Los Metodos Metodologicos De La Ciencia
Enviado por niko589445 • 13 de Marzo de 2013 • 2.065 Palabras (9 Páginas) • 437 Visitas
PITAGORAS
PITAGORAS DE SAMOS
Mientras que en Jonia tenían lugar los desarrollos filosóficos ya descritos, en el sur de Italia iba cobrando vigor un movimiento independiente, iniciado por Pitágoras. Es muy poco lo que sabemos sobre su vida, aunque existen varios escritos tardíos que no merecen creencia alguna. Vivió sus primeros años en la isla de Samos y Apolodoro situa su acmé en el año 532 a de Cristo que coincide con el reinado de Polícrates (tirano). Se dice que abandonó Samos por huir de la tiranía y que se estableció en Crotona, en el sur de Italia, donde parece que alcanzó una posición prestigiosa, si bien los crotoniamos acabaron por rebelarse en contra suya. Se retiró a la ciudad de Metapontio, donde murió.
A pesar de todos estos datos existe una gran oscuridad sobre la vida y la obra de este filósofo. Platón solo lo menciona una vez en la República y Aristóteles únicamente lo hace en dos ocasiones en la Metafísica. De todas formas a Aristóteles ( que en vez de Pizagoreios prefiere utilizar el nombre de oi italikoi ) le interesó el pitagorismo lo suficiente como para escribir una tratado completo (desgraciadamente perdido) sobre los mismos y cuyo título era Peri ton pitagoreion. De todas formas es muy posible que ya en la época de Aristóteles la figura de Pitágoras se encontrara rodeada de un gran misterio. Existen, sin embargo, una serie de pasajes del siglo V que demuestran que Pitágoras fue, de hecho, una figura histórica y no meramente legendaria. Esto es lo que permite a los investigadores mostrar confianza a la hora de intentar reconstruir su sistema.
EL PENSAMIENTO DE PITÁGORAS
El pensamiento de Pitágoras lo dividiremos en dos secciones:
1 Aspecto místico de su doctrina.
2 Aspecto científico de su doctrina.
El aspecto místico de la doctrina pitagórica abarca los tres niveles siguientes: 1) Doctrina de la transmigración de las almas. 2) Parentesco de los seres vivos. 3) Reglas de abstinencia y otras prohibiciones.
DOCTRINA TRANSMIGRACIÓN DE LAS ALMAS: Los textos parecen ser muy claros. De todos modos se ha sugerido que la negativa de Heródoto, cuando dice que hay griegos...., a mencionar nombres indicaría que no estaba hablando de Pitágoras, sino de sus propios contemporáneos. Stein sugiere que se estaba refiriendo a Empédocles. Sin embargo, la expresión los unos antes y otros más tarde parece que se está refiriendo a Pitágoras y a los órficos. Hay otras citas, además, que prueban que Pitágoras creyó en la transmigración de las almas. Diógenes Laercio nos dice que incluso Pitágoras pretendía recordar sus cuatro reencarnaciones anteriores.
PARENTESCO DE LOS SERES VIVOS: Existen citas que demuestran que Pitágoras creía que las almas podían reencarnarse en forma de seres vivos que eran distintos al ser humano. Esto sugiere que creía en el parentesco de todos los seres vivientes. En este contexto, de la lectura de las citas se podrían deducir lo siguiente: a) El alma es inmortal. b)Se producen sucesivas reencarnaciones, y, por tanto, ciclos periódicos de los mismos acontecimientos. Parece que los pitagóricos creían que las almas de los hombres se reencarnaban cada 216 años (la elección de este número se debía a que era el cubo de 6); y que, curiosamente, los estoicos adoptarían tal número para su teoría de la ecriprosis), c) Existe un parentesco entre todos los seres vivos. Es posible que Pitágoras creyera que la reencarnación podría llevarse a cabo a partir de cualquier ser vivo dado que, entre las reglas de la hermandad, estaba prohibido comer determinadas plantas.
REGLAS DE ABSTINENCIA Y OTRAS PROHIBICIONES: Sobre la base de su creencia en el parentesco de todos los seres vivos (tambien en la transmigración de las almas y, posiblemente otros motivos que desconocemos), algunos escritores tardíos atribuyeron a la secta de los pitagóricos, ciertas formas de abstinencia. Aunque las reglas de abstinencia parecen estar relacionadas con la creencia en el parentesco de todos los seres vivos, muchas de las reglas parecen estar relacionadas con otras cuestiones.
ASTRONOMÍA
Doctrina de la anti-tierra y la armonía de las esferas.
La tesis de la anti-tierra parece que perteneció a Filolao (Aecio). Dado que creían que la década era perfecta afirmaban tambien que los cuerpos que se mueven en torno de los cielos son diez. El problema era que solamente 9 eran visibles. Por esta razón se inventaron un décimo al que denominaron como anti-tierra. Pensaban que la tierra no estaba en el centro del universo (tal como cuenta Aristóteles en De caelo) sino el fuego. La tierra sería una de las estrellas, la cual, al moverse circularmente en torno al centro, daría lugar al día y a la noche.
Cosmovisión
La filosofía de Pitágoras guarda estrecha relación con la Escuela jónica, en cuanto a que busca resolver por medio de un principio primordial el origen y la constitución del universo visto como un todo. Pero al igual que Anaximandro, abandona la hipótesis de Tales y Anaxímenes, suplantando el terreno de lo físico por el de la metafísica.2
El sistema filosófico post-aristotélico suele atribuirle a Pitágoras (o los pitagóricos) la adopción del monismo, principios incorpóreos de los que surgen primero «el número», después «el plano» y las «figuras sólidas» y finalmente los «cuerpos del mundo sensible».7 Esta es la tradición que se encuentra por ejemplo en Sexto Empírico (siglo II d.C.) o en Aecio. Aristóteles deja en claro, sin embargo, que este era el sistema pitagórico que Platón había desarrollado, y que el principio de la «díada indefinida» pertenece a Platón.8
En lo que tanto Platón como Heródoto llaman: «el modo de vida de los pitagóricos», Pitágoras es visto como el formador de un grupo selecto y privado, que abraza ideas religiosas, cuestiones éticas y gérmenes de ideas científicas. Las evidencias más tempranas dejan claro que, sobre todas las cosas, Pitágoras tuvo éxito promulgando una nueva y optimista mirada sobre el destino del alma después de la muerte y un modo de vida atractiva por su rigor y disciplina que le valió numerosos seguidores.4 Dicearco (siglo IV a.C.) confirma enfáticamente la evidencia a favor de un pensamiento cercano a la metempsicosis o a la reencarnación, según el cual las almas humanas renacían en otros cuerpos después de la muerte, en primer lugar al señalar las dificultades de determinar con exactitud el pensamiento de Pitágoras, y después al aseverar que la más reconocida de sus doctrinas era "que el alma es inmortal y que transmigra en otros
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