TEOLOGIA FILOSOFICA

0. La disciplina en el sistema

1. Teología filosófica, metafísica y filosofía de la religión en su unidad y diferencias.

a. Teología filosófica y metafísica

La metafísica se vuelve teología cuando el principio primero y último recibe el nombre de Dios.

Por la Palabra Dios podemos entender aquel que es principio de todo, diferente de todo y está pór encima de todo.

b. Teología filosófica y filosofía de la religión

La teología filosófica debe arraigarse en la metafísica (realista, es decir integrada a los signos de dependencia metafísica que afecta a la realidad finita) para no quedarse en una antropología –Dios como proyección del hombre (Feuerbach)–.

c. Teología filosófica y teología dogmática

La fundamentación metafísica no es necesaria para las certezas del creyente, pero sí es posible y conveniente en orden a comprender las certezas del teólogo dogmático.

2. Breve historia de la disciplina

Cuando la cosmogonía se convirtió en telogonía, la razón se emancipó del mito –teología natural de corte metaísico– generando una ciencia teórica acerca del principio del mundo.

• Aristóteles: identifica al principio con Dios.
• Estóicos: panteística teol. natural.
• Cristianos: se encaminó a Dios desde todas las partes de la filosofía (física, lógica y moral).

• Agustín: dios como causa del existir, fundamento de la verdad y meta de la felicidad.
• Anselmo: esencia única y suprema que es espíritu, verbo y amor trinitario.
• Santo Tomás.

• Ilustración: teología natural, religión natural

• Wolff: la teol. natural corona las disciplinas metafísicas. Religión natural. La revelación no agrega nada a la razón.
• Kant: teología ética –razón práctica–, por la relación virtud–felicidad (no hay causalidad).
• Fichte: reduce a Dios al impersonal orden del mundo.
• Hegel:
• Feuerbach: Dios producto del hombre.
• Schleiermacher: intuición y sentimiento –Dios, sentimiento de dependencia–.

1. El tema ‘Dios’ entendido por todos como causa de todo, diferente de todo y por encima de todo.

En cuanto universal causalidad, trascendencia y eminencia, ‘Dios’ puede ser objeto de una definición nominal (1) que unifica las innegables diferencias entre el dios de los filósofos (panteísmo, deísmo y teísmo) y el dios de los creyentes (2). Esta definición nominal no es premisa lógica del discurso metafísico, pero integra la conclusión de la teología filosófica (3.)

1. Significado esencial de la palabra Dios

Dios: supuesto lingüístico y fenomenológico basado en lo que todos dicen o quieren decir.

No sabemos qué es Dios, pero sí qué significa la palabra Dios –para mí, para los otros–. Este significado (fenomenológico) es común y analógico: algo que está por encima de todo, es principio de todo y está separado de todo.

• Razón de exelencia: primero
• Razón de causalidad: motor.
• Razón de negación: no movido por nadie.

Max Scheller: Dios, lo último sotereológico (en la salvación del hombre).

2. Diferencia del Dios de los creyentes y el Dios de los filósofos

Como el significado es analógico se puede hablar del mismo Dios desde los dos ámbitos.

3. La definición nominal de ‘Dios’ no es premisa lógica de la teología filosófica, pero integra su conclusión

La conclusión de las pruebas es, como sus premisas, de tipo metafísico (el ser y el existir): no se reduce al nivel del lenguaje. Pero comprende dos proposiciones de distinto valor: una de carácter metafísico –Existe algo…–, y otra de carácter lingüístico y fenomenológico –…la llaman Dios–.

2. El método I: Dios no es para todos inmediatamente evidente

Dios no es para todos inmediatamente evidente ni objeto de experiencia inmediata aún cuando su presencia espiritual anteceda a todo conocimiento categorial.

1. Presencia y ausencia de Dios de la cultura

…como prejuicio contra la tarea de la teología filosófica. Inmediatez mediada por la cultura.

La muerte de Dios. Ateísmo moderno: como fundamento; universal.

La presencia de Dios. El ateísmo contemporáneo refuta esto.

2. El ontologísmo su refutación y su parte de verdad

Para el ontologismo Dios es evidente (capacidad que tienen los objetos de manifestarse) para todos. Primer objeto conocido es Dios.

En el orden sensible es evidente la visión de una piedra. En el orden inteligible la verdad de un primer principio –tal como ‘el todo es mayor que la parte’–. La afirmación ‘Dios existe’ no es inmediatamente evidente para todo hombre, porque Dios no pertenece al campo de la experiencia sensible ni a los primeros principios del orden inteligible.

El precepto de creer en Dios es algo primero y evidente para el creyente no necesita otra promulgación. Pero el que cree tiene una idea confusa de Dios y necesita de la fe para aclararla. Santo Tomás rescata que el acceso a Dios no es por la sola fe: todos los hombres mirando el orden puede llegar a la existencia de Dios, debe haber algún ordenador.

Para el ontologismo Dios es el primer principio no solo en el orden ontológico en cuanto causa primera sino también en el orden lógico.

Gioberti sostuvo que el primer objeto o primer ser que conoce la mente humana es Dios mismo presente en ella. A Dios lo encuentro en mi alma por eso es lo primero que conozco. Esta postura queda invalidada porque si Dios fuera un principio evidente no podría existir el ateísmo real –a no ser un teísta que se ignora o alguien de mala fe–. Es un error al que está expuesta nuestra inteligencia. La teoría de conocimiento nos muestra que el primer objeto inmediato es el ser real participado (ser = ente).

El objeto propio de la inteligencia son los entes naturales.

La parte de verdad del ontologismo

El conocimiento de Dios en nosotros no es inmediato, Dios en cuanto incorpóreo no es inmediatamente conocido. San Agustín y Santo Tomás dicen: el alma se conoce tanto a sí misma como a Dios. Nosotros conocemos a Dios con el hábito de entender. Hay una especie de instinto espiritual hacia Dios. El hombre asume su infinitud transcendiéndola, gracias a una presencia de lo infinito en él. Esto no significa que no sea necesario probar a Dios. El ateísmo existe.

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