Shingeki No Kyojin

Ante todo, mil disculpas, a mis locos lectores. Reconozco que me excedí con mis comentarios del capítulo anterior, tal vez dejándome llevar por el “juego” y por el “fuego”. Pero, como respondí al final, yo formo parte de los violinistas del "Titánic" que, mientras el barco se hunde, yo sigo en lo mío disfrutando de mi música. Hay notas graves, notas agudas, momentos de silencio, etc., el que me escuche trate de soportar mis variaciones y perdonar mis desvaríos. El maestro Confucio dijo: “El hombre superior es fácil de servir, pero difícil de agradar. Si tratáis de agradarle de cualquier modo que no esté de acuerdo con lo justo, no le agradareis. Pero en su utilización de los hombres, los emplea de acuerdo con su capacidad. El hombre inferior es difícil de servir pero fácil de agradar. Si tratáis de agradarle, aunque sea de una manera que no esté de acuerdo con lo justo, puede ser complacido. Pero en su utilización de los hombres, desea que todos ellos sean iguales”. Y Buda dice: “No ha existido, no existirá ni existe un hombre que sólo reciba críticas o que sólo reciba elogios” Yo no busco ni críticas, ni elogios, ni ser guía de nadie. Si escribo muchas veces cosas “tan evidentes” acerca de los capítulos es solo para demostrarme que he comprendido al exponerlo de forma clara y sencilla.

“¡Soy humano!” Grita Eren y yo le añadiría: “Soy limitado como ustedes. Comparto sus miedos y alimento la esperanza de seguir luchado para lograr vivir como humanos y no como ganado”. Obviamente, así le haya hecho el añadido, el otro tipo hubiese dado la misma orden. Y es que, como bien señaló Armin, aquél sujeto “se niega a pensar, le aterra pensar”, como les sucede a miles y miles de personas a las cuales se las ha ido deformando en los centros educativos, con los medios de comunicación, con las ideas “liberales y democráticas” actuales, con la abundante tecnología, etc. Si muchos, de tan solo ver mis “breves comentarios” (por si acaso, esto es un sarcasmo), huyen despavoridos e insultando, si es posible. Imaginen si se les entregara un libro de 300 páginas cuyo título fuera “Filósofos Sobrehumanos”. Si hasta me llevarían a la cárcel por difundir que existieron hombres “sobrehumanos” cuando “todos somos iguales”. Hoy en día, el que piensa, es muerto a cañonazos. Por supuesto, no me refiero a aquellos que ponen su pensamiento al servicio de la “ciencia actual” que es meramente con fines tecnológicos, sino a aquellos que postran su pensamiento al servicio de la humanidad. Son estos últimos los calificados de intolerantes, elitistas, necios, psicópatas, ególatras, etc. Lo interesante es que muchos de los que lanzan esos calificativos gritan a voz en cuello que “el ser humano es ilimitado y con su razón puede llegar a donde sea, podemos ser lo que sea”. Si esto no es irracional ¿qué es?

Una interesante paradoja se ha venido observando más claramente en los últimos episodios y es la siguiente: LA LUZ ESTÁ EN LA OSCURIDAD. Como la semilla que, antes de salir a la luz como una flor, tiene que ser enterrada en la oscuridad de la tierra. Del mismo modo, Eren y la humanidad en sí, tienen que ir a un sótano para

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