Temerle A Ser Libre Es Completamente Natural
Enviado por madelano • 8 de Mayo de 2014 • 1.275 Palabras (6 Páginas) • 160 Visitas
La libertad es el concepto al que más miedo he de tener –dejando de lado las matemáticas, porque vaya que me asustan-. Cuando pienso en “libertad”, vienen a mi cabeza un sinfín de imágenes difusas, que se van perdiendo tras más imágenes que van pasando. Cada una de ella representa una posibilidad, distintas situaciones y cadenas que se pueden ir entrelazando u olvidando, creando así nuevas realidades. Mi miedo radica en verme a mí mismo ante un abismo de infinito, un precipicio de posibilidades inciertas y, en un cierto modo, aleatorias; dejando para mí solo la certeza de mi propia existencia, y que esta está ligada a esta libertad que nos lleva al abismo.
Muchos la han definido, muchos han escrito sobre ella, otros la han buscado y anhelado, muchos otros dicen haberla alcanzado, y otros muchos dicen añorar la libertad que en algún momento se tuvo. Pero nadie me ha respondido ¿qué es realmente “la libertad”?
Desde el lenguaje se dice que la libertad es algo así como la independencia, la autonomía, la emancipación, el albedrío; pero ninguno de estos sinónimos son capaces de definirla completamente, ya que son todos conceptos que se enmarcan en la propia conceptualización de “libertad”, están todos subyugados ante este concepto tan profundo.
Este es un concepto tan amplio que se cree conocer por el solo hecho de la existencia de los límites, porque nuestra mente humana funciona en base a dualidades –si hay un blanco, hay un negro; si hay un sí, hay un no; si hay vida, hay muerte; etc.-, entonces la libertad es el concepto contrario a los límites, dando así su propia conceptualización y existencia.
Yo soy de la idea en que para poder definir algo extremadamente complejo a cabalidad, se debe definir desde su sencillez, ya que en la sencillez radica la esencia del ‘Ser’ de algo, de su propia condición de existir. Por lo tanto, trato de definir libertad en su forma más sencilla: “la libertad es nada más que la facultad de no tener límites”. Pero si el concepto en sí pretendiese imponer que no existen límites en su ‘estar-siendo’, entonces cómo manejaríamos su condición de oposición dual frente a “los límites”, ya que si la libertad no tiene límite alguno, no podemos saber dónde comienza el concepto, porque desde el momento en que le ponemos un origen, este ya tiene un límite impuesto, por lo que ya no habría concepto tal de libertad.
Cuando pienso en esto de la libertad, siempre llego al mismo obstáculo: para definir se debe imponer límites, pero la libertad es aquello que no los tiene, por lo que no se puede definir, inclusive en el caso de oposición dual, ya que se impone el límite de la diferenciación, el punto de inflexión entre dos conceptos opuestos –es decir, el punto en donde uno termina y comienza el otro-. Y sin embargo, cuando la no-definimos, la estamos a la vez definiendo, cayendo en círculos viciosos al abismo de infinito y posibilidades inciertas del que en un principio hablaba.
La libertad escapa a la conceptualización, por lo que se convierte en algo extraño, y los seres humanos tememos a lo extraño, empero también nos atrae. Yo me siento atraído a la libertad por mi condición de ser humano, al igual que los muchos otros que la buscan, pero me asusta también el pensar en que no puedo entenderla, incorporarla de lleno a mi bagaje de conocimientos, porque este concepto siempre va a escapar de mi entendimiento.
Al final, el concepto de “Libertad” se comporta similarmente al de “Dios”, porque ninguno tiene límites, ninguno es definible sino solo por su propia esencia, que al final nos resulta ser también desconocida. El concepto de “Dios” -“divinidad”, “trascendencia” o como quieran llamarle- es tan amplio
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