Ruptura Epistemológica

                                                                                                          Bruno Gola – 4.963.497-3

Ruptura Epistemológica                                                         

Pierre Bourdieu en su texto “El Oficio del Sociólogo” señala dos principios generales, que son reconocer cuáles son los obstáculos al conocimiento de lo social; y aplicar las técnicas de ruptura, frente a la ingenuidad reproductivista de los investigadores. Según el autor, la ruptura consiste en alejar de la ciencia la influencia de las nociones comunes, de manera de lograr la objetivación de las técnicas de investigación. Respecto a los obstáculos al conocimiento de lo social propiamente dichos, identifica: las primeras percepciones del sentido común, el lenguaje común y las nociones comunes.

En torno al sentido común, Bourdieu explica que la ruptura consiste en luchar contra “la ilusión del saber inmediato”, realizar un distanciamiento necesario para comprender y analizar nuestros objetos y problemas de estudio. “Una investigación seria conduce a reunir lo que vulgarmente se separa o a distinguir lo que vulgarmente se confunde”^[1]. Esta frase demustra la necesidad de una ruptura con el saber vulgar y espontáneo y con sus prenociones erradas. La técnica para romper con estas prenociones es la del principio de la no conciencia. Tiene que ver con estar abiertos a hacer reformulaciones en nuestro trabajo, no quedarnos con lo primero que pensamos, ni con lo que nos dicen o vemos. Implica romper con las relaciones más aparentes y familiares.

Por su parte, el lenguaje común “construye” ideas y relaciones que permanecen en la sociedad y en las disciplinas como “datos” en la sociología espontánea. La técnica de ruptura con el lenguaje común consiste en analizar y distanciarse de lo que dicen y cómo dicen los sujetos estudiados los temas de los que hablan (articulado con el principio de la no conciencia). El investigador por el simple hecho de ser investigador social corre el riesgo de emplear inevitablemente términos vulgares (reflejos distorsionados de explicación y descripción), cayendo en un pseudo-cientificismo espontáneo. Para evitar esto, el investigador debe redefinir las palabras comunes, sometiendo a la crítica las categorías, los problemas y los esquemas que la lengua científica toma, sin quererlo, de la lengua común. Se trata de analizar esos dichos ajenos, pero también los propios como investigadores y ver las teorías e ideologías que esconden.

Respecto a las nociones teóricas comunes, Bourdieu afirma que quien investiga debe revisar las teorías que toma o propone. La ruptura con las nociones teóricas consiste en cuidarnos al trabajar con nuestros objetos de estudio de las amenazas de imposición de puntos de vista. A su vez, se trata de no ser reproductivistas de las nociones de otros si la realidad estudiada nos está mostrando otra cosa. También intentar reconocer desde qué teoría encaramos los planteos de nuestros proyectos de investigación. Y por último, revisar los supuestos teóricos.

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