto tiene profundas consecuencias para la determinación de la calidad de vida de un alumno.

Los profesores son, desde luego mas poderosos que los alumnos, en el sentido de poseer una mayor responsabilidad en la conformación de los acontecimientos del aula y esta clara diferencia en autoridad es otro rasgo de la vida escolar que deben aprender a considerar los estudiantes.

Todo ello nos remite a que los alumnos deben de enfrentarse principalmente a ser como miembros de una masa, como receptores potenciales de elogios o reproches y como peones de las autoridades institucionales.

Es importante cambiar estos hechos y dirigirlos más bien hacia el profundo conocimiento de sus alumnos de una manera un tanto diferente y la cual se acople perfectamente a las necesidades del alumno. Pues no por que el alumno este obligado a ir a la escuela, se debe obligar también a aprender.

Es necesario reivindicar el destino y propósito de la escuela para que esta este llena de éxito. Y el principal actor para lograrlo será el profesor. Pues es él quien “debe servir como proveedor, justiciero, amigo y un ser poseedor de conocimientos a tiempo y en el tiempo justo.

Esto se podría dividir en tareas para el profesor. Ya que el profesor se encuentra sujeto a se justo ante el espacio y los recursos que se encuentran en su aula, en saber dar la participación de manera equitativa, a ser un cumplidor oficial del horario, tal y como lo menciona W. Jackson.

Ello les debe servir a los profesores para formular estrategias, las cuales conjunten estos aspectos y proporcionen una formulación de la clase mas clara. Es importante observar y analizar los procesos de aprendizaje del niño. Englobar todo seria lo ideal, pero desgraciadamente algo esta mal y nos esta llevando a un malestar mas por la conducta del alumno que por sus malas notas. Pues debemos conjugar la mala conducta con el por que saco una mala nota, debemos acercarnos a nuestros alumnos y conocer cada detalle de ellos pues esto nos permitirá comprender su conducta y ayudarlos a mejorar su proceso de Aprendizaje. Debemos estimular al niño para obtener los resultados esperados, animarlo con distintas frases como “tu puedes”, “aun puedes hacerlo mejor”, entre otras.

En conclusión creo que las aulas deberían de convertirse en algo así como templos del saber y no en rejas que te obligan a aprender, un lugar donde se de la libre expresión así como se poyen las ideas, siempre y cuando sean cuerdas; un lugar que ame nuestro trabajo como docentes y como alumnos.

En suma creo que para apreciar el significado de los hechos triviales del aula es necesario considerar la frecuencia de su aparición, la uniformidad del entorno escolar y la obligatoriedad de la asistencia diaria. Hemos de reconocer en otras palabras

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