Poder Paterno

1. El poder paterno

El autor comienza afirmando que, al hablar del el gobierno civil, es necesario crear nuevos términos para poder aclarar el significado de algunos conceptos que son importantes dentro de la vida política. El primer concepto del que habla es el poder paternal. Uno de los problemas que existen con este concepto, es que el padre tiene todo el poder que un matrimonio tiene sobre los hijos como si la madre no fuera parte de esto. Según Locke, este concepto debería de cuestionarse, piensa que el término “poder de los padres” reflejaría mejor la situación. Habla además de la ley positiva de Dios y señala qe en lo que se refiere al poder de los padres sobre los hijos, siempre pone juntos al padre y a la madre sin establecer alguna distinción de posición o poder entre ambos.

Otro tema tratado por el autor es el de la igualdad, afirma que la igualdad en el estado de la naturaleza no es absoluta sino meramente jurisdiccional. La igualdad no es un derecho con el que nacemos ya que cuando somos niños estamos bajo la jurisdicción de nuestros padres hasta que podemos decidir libremente por nosotros.

Locke hace referencia a Adán como el fundamento primero de la vida humana, señala que Adán, desde el principio de su existencia, era capaz de valerse por sí mismo y de gobernar sus acciones según la razón pues Dios lo creo así. En lo que se refiere a sus descendientes, es diferente. Ellos fueron débiles y desamparados por lo que fueron educados según la ley natural que dice que es obligación de los padres alimentar y educar a sus hijos. Los descendientes de Adán no tuvieron la capacidad de disfrutar del uso de la razón.

Por la ignorancia respecto a la ley natural, Dios concedió a todos los hombres entendimiento y libre albedrio que permite actuar de acuerdo con el conocimiento de la ley natural.

El hombre llega a una cierta edad donde es capaz de conocer el significado de ley natural y ley civil, esta edad es alrededor de los 21 años. Hasta ese momento, los padres gobernaran o guiaran al hijo hasta que haya alcanzado la libertad y sea capaz de gobernarse según su propia voluntad. En ese momento los padres y los hijos se convierten súbditos libres, este hecho se produce bajo el imperio de la ley natural y positiva.

Según Locke si alguno no llega alcanzar el uso de razón que le permita conocer el significado de la ley natural, nunca podrá ser un hombre libre tal como les sucede a los lunáticos y los idiotas.

La libertad del hombre, según Locke, se fundamenta en que posee una razón que le capacita para que sea instruido en las leyes y para conocer los límites de su voluntad libre. Y es que si no existieran límites, ello significaría arrojar al hombre entre las bestias. Por ello, el poder de los padres debe ir encaminado a cuidar y educar a su descendencia mientras necesita estar bajo su tutela. Su labor consistiría en proveer de fuerza sus cuerpos y en dar vigor a sus almas para que los hijos sean útiles a sí mismos y a los demás.

El poder de los padres sobre los hijos no tiene su base en ningún derecho natural pues el padre solo es guardián de su hijo durante un breve período de tiempo, para perder, después, todo el poder sobre los hijos. En este sentido, el poder de los padres sobre los hijos es meramente provisional y solo afecta al período en que los hijos son menores de edad. Locke defiende también la importancia de la madre en todo el proceso de cuidado de los hijos.

Aunque llega un momento en que los hijos se liberan de la sujeción de los padres no encontrando en su actuar más limitación que la impuesta por la ley natural o la ley municipal de sus país, tal liberta no exime al hijo de tener que honrar debidamente a sus padres. Esa honra implica una íntima estima y reverencia que ha de expresarse con signos externos de respeto

Según el autor, es necesario establecer la diferencia entre dos tipos de poderes: el que tiene el padre a la hora de educar a sus hijos y el que se le rinde al padre durante su vida. Según Locke el no haber distinguido claramente estos dos tipos de poder es lo que ha llevado a muchos errores a la hora de hablar del poder paternal. Si se analizan bien estos dos poderes nos encontramos con que el primero, más que una prerrogativa del poder paterno es un deber en donde los privilegiados son realmente los hijos. En el segundo, nos encontramos que el poder del padre reside en la honra que tiene derecho a recibir por parte de sus hijos. En este caso el privilegiado es el padre, que recibe tal honra, aunque ello no significa que tenga una autoridad para disponer a su antojo de

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