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La Grandeza De Animo


Enviado por   •  18 de Septiembre de 2014  •  1.251 Palabras (6 Páginas)  •  390 Visitas

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De la grandeza y bajeza de ánimo

En la actualidad como jóvenes no practicamos el hacer algo por otra persona sin recibir nada cambio es decir hacer algo en virtud de otra persona a esta persona la podemos denominar decir de grandeza de ánimo, y declara que el soberbio y e fanfarrón son los hombres de bajos pensamientos. Aunque esta materia es algo ajena de nuestra cristiana religión, la cual se funda en humildad y caridad y desprecio de sí mismo. Pero éste escribió conforme a lo que el mundo trata: nosotros habremos de obrar como gente que de veras desprecia el mundo por el cielo es decir actuar como que cada acción de nosotras tuviera una represalia. La magnanimidad o grandeza de ánimo, según el nombre nos lo muestra, también consiste en cosas grandes. Por tal motivo parece hombre magnánimo, que se juzga por merecedor de cosas grandes, y lo es, porque el que no siéndolo se entiende por tal. Hoy en día la gente cree que la dignidad es algo que se compra o se gana, pero esto no es así la dignidad es uno de los bienes exteriores obtenemos desde nuestra concepción, la dignidad es una característica esencial de la magnamidad. Parece, pues, que la magnanimidad es una como recámara en que se contienen todas las virtudes, las cuales ella las engrandece, y sin ellas no se halla. También parece que importan algo para la magnanimidad las cosas de la próspera fortuna. Porque los que son de ilustre sangre, y los que están puestos en señorío, y los que viven abundantes de riquezas, son al parecer tenidos por dignos de que se les haga honra, pues la honra consiste en el exceso, y a lo que de suyo es bueno, cualquier cosa que le sobrepuje lo hace más digno de honra, y por esto tales cosas como éstas hacen a los hombres más magnánimos, porque, en fin, algunos les hacen honra. Tampoco el magnánimo es hombre que se maravilla de las cosas, pues ninguna cosa le parece grande, ni menos tiene en la memoria los males y trabajos, porque no es de hombre magnánimo acordarse y especialmente de los males, sino antes prevenirlos; la magnanimidad tiene necesidad de un poco de cristiana reformación y de ser reglada conforme a nuestra evangélica verdad. Porque si no se lleva de manera correcta la magnamidad pone en peligro la virtud de la humillando que es la puerta de todas las virtudes, y sin la cual no hay placer a Dios. Aristóteles dice que ha de sentir de sí el magnánimo. En todo lo demás conforman harto la doctrina diste con nuestra cristiana verdad. Al cual se le ha de tener a mucho lo que con la natural ya que como sociedad estaba aptos de creer en cosas diversas la magnamidas es de suma importancia tanto en nuestra vida cotidiana como en nuestra vida espiritual ya que está ligada de manera implícita la humildad.

Capítulo IV

La virtud que consiste en el desear de la honra y no tiene nombre propio Así como dijo Aristóteles que diferían la magnificencia y la liberalidad en emplearse en cosas de más o menos quilate, así también la magnanimidad difiere de otra virtud, que consiste en el apetecer de las honras menores, y no tiene nombre propio, aunque parece la podríamos llamar modestia.

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