Leibniz
Enviado por Daniel Perez • 16 de Octubre de 2019 • Trabajo • 1.400 Palabras (6 Páginas) • 123 Visitas
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VII SOBRE LA ORIGINACIÓN RADICAL DE LAS COSAS
Universidad del Quindío
Facultad de Ciencias Humanas y Bellas Artes
Programa de Filosofía. Semestre 06 (2019)
Seminario de filosofía moderna
Profesor: Gabriel Ocampo Sepúlveda
Estudiantes: Daniel Felipe Pérez Clavijo, Laura Sofía Zambrano
Resumen
Hemos de resaltar que en este capítulo tercero, Leibniz plantea dos principios los cuales, primero plantea el funcionamiento de ese organismo esférico; segundo, da explicación de por qué hay cosas, y no más bien nada, y también, abordaremos como los fenómenos del ámbito físico tienen su fundamento en lo metafísico. Y para finalizar, enunciaremos como Leibniz plantea la idea “del mejor de los mundos posibles”
Palabras clave: Razón suficiente, armonía preestablecida, esencia, metafísica, existencia.
Abstract
We have stressed that in this third chapter, Leibniz proposes two principles which give explanations of the functioning of that monadic organism, on the one hand it raises the sufficient reason, whose task is to deliver an explanation of the difficult things; next, the principle of pre-established harmony that helps us envision the metaphysical mechanism where the monads are mobilized. (But stories have so much that they have the possibility of being perfect, they must live in the best world and as Leibniz tells us an a admirable machine).
Keywords: Sufficient reason, Preset harmony, , Metaphysics, Reality.
Desarrollo
Leibniz en el presente capitulo está reivindicando la necesidad de un fundamento y un pensamiento metafísico. Con esto el autor inicia planteando ¿por qué hay cosas y no más bien nada? Así mismo insistiendo en la necesidad de buscar la razón suficiente de las cosas, la cual posteriormente le ayudará a explicar el por qué las cosas existen.
El autor nos dice que, si hemos de buscar la razón suficiente de las cosas, no debemos hacerlo en un ámbito material ya que la razón suficiente es de carácter metafísico, y por esto Leibniz considera que las cosas están por algo, y que fueron creadas por un Dios hacedor, el autor afirma que todas las creaciones fueron hechas de tal forma pensando en que debían ser así, porque eran la mejor opción posible designada por la divinidad. “[…] no sólo no se puede descubrir la razón suficiente de la existencia de las cosas en ningún ser particular sino que tampoco es posible descubrirla en el todo agrado ni en la serie de las cosas” (Leibniz, 1982, pág. 302)
También a partir de su búsqueda en el ámbito metafísico el autor desarrolla el término armonía preestablecida, definiéndolo de esta forma:
Debido a esto habrá un acuerdo perfecto entre todas esas substancias, pues cada una de esas substancias representa exactamente a su manera a todo el universo según cierto punto de vista, y las percepciones o expresiones de la cosas externas llegan al alma en el momento fijado en virtud de sus propias leyes, como en un mundo aparte y como si solo existieran Dios y ella.
Este concepto es empleado por el autor, puesto que cada una de las partes de la arquitectónica sabe para dónde dirigirse y que función tiene que desempeñar en el entramado, esta se sostiene por sí misma en todo el sistema esférico, de manera tal que ninguna de estas sustancias tiene la necesidad de comunicarse con las otras, en Leibniz los elementos o creaciones de Dios son llamadas mónadas.
Las monadas son sustancia cerrada, cada una expresa el universo de una manera particular, son una unidad en la multiplicidad, es decir, son unidad en el sentido en que todas pertenecen al cosmos, sin embargo, son una multiplicidad porque cada una expresa su pertenencia al cosmos de manera diferente. Por lo tanto, así haya una armonía preestablecida que ordene todo el sistema esférico, la mónada podrá hacer su propia interpretación del mundo.
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