La Moral Kantiana En Los Militares

“La moral kantiana: ¿Puede ser ejercida por el ejercito de Chile durante el gobierno militar?”

Nombre: Cristina Ríos Melo

Facultad: Ciencias sociales

Carrera: Antropología

Sección: 1

Profesora: Carolina Casanuevas

Ayudante: Felipe Ascencio

Curso: Filosofía

La humanidad desde sus inicios ha pasado por etapas en las cuales han existido altos y bajos en cuanto a su organización política, militar, religiosa, social, entre otras. Por ejemplo Chile. Este ha pasado grandes miserias a lo largo de su historia, especialmente en el sentido bélico: la guerra de Arauco, la guerra de Confederaciones Perú-boliviana, la guerra del Pacífico, entre otras, todas con rivales extranjeros, pero a partir de los años 70’ en contra de nosotros mismos. La polaridad política provoca un quiebre en la organización y la unión del territorio chileno: el estruendo que provocan los aviones; las vibrantes calles que bailan al son de los tanques; el boom de las explosiones, hacen que en 1973, inicie uno de los genocidios más grandes que ha tenido nuestro país.

El periodo en el que estuvo sometido nuestro país fue sun duda una gran nube negra que opacó el cielo azulado y la majestuosa blanca montaña

Miles de uniformados a lo largo de Chile asesinan sin compasión a cientos de personas por el hecho de no pertenecer al perfil ideológico que estos intentaban implantar, aparte de echar a correr el plan anticomunista propuesto por EE.UU. Este actuar está tan reconocido y criticado por la población que no cabe duda que ha sido uno de los episodios más sangrientos que ha vivido nuestro país. Pero es aquí, donde uno puede poner en tela de juicio muchos de los aspectos morales de los uniformados, ya que los subordinados de los superiores son los que debieron romper su moral personal para poder llevar a cabo las órdenes que le eran dichas.

Entonces, ¿Es posible que la moral que plantea Immanuel Kant, puedan ser desarrolladas por uniformados?

Antes de iniciar con el desarrollo de la tesis es menester aclarar unos términos utilizados durante lo largo del ensayo.

Kant inicia el relato de la “Fundamentación de la metafísica de las costumbres” con una pequeña frase introductoria la cual se transforma en uno de los eje central en la que se desarrollará el postulado. “Ni en el mundo ni, en general, fuera de él es posible pensar nada que pueda ser considerado bueno sin restricción, excepto una buena voluntad”

El deber, para el autor, es el motor de acción que debe tener el ser humano para alcanzar una buena voluntad, así lo planteando “ El deber es la necesidad de una acción por respeto a la ley” , esta acción por deber tiene un valor moral. Y esto se lleva a cabo solo por la razón.

El otro concepto que quiero dejar claro es el de inclinación, ya que suele confundirse con el deber. Esta consiste en que la persona actúa de forma que no es por la razón. Esto podemos asociarlo más a un tema de sentimientos, debido a que estas tendencias tienen relación con el actuar emotivo.

La máxima, como dice Kant “ Es el principio subjetivo del querer ” esto quiere decir que los seres humanos tenemos ciertos principios, ciertos modelos de vida. Y en base a esto el autor pone su premisa más famosa en cuanto a la moral “Yo no debo obrar nunca más que de modo que pueda querer que mi máxima se convierta en ley universal” así estableciendo que para tener una buena voluntad se debe pensar en que sí su máxima se convierte en una ley universal, y si esta se cumple, puede ser considerada una voluntad realmente buena.

Imperativo categórico, de una manera un tanto coloquial, podría formularse de la siguiente manera: obra no en tanto que tú, sino obra en tanto que te es posible alcanzar universalidad en lo practico haciendo depender la condición para adoptar tales principios prácticos de tan solo su aptitud para valer como principio de una legislación universal que obligue a todos universal e igualmente, teniendo gran relación con lo mencionado sobre máxima.

Ahora que se tienen claros los puntos importantes, de los cuales este ensayo se desarrollará entraremos a analizar y a desarrollar la tesis planteada anteriormente.

¿Es posible que la moral que plantea Immanuel Kant, puedan ser desarrolladas por uniformados en el golpe de estado en Chile?

Iniciando con esta cita “Yo... juro por Dios y por esta bandera, servir fielmente a la Patria, ya sea en mar, tierra o en cualquier lugar, hasta rendir la vida si fuese necesario, cumplir con mis deberes y obligaciones militares, conforme a las leyes y reglamentos vigentes, obedecer con prontitud y puntualidad las órdenes de mis superiores, y poner todo mi empeño en ser un soldado valiente, honrado y amante de mi Patria.”

Los militares al momento de hacer el juramento a la bandera entran de lleno al cumplimiento de las normas establecidas por la institución, esto les permite desarrollar lo que moralmente consideran correcto dentro de una realidad militar. Acá es posible entender de cierto modo el proceder de los soldados al momento de enfrentarse a disyuntiva de quintarle o no la vida a una persona dentro del caos de una nación.

Este tipo de decisiones podemos entenderlas con la moral que nos propone Kant, ya que para poder tener a un sujeto moral hay que pensar en si es posible llevar a cabo esta acción de forma que sea guiada por el deber, la autonomía, la racionalidad y la voluntad.

Dentro del pensamiento militar, el deber es una obligación fundada en una base moral. El acto de ascender al poder por las armas para solucionar una situación vivida en el país no concordante con lo que ellos denominan el bien común. Esto sucedió producto de las falencias de un gobierno socialista como el de Salvador Allende siendo las detonantes para que los militares tomaran las riendas políticas, económicas y sociales.

La autonomía, es otro punto importante para que la moral de un sujeto sea realmente buena. Respecto a ésta, podemos decir que el pensamiento militar no está regido autónomamente por su voluntad, ya que no es guiado solamente por la razón, hay ciertas inclinaciones egoístas para poder tener el poder de la nación.

Muchos soldados luego de que el gobierno de Augusto Pinochet terminara, fueron juzgados en el tribunal militar y que dejaron sin castigo porque simplemente siguieron órdenes, siendo para ellos algo inviolable,

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