Objetivos de la organización.
Enviado por damelismedina • 24 de Diciembre de 2013 • Tesis • 1.534 Palabras (7 Páginas) • 175 Visitas
objetivos de la organización.
La empresa y su entorno social se encuentran en constante interacción e intercambio, redefiniéndose recíprocamente. Como sistema parcial o como subsistema, la organización está ubicada dentro de un sistema social más amplio, siendo los factores externos indispensables para funcionar y perpetuarse.
Cómo conseguir el equilibrio entre las aspiraciones individuales y la cohesión social es uno de los principales temas de reflexión. La sociedad moderna también necesita de una serie de valores o visión del mundo compartida, que modere las aspiraciones individualistas, absolutamente egoístas, y que exista una unión de intereses comunes por encima de los particulares, pero sin eliminar tampoco estos últimos. Esto conllevaría a la permanencia de la identidad individual y a una equilibrada interacción social para su buen desarrollo.
Durkeim sostuvo que la división del trabajo no produce la dispersión o incoherencia, sino que las funciones al estar en contacto las unas con las otras, se equilibran; siendo esta adaptación y contacto una regla de conducta, no sustraída al libre arbitrio individual. Reconoció que la división del trabajo y solidaridad del cuerpo social, que permite a los miembros de la sociedad conservar su autonomía y su identidad diferenciada.
El problema social fundamental no era el económico sino un problema de consenso social, de compresión de la superioridad moral de la sociedad y de interiorización de todos los imperativos, normas y obligaciones requeridas para su buen funcionamiento. Sus ideas que crearon escuela fueron: idea de institución social, la relación de los conceptos sociológicos de cultura y sociedad, el análisis estructural-funcional, construcción de tipologías, acotamiento de los principales campos temáticos de la Sociología, desarrollo de teorías específicas como la anomia.
Esta teoría podría ser de aplicación, para definir el trabajador flexible de hoy en día. Sigue siendo válida, en mi opinión, pero el problema es que se ha producido una revalorización del trabajo, a causa de la ampliación de las funciones asignada a los trabajadores y a una mayor consideración de las competencias, valorando cada vez más su vertiente individual y automía en el trabajo. Ello exige al individuo un continuo cambio, casi podríamos decir que “a marchas forzadas”, lo cual hace que le cree confusión en el camino a seguir hacias sus metas y objetivos individuales. Dice Sennett, “el trabajo seguro y estable dentro de una misma empresa es algo prácticamente imposible de conseguir”: esta conducta empresarial llámese ETT’s, contratos indefinidos con garantía de despido prácticamente libre por parte de la empresa, centralización para reducción de costes mediante la reducción de la “inteligencia”, etc… hacen que el individuo trate de “sobrevivir” en la empresa, más que involucrarse y hacer de los objetivos de la empresas sus objetivos.
¿Estaremos llegando a una anomia social? En la sociedad moderna, del consumo, del cambio, en la que parece que “todo vale”, los individuos no pueden orientar con presición su conducta. El individuo pierde poco a poco sus marcas normativas de referencia, se siente perdido, no sabe rehacer, dirigir su conducta para lograr sus metas y objetivos, sin dejar de aportar valor añadido a la sociedad.
Para Weber, en palabras de Sennet, “los trabajadores vivían bajo lo que él denominó "la jaula de hierro", una estructura burocrática que racionalizaba el uso del tiempo del trabajador de forma que el trabajador disfrutaba de una seguridad y estabilidad laboral hasta llegada su jubilación y después disfrutaba de una pensión estatal. Evidentemente, esa figura hoy en día ha desaparecido, me aventuraría a decir que por completo en la empresa privada.
Por tanto, el trabajador flexible no encajaría en su teoría, no sabría cómo desenvolverse, no encontraría validez a los esquemas que presenta Weber. En la sociedad, en la que nos encontramos inmersos, en la que no existen horarios, no hay seguridad de continuidad en el empleo o ni siquiera en la función dentro de la misma organización … El individuo se siente perdido, con un sentimiento de desprotección e indefensión.
El individuo, de Weber, básicamente racional con respecto a sus metas, adapta sus fines y valores, ajustando sus conductas. Las personas actúan con una orientación según las tradiciones y costumbres sociales. Siendo, por tanto, esta conducta de alguna forma predecible y regular.
Su acción social se produce en unos marcos específicos, en los que se puedan observar “una regularidades de hecho”; la teoría de Weber no podría acoplarse, por tanto, a la conducta de un trabajador flexible, que se adapta a las necesidades del mercado, en continua demanda de cambio, reciclaje, más y más formación, disponibilidad total por encima de sus necesidades, de las necesidades de su familia, de su círculo, de su persona.
La sociología, en mi entender, tiene un gran trabajo que
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