Samuel Ramos
Enviado por ro.to.x • 18 de Mayo de 2014 • 2.103 Palabras (9 Páginas) • 519 Visitas
INTRODUCCIÓN
Sobre la base de la comprensión de “El perfil del hombre y la cultura en México”, podemos entrar en materia para encontrar en dicha obra cuál es ese tipo de cultura que puede tener el mexicano y México. Naturalmente que para este propósito también tendremos que encontrar simultánea y complejamente: ¿Cómo podrá tener el mexicano y México esa cultura? Y así asume Samuel Ramos esta situación compleja diciendo –refiriéndose al mexicano- que su error del mimetismo europeo proviene quizá de un concepto erróneo de la cultura que, por idealizarla demasiado, la separa de la vida como si no fuera indispensable el calor y la fuerza vital para sostener al espíritu. No podemos proseguir –sigue diciendo Ramos- practicando un europeísmo falso; pero es preciso huir también de otra ilusión peligrosa, que es la de un mexicanismo igualmente falso.
I
Todo lo cual representa en Ramos una preocupación por encontrar un perspectivismo o mentalidad del mexicano que no se incline a imitar la cultura europea, ni tampoco a rechazarla infundadamente para refugiarse en un nacionalismo mal comprendido. Sino pensar en la posibilidad de un perspectivismo idóneo que lleve al mexicano a proyectarse acorde con su ser mestizo. Es decir, una perspectiva producto de la asimilación identificada sabiamente desde su natural mexicanidad. Por eso dice Samuel Ramos que es de la mayor importancia que la escuela ayude a vencer el sentimiento de inferioridad desde que este aparece en la niñez. Y al mismo tiempo reconoce que no es fácil establecer en detalle los métodos apropiados a ese fin. Considera que este es un asunto técnico de la competencia de pedagogos bien preparados que sean al mismo tiempo buenos psicólogos. Que es indispensable que el maestro mexicano sea un poco experto en la «cura de almas». Que en los grados superiores de la enseñanza, el maestro tendrá que realizar una verdadera reeducación en los individuos que padezcan ya de aquella inadaptación psíquica –y agrega conclusivo- para mí, la educación en todos sus grados –desde la primaria hasta la universidad- debe orientarse hacia lo que yo llamaría el «conocimiento de México».
A partir de esta última premisa, Samuel Ramos critica la educación en México y cuestiona el hecho de que, si los hombres que van a las escuela o a la Universidad a prepararse en alguna actividad técnica o profesional, lo hacen para trabajar después en el país, es lógico que la educación debe prepararlos también en el conocimiento del medio que será en el futuro su campo de acción. Y enfatiza, que la falta de armonía entre lo que el hombre sabe y el ambiente que lo rodea, es la causa de muchos fracasos en casi todos los campos de la vida de políticos, legisladores, educadores, profesionales, literatos, etc., cuyo saber no funciona en la realidad práctica, y que cuando los fracasos pasan a la dimensión colectiva, agravan el sentimiento de inferioridad.
Y sigue diciendo Samuel Ramos, hay que librar a los mexicanos de los complejos inconscientes que hasta hoy han inhibido el desarrollo de su ser verdadero. Si el mexicano tiene una idea deprimente de su valía, es porque se ha fijado en valores de comparación que, como es natural, cambian de magnitud de acuerdo con el punto de referencia que se adopte. Porque la unidad de medida no debe buscarse en hombres de otros países y otros grados de cultura. Ya que cada hombre puede prolongar idealmente las líneas de desarrollo de sus cualidades potenciales hasta el límite máximo de su perfección y obtener así una prefiguración ideal de lo que es capaz de ser.
II
Lo que aquí Samuel Ramos propone, es que el mexicano se establezca metas para el desarrollo de su cultura a partir del conocimiento eficiente sobre su propio ser y así, esa meta, sea congruente con lo que su ser pueda desarrollar, porque los recursos que necesitará para ello, radican en las posibilidades de su propia esencia como mexicano. Y no proponerse el logro de metas culturales que han sido congruentes con otras esencias humanas, que por esta razón le van a ser imposible de alcanzar, y le producirá el consabido fracaso, sentimiento de inferioridad y la imitación como mecanismo de defensa.
Entonces, al respecto, Samuel Ramos recomienda el humanismo para hacer posible esta cultura, pero también advierte un posible obstáculo porque será difícil obtener una aceptación general, pues con seguridad chocará con un prejuicio muy extendido y arraigado en la conciencia mexicana: el de la educación práctica y otros problemas como la expresión pasional de los mexicanos que la aplican no como recurso subsidiario o coadyuvante, sino de manera fundamental, en las acciones más trascendentes de la cultura. De la misma manera, Ramos considera como obstáculo en el desarrollo del humanismo mexicano, el predominio de la juventud utopista, que en el México de su época tenía tanta presencia en los ámbitos de lo político, social, económico y cultural. Es para él, igualmente, un problema en el desarrollo del humanismo, la lucha de las generaciones y la pedantería.
III
Partiendo de lo anterior, podemos decir que Samuel Ramos plantea en la parte concluyente de su libro “El perfil del hombre y la cultura en México” tres propuestas que responden a tres cuestionamientos. El primero de estos cuestionamientos pregunta sobre cómo puede ser esa cultura, el segundo sobre cómo lograr que exista esa cultura, y el tercero sobre qué problemas enfrentará esa forma de hacer la cultura que el mexicano y México pueden llegar a tener. Seguidamente expondremos solamente la primera propuesta que responde al primero de los tres cuestionamientos, porque la misma es correlativa al tema de este ensayo, y por lo que hace a las dos propuestas restantes, no serán motivo de la presente exposición debido a que rebasa los fines propuestos.
Entonces para definir, en los términos de Samuel Ramos la esencia de la cultura que puede tener el mexicano y México, tenemos que considerar que nuestro filósofo michoacano, para este propósito, parte de tres categorías, que son: cultura derivada, asimilación y cultura viviente. La primera, conceptualiza las posibilidades culturales del mexicano por nuestra condición mestiza derivada de una herencia europea, luego entonces, la cultura que el mexicano puede tener, debe ser derivada de la cultura europea. Pero con la salvedad de que el proceso a partir del cual debe darse esa derivación cultural, de lo europeo a lo mexicano, no debe ser mediante la imitación, sino a través de la asimilación. La asimilación es la vía por la cual el mexicano puede hacer suya, acorde a su ser y circunstancias históricas, la cultura europea. Todo
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