La Ideología Alemana (Marx Y Engels)

Título: LA IDEOLOGÍA ALEMANA

(Karl Marx Friedrich Engels)

Resalta en Alemania, por causa de un deterioro de los productos, la necesidad de un cambio factible, y que llega a colocar una posición distinta a la filosofía industrial. Le revolución económica de Alemania marca un hecho histórico de gran importancia.

El sistema hegeliano, junto con la necesidad de la abolición de éste, conlleva a problemas en la filosofía alemana. La religión era como la explicación universal. Las expresiones entre los nombrados viejos y neohegelianos coinciden en la fe en el imperio de la religión de los conceptos en el mundo existente y sus ideas riñen en el concepto de la conciencia y el postulado “cambio de conciencia”, interrumpir su conciencia actual por la humana.

Partiendo de la existencia humana se concibe naturalmente su modo de producción. La producción adquiere fuerza cuando se multiplica la población; las relaciones nacionales y desarrollo interno dependen ahora del desarrollo de producción. La división de trabajo separa primero en modo natural el trabajo físico del intelectual, posteriormente la ciudad y el campo, la industria y el comercio.

Los diferentes tipos de propiedad eran: propiedad tribual, que cubre las necesidades del pueblo sin que la división de trabajo adquiriera un papel fundamental; la propiedad comunal, que es la formación de las ciudades y la propiedad privada mobiliaria e inmobiliaria de los ciudadanos que eran “activos al Estado” y la propiedad feudal, de una asociación frente a una clase productora dominada (que eran los esclavos), aquí ya predomina la división de trabajo.

Se crean los gremios, es decir, las corporaciones donde se ejerce un mismo oficio. De esta forma, determinados individuos actúan de un modo también determinado y contraen entre sí determinadas relaciones políticas y sociales. La organización social constantemente cambia con las circunstancias de vida que también evolucionan con el hombre.

Se muestra la conciencia como “religión natural”, considera equivocado el concepto por el cual a partir de la imaginación y representación del hombre pasa a ser de carne y hueso, cuando el hombre como tal, en su proceso de vida real es lo que expone posteriormente su ideología. Las ideologías como la moral y la religión son producto del modo natural del hombre y así se señala que pierden una especie de sustantividad.

El primer hecho histórico es la producción de los medios indispensables para satisfacerse luego con la procreación, surge la familia y las relaciones sociales; la organización y con ello la fuerza de producción. La historia de la humanidad y la historia de la industria, dice Marx, establecen una conexión materialista.

La conciencia es producto social, la cual se desarrolla y perfecciona al aumentar la población , por tanto sus necesidades y la producción. Las relaciones sociales se contraponen con la fuerza productiva ya que las actividades como la producción y el consumo son asignados a determinados individuos, es decir, la distribución desigual, surgimiento de la lucha de clases.

Ahora el interés particular pretende manifestarse como interés común y como producto de la división de clases. La clase que aspire a implementar su dominación debe conquistar el poder político. El poder social se les aparece a los individuos como un poder ajeno. Para manifestarse como un poder “insoportable” se necesita una “masa desposeída” y así un mundo existente de riquezas. Se necesita un desarrollo universal de las fuerzas productivas para un intercambio universal de los hombres (la masa desposeída a nivel mundial), de no ser así el resultado es un comunismo local.

La dependencia total se convierte en el control y la denominación consciente sobre los poderes gracias a la revolución comunista. Queda la explicación de que la “fuerza propulsora de la historia” no es la crítica si no la revolución. La historia en cada fase se encuentra con un resultado material y suma de fuerzas productoras, la cual es traspasada de una generación la que le sucede y se representa como la “substancia”. En la concepción de la historia se explican sus fases teóricas en función de las relaciones sociales existentes. La eliminación de estas ideas de la consciencia de los hombres es obra del cambio de circunstancias. El comunismo no aspira a establecer la consciencia en torno a un hecho existente, si no derrocar lo que ya existe.

La industria y el comercio, la producción y el intercambio de las necesidades de la vida tienen una condición individual y se hallan a su vez condicionadas en cuanto a modo de funcionar por la organización de las diversas clases sociales.

Indica que la ciencia natural adquiere su objetivo y sus medios materiales solo a través del comercio y la industria a la actividad sensible de los hombres.

Las ideas de la clase dominante se presentan como las ideas dominantes en cada época, la clase que tiene a su disposición los medios para la producción material dispone también de los medios para la producción espiritual. Cada nueva clase dominante necesita presentar su propio interés como el interés común de todos los pueblos de la sociedad, expresando sus ideas como las “únicas” dotadas de razón y vigencia absoluta y haciendo necesario instaurar su dominación siempre sobre una base más extensa que la anterior. Algo importante a resaltar es que el el factor dominante en la historia son las ideas.

La más importante división del trabajo físico y espiritual es la separación de la ciudad y el campo. Con la ciudad aparece la necesidad de la política y la administración. Surge la gran separación de clases basada en la división del trabajo y los instrumentos de producción. La contraposición entre la ciudad y el campo sólo puede darse dentro de la propiedad privada. La necesidad del trabajo de los jornaleros en las ciudades crea la plebe. Estas ciudades fueron creadas con el fin de multiplicar los medios de producción y medios de defensa de los diferentes vecinos. La plebe se hallaba privada de todo poder y vigilada militarmente.

Los artesanos vivían consagrados a su trabajo y se veían mucho más absorbidos que el obrero cuyo trabajo le es indiferente.

Al construirse el cambio en una clase especial y al extenderse el comercio, se opera una acción recíproca entre la producción y el intercambio. Las ciudades se relacionan unas con otras. Cada ciudad explota una rama industrial, la cual predomina. En la Edad Media, las condiciones de vida de la burguesía se volvieron condiciones de clase, con intereses y costumbres similares, surge en ella la división del trabajo y absorbe todas las clases poseedoras con las que nace,

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