La Política, lógica Y métodos (Sartori) - Resumen
Enviado por edisonmira1 • 8 de Mayo de 2013 • 3.837 Palabras (16 Páginas) • 6.382 Visitas
La Política, lógica y métodos (Sartori) - Resumen
Capítulo VII - ¿Qué es la Política?
La expresión y la noción de “ciencia política” se determinan en función de dos variables.
1. El estado de la organización del saber y
2. El grado de diferenciación estructural de los componentes humanos.
La noción de ciencia queda precisada cuando se diferencia de la filosofía y presupone que un saber científico se ha separado del alma mater del saber filosófico.
La noción de política calificó todo -y por lo tanto nada específico- hasta que las esferas de la ética, de la economía y de de lo político-social se mantuvieron no divididas.
La noción de ciencia política varía en función de qué se entienda por ciencia y qué por política. Cualquier teoría de la ciencia política debe ser atentamente dividida en períodos, en función de cómo se combinan, una y otra vez, una idea diferente de la ciencia con una acepción particular de la política.
1. La idea de política
Hoy estamos habituados a distinguir entre lo político y lo social, entre el Estado y la sociedad. Pero son estas distinciones y contraposiciones que se consolidan en su significado recién en el siglo XIX.
Si para Aristóteles el hombre era un zoom politikón, él definía de esta manera al hombre y no a la política. En el “vivir político” y en la “politicidad” los griegos no veían una parte o un aspecto de la vida; la veían en su totalidad y en su esencia. Brevemente, un hombre “no político” era simplemente un ser inferior, un menos-que-hombre.
No es exacto decir que Aristóteles incluía la socialidad en la política. En verdad, los dos términos eran para él un único término. “Político” significaba conjuntamente las dos cosas a la vez.
Fue Santo Tomás de Aquino (siglo XIII) quien autorizadamente tradujo zoom politikon como “animal político y social”, observando que “es propio de la naturaleza del hombre vivir en una sociedad de muchos”.
Los romanos absorbieron la cultura griega cuando su ciudad había sobrepasado ampliamente la dimensión que admitía el “vivir político” según la escala griega. Por lo tanto la civitas, con respecto a la polis, es una ciudad de una politicidad diluida. La civitas se organiza jurídicamente. No es un conglomerado humano cualquiera, sino aquel conglomerado que se basa en el consenso de la ley.
La cuestión reside en que la problemática vertical es en gran medida extraña al discurso basado en la nomenclatura griega polis. Nuestra república, convertida en una forma de Estado opuesta a la monarquía, se sitúa precisamente en la dimensión vertical, que en cambio está ausente de la idea de politeia, de res publica y de common weal.
Para los autores medievales y renacentistas el dominium politicum no era “político” en nuestro significado, sino en el significado de Aristóteles. Equivale a decir que la voz politicum designaba la “visión horizontal” mientras que el discurso vertical se desarrollaba mediante las voces realeza, despotismo y principado. También podemos decir que el dominium politicum representaba una especie de “sociedad sin Estado”, pero entonces recordando que la sociedad en cuestión era al mismo tiempo una civis societas y una iuris societas.
Por el contrario, si hay un término que simbolizaba más que ningún otro el enfoque vertical, el discurso que llamaríamos característicamente político, ese término era “príncipe” (Maquiavelo, siglo XVI).
Como conclusión, la política de Aristóteles era a la vez una antropología ligada indisolublemente del “espacio” de la polis. Caída la polis la politicidad se atenúa, diluyéndose variadamente o transformándose en otra. Por un lado, la política se juridiza, desarrollándose en la dirección indicada por el pensamiento romano. Por otro lado la política se teologiza, primero adecuándose a la visión cristiana del mundo, después en relación con la lucha entre el papado y el Imperio, y por último en función de la ruptura entre el catolicismo y el protestantismo.
2. La autonomía de la política
Se pueden sostener al respecto de la autonomía de la política cuatro tesis:
1. Que es diferente.
2. Que es independiente.
3. Que es autosuficiente.
4. Que es causa primera.
¿Diferente en qué? Con Maquiavelo (siglo XVI) la política se diferencia de la moral y de la religión. Maquiavelo no se limita a señalar esta diferencia; llegó a proclamar una vigorosa afirmación de autonomía: la política tiene sus leyes, leyes que el político “debe” aplicar”. En este sentido es exacto que Maquiavelo -no Aristóteles- “descubre la política”.
Hobbes (siglo XVII) teoriza una política todavía más pura que Maquiavelo. En el Leviatán el orden político está creado por su fiat, por su poder de crear las palabras, de definirlas, de imponerlas a sus súbditos. “Las verdades primeras -escribía Hobbes- fueron implantadas arbitrariamente por los primeros en ponerles nombre a las cosas”.
Si el príncipe de Maquiavelo gobernaba aceptando las reglas de la política, el Leviatán de Hobbes gobernaba creándolas, estableciendo qué es la política.
Hobbes no se diferencia de Maquiavelo sólo en que afirma una política pura, omniprevisora y omnicausadaora; también en su “cientificidad”. Sin embargo, la ciencia política le reconoce a Maquiavelo una paternidad que se le niega a Hobbes. ¿Cómo se explica eso?
Se debe a que la matemática es lógica deductiva, en tanto que las ciencias no nacen de la deducción lógica sino de la inducción, de la observación y el experimento. El método de Hobbes era, pues, rigurosamente deductivo.
En conclusión, si en Maquiavelo no hay todavía cientificidad, la cientificidad de Hobbes no constituye una confluencia significativa de la ciencia y la política.
3. El descubrimiento de la sociedad
El paso más difícil es el de establecer la diferencia entre Estado y sociedad.
La sociedad se configuraba como una civilis societas y como una iuris societas. El pensamiento medieval impregnó a estas mezclas de una fuerte caracterización organicista, que procuraba incluir a la sociedad -desarticulándola y articulándola- dentro de los múltiples “corpus” en los que se organizaba el mundo feudal, mundo de las jerarquías y las corporaciones.
A Locke (siglo VII) se le atribuye con razón una primera formulación de la idea de sociedad. Es más bien una idea de paz que pertenece a la fase contractualista de la escuela del derecho natural. No es la revuelta contra el soberano, sino el “contrato” con el soberano.
Lo cierto es que la autonomía de la sociedad con respecto
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