La Paz En: Hobbes, Rousseau Y Kant

T. Hobbes: el autor de Leviatán, a lo largo de su obra, trata de explicar la conducta humana, desde la antropología, psicología, y política, volcando esta explicación en la construcción de una sociedad. Contrario a lo que decía Aristóteles de que el hombre es sociable naturalmente, Hobbes afirma que el hombre mismo es el enemigo del hombre, y la asociación con sus iguales es el fruto únicamente de la razón, esta razón los ayudara a comprender que para enfrentar males mayores es necesario "asociarse" con otros hombres, fundar un pacto donde no exista posibilidad de agresión hacia el otro, ¿pero quien controlará esa no agresión? Es en ese momento donde surge la idea de contar con un poder soberano absoluto que sea quien controle la no agresión entre los integrantes de esa sociedad.

La idea de paz para la construcción de una sociedad en Hobbes, no surge de la paz en si misma como tranquilidad y quietud de los Estados, sino de la paz como el fin o la herramienta con la cual el hombre podrá lograr su felicidad, es decir, sin paz no hay felicidad posible del hombre en su conjunto como sociedad, aunque algunos integrantes de una sociedad que no se encuentre en dicha paz puedan disfrutar de una posición privilegiada de felicidad en un estado en guerra, ya sean estos integrantes quienes buscan una guerra para un beneficio económico o bien las esferas desde donde se dirige una guerra, que en la mayoría de los casos se encuentran muy lejos del campo de batalla. Hobbes dice:

"...las acciones voluntarias e inclinaciones de todos los hombres tienden no solamente a procurar, sino también a asegurar una vida feliz...”

Una vida feliz es la realización de los deseos y proyectos de un hombre, estos deseos y proyectos son de alguna manera la realización del hombre entre las diversas posibilidades del mundo, para que el hombre pueda lograr la felicidad a través del cumplimiento y realización de estos deseos y proyectos debe contar con los medios suficientes para lograr lo ante dicho, los medios, en este caso, son una forma de poder y ese poder es la posibilidad de hacer, por eso tal ves se encuentra intrínseco en el hombre el afán de poder.

"...señalo, en primer lugar, como inclinación general de la humanidad entera, un perpetuo e incesante afán de poder..."

Definitivamente para el autor hay una relación muy estrecha entre paz -poder-felicidad. La conducta humana trata de conservar su vida, acrecentar y perfeccionar su ser para materializar sus deseos. La conservación de la vida y la superación constante de la misma sólo pueden realizarse contando con seguridad, la seguridad de lograr lo anhelado y poder disfrutar de ello. El único estado propicio para lograr estos fines antes dichos, es un estado en paz, lo cual no implica la eliminación de la guerra externa, fuera y alejada de los limites de determinado lugar donde conviven los elementos de una sociedad, sino la tranquilidad en un orden que permita a sus integrantes y sociedad cumplir sus propios fines individuales dentro de una sociedad en paz.

"... La naturaleza, el arte con que Dios ha hecho y gobierna al mundo..."

En esta naturaleza con que Dios creó al hombre, según el autor, también podemos encontrar a individuos que forman parte de un conjunto de seres iguales donde dos o más de estos pueden desear o querer lo mismo, en este estado de naturaleza todos deberían tener algún tipo de poder y por lo tanto igualdad en cuanto a las esperanzas de obtener lo que se desea, es decir hombres en iguales condiciones de fuerza física y capacidad mental, que deseen obtener lo mismo, se convertirían en potenciales contrincantes por obtener una cosa en particular. Esta igualdad de esperanzas hace que el hombre se vuelve enemigo del hombre que desea lo mismo que él. El estado de naturaleza, para el autor, es un ámbito propicio para la desconfianza y la lucha entre los hombres, la naturaleza lo dota de la fuerza para preservar su vida y lograr su beneficio, no existen limitaciones posibles para la ambición de un hombre bajo el estado de naturaleza. Bajo estas condiciones es imposible el desarrollo del hombre en cuanto a lo comercial, industrial, económico y hasta cultural y artístico, sobre esto Hobbes nos dice:

"... y lo que es peor de todo, existe continuo temor y peligro de muerte violenta, y la vida del hombre es solitaria, pobre, tosca, embrutecida y breve..."

Este hombre en estado de naturaleza, razonando, puede concluir en que él también puede ser víctima de la violencia de otro hombre en dicho estado, lo cual debería llevarlo a comprender que sólo en el estado de paz y convivencia es lo más beneficioso, no sólo para el hombre en su conjunto, sino para sí mismo como ser individual.

La paz es imposible mientras el hombre conserve su derecho de naturaleza, esta ley natural debe prescribir en pos de una paz apuntada hacia la sociedad.

"... que uno acceda, si los demás consienten también, y mientras sea necesario para la paz y defensa de sí mismo, a renunciar a este derecho a todas las cosas y a satisfacerse con la misma libertad frente a los demás hombres, que le sea concedido a los demás con respecto a él mismo..."

La idea y origen del estado de derecho o estado civilizado como base fundamental para una sociedad en paz es el bienestar, la paz, y la conservación propia. La paz se inicia y establece en la confianza hacia los demás hombres, cuando el hombre renuncia a su derecho natural y se obliga voluntariamente a hacer con el otro lo que desea para sí mismo, dejando en manos de un estado soberano que sea quien regule los comportamientos de cada uno de los que forman parte de este estado, y no sólo la regulación sino también el castigo a quienes no cumplan con el pacto originario en el cual deberían encuadrarse, sobre lo que Hobbes nos dice

"Todos los hombres tienen derecho a todas las cosas, y por tanto donde no hay Estado, nada es injusto. Así, que la naturaleza de la justicia consiste en la observancia de pactos válidos: ahora bien, la validez de los pactos no comienza sino con la constitución de un poder civil suficiente para compeler a los hombres a observarlos"

De la misma manera que en la introducción de "Leviatán" el autor señala que la muerte del estado civil o de derecho es la guerra civil, su creación, mantenimiento, establecimiento y perdurabilidad es la paz. La paz es, para este inglés del siglo XVII, la herramienta fundamental del hombre para vivir en sociedad o comunidad y para, de esa manera, construir y hacer de esa sociedad un lugar donde poder lograr sus fines, propósitos y deseos.

J. J. Rousseau: Contrariamente

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