Relación orador – auditorio
Enviado por carlosmerida30 • 11 de Mayo de 2013 • Ensayo • 2.610 Palabras (11 Páginas) • 1.576 Visitas
RELACIÓN ORADOR – AUDITORIO
El objetivo de cualquier orador es movilizar al auditorio, conmover a la audiencia y afectar estados internos de aquellos que están escuchando la presentación.
El punto clave en la presentación es crear un ambiente de comodidad, confianza y control entre el orador y el auditorio. Si el público se siente a gusto, en un ambiente de camaradería, surgirá instantáneamente la confianza. Esto se logra con un discurso lógico y coherente, más un buen estado emocional.
¿Qué significa eso? Todos tenemos miedo al enfrentarnos a un auditorio, hasta los más viejos y experimentados actores sienten temor o nerviosismo antes de subir a escena.
¿Por qué nos sucede? El argumento de Horacio es sencillo: Cada audiencia es nueva y pone a prueba al orador, algo así como rendir examen oral; en el fondo, es una situación de riesgo.
Para preparar el discurso, el orador debe orientarse no hacia sí mismo, sino hacia el auditorio, debe colocarse en el lugar de los oyentes, vaticinando el curso que seguirán los pensamientos de éstos bajo el influjo de la alocución.
Para hablar en público, en forma tal de ser plenamente comprendido es necesario:
- Informarse al máximo respecto al auditorio receptor.
- Conocer a fondo el tema (prepararse adecuadamente).
- Organizar la presentación del discurso mediante un esquema.
- Realizar una auto-sugestión positiva.
- Practicar el discurso antes de exponerlo en público.
- Fijarse un objetivo claro sobre qué es lo que se desea conseguir con el discurso.
- Respirar profundamente y relajarse.
- Empezar a pronunciar el discurso con energía y entusiasmo siguiendo la introducción previamente preparada.
Algunas recomendaciones para exponer con éxito un discurso serían:
- Mantener siempre contacto visual con el auditorio, con mirada panorámica.
- Efectuar variaciones de voz para mantener la atención del público.
- Pronunciar claramente cada palabra y en voz alta.
- Utilizar adecuada expresión gestual, ademanes y expresión corporal.
- Evitar las muletillas o estribillos.
- Controlar los movimientos y ademanes involuntarios, porque distraen al público.
AUDITORIO
a) Concepto: El auditorio es el objetivo al que se dirige el discurso y el árbitro decisivo del éxito o el fracaso del orador.
b) Composición: Para conocer la composición del auditorio, hay que analizar los siguientes factores:
* Número. Podrá tratarse de un número reducido de composición homogénea o de una masa numerosa de individuos sin nexos entre sí.
* Edad. Es un índice muy importante para determinar los intereses de quienes escuchan. Acontecimientos históricos que requerirían de largas explicaciones si se expusieron a una audiencia juvenil, necesitarían ligeras referencias si se comunicara a individuos de edad madura, que recordaran los hechos por haberlos vivido.
* Sexo. Hay auditorios enteramente masculinos o femeninos y en muchas ocasiones mixtos, con reacciones diferentes aun cuando en muchos casos pueden coincidir los intereses de hombres y mujeres.
* Vocación e intereses profesionales. La vocación puede sugerir al emisor los intereses y el grado de conocimiento de las personas.
* Nivel educativo. Debe tenerse siempre presente la educación, tanto la escolar como la derivada de experiencias, porque a ella habrá de ajustar el tono y la altura de la emisión.
* Pertenencia a asociaciones profesionales, políticas o religiosas. La organización a que pertenece un auditorio sugiere, por lo menos en líneas generales, la clase de personas que lo componen, así como sus inclinaciones e intereses especiales.
También es recomendable conocer otras circunstancias del auditorio que al orador le serían de utilidad, como:
- Probable actitud del auditorio ante el tema que es objeto de la comunicación.
- Conocimientos que posee el auditorio sobre el tema.
- Opinión de los receptores sobre el emisor.
- Oportunidades de participación que pudieran tener los oyentes en un posterior debate.
- Condiciones físicas del lugar en que se producirá la emisión
Discurso
- Definición: En el uso cotidiano, un discurso es un mensaje, el acto verbal y oral de dirigirse a un público. Su principal función ha sido desde sus orígenes comunicar o exponer, pero con el objetivo principal de persuadir.
Clasificación:
a) Leído: Se redacta por escrito y el orador pronuncia directamente su mensaje.
Tiene la ventaja de que se pueden remarcar palabras clave, ya sea en mayúsculas o en negritas, para darles énfasis. El orador se concentra en su lectura y no hay equivocación en lo que realmente se quiere decir.
Entre las desventajas está, que el lenguaje es artificial; el orador puede que tenga fallas de dicción; que pierda la atención de su público, por no dirigir la mirada a éste; que si es tedioso el mensaje, se convierta en foco de desinterés y se haga más denso.
b) Memorizado: Es aquella redacción que se queda en la mente del orador.
Entre las desventajas se encuentra el fallo de la memoria, olvido de una palabra y por esta se rompe la secuencia de las oraciones. También se puede caer en la recitación. Alguna intervención conlleva a reacciones inesperadas del emisor, al grado de perder el hilo del mensaje.
c) Improvisado: La improvisación consiste en realizar algo que se hace todos los días sin darnos cuenta; es decir, explicar o exponer un hecho, pensamiento o idea cualquiera que se conozca y vestirlo con las palabras del léxico habitual.
Entre las ventajas de este discurso está que no tiene una estructura real, se utiliza un lenguaje muy cotidiano y se valorizan los conocimientos que se tienen y se transmiten.
Entre las desventajas, se puede caer en la redundancia, el exceso de muletillas y falta de vocabulario, la incoherencia, ilógica entre una oración y otra.
d) Extemporal: Se trata en realidad de un procedimiento combinado, pues este tipo de discurso está situado entre el leído y el improvisado.
Sus ventajas son que la estructura la realiza el orador con total libertad de expresión en cuanto a la información que se vaya a transmitir. Se utiliza un lenguaje cotidiano o bien, un argot, dependiendo del conocimiento del orador.
No hay necesidad de memorizar pero si de
...