TURISTAS Y VAGABUNDOS

TURISTAS Y VAGABUNDOS - LEY GLOBAL, ÓRDENES LOCALES

( Sygmunt Bauman )

“El mundo sin vagabundos es la utopía de la sociedad de los turistas”

Sygmunt Bauman

El advenimiento de la modernidad trajo consigo cantidad de consecuencias, la globalización ha sido una de las más polémicas, los efectos desde perspectivas positivas o no, dejan entrever los cambios radicales de paradigmas en la sociedad. El polaco Sygmunt Bauman , es uno de los autores que describe y relata desde una postura crítica en sus ensayos, los efectos de la globalización y las consecuencias en el ser humano. En los capítulos cuatro y cinco (Turistas y Vagabundos - Ley global, Órdenes locales), del libro “Globalización, consecuencias humanas” , detalla la perspectiva consumista en la que se ha convertido el hombre, a partir de la creación de necesidades materiales transformadas en esperanzas que suplen necesidades emocionales, y realiza una mirada desde los extremos sociales, sobre todo económicos, para demostrar la diferencia impuesta de dos mundos, el de las “elites” y el “populus”, que conviven en uno sólo. A continuación, se realiza una descripción de los planteamientos de Bauman en los ensayos mencionados, desde un punto de vista de análisis propio, que se ha argumentado a partir de dicho autor, a modo de contraste y similitud con la situación actual en Colombia.

En ambos ensayos, Bauman se centra en dos temas importantes, el Consumismo y la Ley, aplicado desde los contextos socio-económicos más importantes, los ricos y los pobres (“turistas y vagabundos”-“Globales y locales”), plantea que los primeros tienen más oportunidades en el mundo que los segundos, ya que el “populus” como lo denomina, está sometido al rechazo, la discriminación, el señalamiento, y marginación, mientras las “elites” mantienen una vida idealizada, en la que hacen lo que desean, porque pueden y tienen los recursos necesarios para moverse. Los unos vistos desde una perspectiva local a la que pertenecen y de la cual les toca moverse, “los locales o Vagabundos”, y los ricos manejando la perspectiva global, por la que se desplazan según las oportunidades que se le presenten, a quienes llama “los globales o turistas”.

La principal discrepancia que plantea el autor, entre unos y otros es el trabajo y empleo, marcados por los aspectos educativos, que solo señalan o estratifican al individuo aduciendo que quienes tienen un nivel alto de educación, tienen los mejores empleos y quienes no, o tienen aquellos empleos que los “globales” no prefieren hacer o simplemente no los tienen, y se han convertido en un peligro para la sociedad, una perfecta aseveración de la realidad actual.

Así mismo, señala cómo el consumismo y la ley aplican para ambos, simplemente los ricos tienen más ventajas que los pobres, los unos son señalados con toda facilidad de culpables sin contemplación alguna, si cometiesen un delito como el robo; a diferencia de los globales, quienes tienen como ventajas desplegarse por el mundo haciendo daño, con el argumento de hacer el bien a los demás, camuflados en su estratificación social y adecuadas condiciones económicas, no son castigados ni llegan a la justicia y la luz pública, sino en unos pocos casos extremos, para tal caso “los defraudadores y evasores de impuestos tienen posibilidades de arreglos extrajudiciales infinitamente mayores que los carteristas y ladrones de casas” y esto queda fácilmente justificado en la diferencia de estilos de vida que cada cual lleva.

De modo similar cuestiona, la aplicación de la Ley global a nivel local, sostiene que la evidencia de ello radica en que las cárceles están más llenas de personas de zonas marginadas y pobres que de personas con un estatus económico alto, de igual forma el consumismo es más factible a nivel global, porque está dirigido a los elitistas, sin embargo los pobres también son consumidores, no pueden evitar serlo, lo que beneficia a los ricos por suplir sus gustos, perjudica a los otros que las convierten en necesidades, convirtiéndose así en un factor de desigualdad, además de una desventaja que contribuye a aceptar la inferioridad social del “populus”. No obstante indica que es necesario tener en cuenta el punto de encuentro que se presenta entre ambos extremos, “los globales” y “los locales”, puesto que existe una línea delgada entre el turista y vagabundo, ya que nada es perfecto ni tiene un seguro establecido de que toda la vida será turista o será vagabundo, por lo cual cualquiera de los dos puede cambiar su estatus en cualquier momento, siendo así la extraterritorialidad y libertad para los turistas, el confinamiento y castigo para los vagabundos; solo parte de la polarización de las vivencias humanas y de los dos significados de la movilidad que tiene para cada uno.

Los planteamientos de Sygmunt Bauman, en su sentido más crítico son el reflejo de una sociedad que se ha quedado en el ir y venir de las satisfacciones individuales, el autor lo plantea como parte de los miedos de la sociedad, las medidas drásticas en algunos casos tomados desde la búsqueda de protección, seguridad

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