Poéticas Del número
Enviado por JesusRuizD • 12 de Julio de 2012 • 1.333 Palabras (6 Páginas) • 379 Visitas
Poéticas del número Jesús Ruiz Durand
La experiencia humana siempre ha reconocido en el mundo físico diferentes formas de ordenamientos, ritmos, ciclos, sucesiones, persistencias y coincidencias que lo han inquietado, embelesado e impulsado a estudiarlas, comprenderlas, interpretarlas y a servirse de ellas. Es así como surge la filosofía, la religión y la ciencia. Una importante corriente de pensamiento griego con Platón a la cabeza, sostiene que el cosmos físico en que vivimos es la materialización imperfecta de un mundo perfecto de arquetipos donde habitan todas las cosas en su más pura perfección e inmaterialidad, es el mundo de las ideas. El hombre la percibe imperfecta por sus limitaciones sensoriales, emotivas y racionales. El macrocosmos con todo el sistema sideral de planetas, constelaciones y espacios infinitos, así como el microcosmos, el de las dimensiones atómicas y subatómicas se comportan en un orden cuya naturaleza y reglas son el motivo principal del esfuerzo científico del hombre. Este enorme aparato macro y micro cósmico mecánico “que no falla nunca” se comporta según leyes nunca totalmente explicadas. La gran tradición mecanicista científica occidental está esforzada en desentrañar las leyes que gobiernan los fenómenos físicos para hacerla controlable, predecible y ajustarla a su provecho y conveniencia. Los avances de la física mecanicista racionalista hasta el siglo XIX entusiasmaron con sus logros al hombre, pero pronto comenzaron a surgir nuevas interrogantes que la ciencia no supo explicar satisfactoriamente. La naturaleza y el cosmos no se comportan totalmente como un reloj siempre, ya que la presencia de lo inesperado, sorpresivo, inexplicable convive con el orden y la mecánica ordenada. Orden y desorden paralelos en una simultaneidad paralela e híbrida. El posible orden cósmico, la búsqueda del número ordenador influyó poderosamente no sólo en la ciencia, lo hizo también en la estética y el arte. Pero el arte y la filosofía intuyó muy bien esta dualidad para explicarla de alguna forma con las metáfora de las teorías del arte Apolíneo y del arte Dionisíaco. Por un lado Apolo, el dios del orden y la razón, del de la luz, número, la simetría, la belleza, el control, la serenidad, el equilibrio, la salud, la armonía y la placidez; y por el otro, Dionisos el dios del desorden, de la emoción, la intuición, el descontrol, la penumbra, la oscuridad, el exceso, la intoxicación, la transgresión, el desequilibrio la destrucción y la marginalidad. Según esta visión, las manifestaciones artísticas se pueden agrupar en estos dos pequeños forzados contenedores de alguna manera aunque sea esta sólo una metáfora didáctica. La estética del número de oro, la proporción áurea y perfecta coincide con las motivaciones del arte Apolíneo y sus paradigmas estéticos armónicos. A contracorriente y en paralelismo existencial estarían las “leyes” de la estética del caos y los sistemas dinámicos que se acercan al arquetipo Dionisíaco imprevisible e ingobernable.
El caos en escena
La experiencia cósmica humana y su comprensión, no caben en la camisa de fuerza de la razón sola y de la física mecánica. En los últimos ochenta años, los matemáticos y científicos han estado investigando el lado oscuro del número, de la regla y la previsión. Han estado interesados en la dirección opuesta, y han dedicado sus esfuerzos a desentrañar lo aparentemente indesentrañable: la entropía y el caos. Han surgido las ciencias no lineales, el análisis de los sistemas dinámicos de naturaleza caótica e indeterminable. Se pusieron a estudiar fenómenos aparentemente inútiles a la ciencia, como el comportamiento de las nubes, de la evolución del humo, la dinámica del fuego y las llamaradas, las fluctuaciones de la bolsa de valores, los fenómenos de convulsión social y política, los enigmas de la superconductividad, la hechicería, fenómenos de medicina natural, el chamanismo, las arborescencias de los órganos biológicos, etc. Descubrieron que aquello que había explicado la ciencia tenía puntos oscuros. Ahora, por ejemplo, se asegura que en el sistema solar ninguna órbita puede ser considerada pre determinable e inmutable. El orden está contaminado por el desorden y la inestabilidad. Nuevos esfuerzos renovados de los científicos ha creado
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