Un saber docente

En este sentido se infiere que la  agrupación de racimos  abren  la posibilidad de generar un posible paradigma, siendo para ello necesario promover una perspectiva diferente que lleve  comprender la dimensión de cómo aprenden los sujetos, por ello es necesario sembrar las semillas de una nueva inclusión polivalente del educador para que se pueda crear un modelo de herramientas donde el catedrático y el estudiante construyan los saberes y conoceres a través   de una revolución en el hacer y el conocer  ideológica de impacto sobresaliente y transformador, es decir,como un cerebro unificado que mueve masas y plasma una aventura de inagotables alternativas  que hacen más vivo la dimensión dinámica del conocer hilado al saber y hacer.

Esta conglomeración de agrupaciones hablan que el trabajo docente va más allá de formar sujetos  teóricos con  una educación bancaria y sin propósito, pues sus virtudes reales no dependen en manipular conductas y construir conocimientos acabados, sino promover una nueva conciencia histórica del mundo real, a través de operacionalizar nuevos horizontes en donde se ponga en juego las cualidades y virtudes de los escolares, es así que desde esta visión se  impulsa la creatividad de pensamientos para elegir con conciencia investigadora los saberes de forma responsable y honesta. Asimismo la oportunidad que tiene el docente para  construir con  perspectiva  un flujo de innovación antes, durante y después del proceso educador-educando-educativo.

Es factible mencionar en esta línea de investigación que la visión inductiva del Profesor en una Escuela Normal Superior implica un trabajo profesional que integra elementos sustanciales del saber y hacer, para  ello es necesario que los futuros educadores puedan ejercer con  calidad el perfil de egreso que se busca, a partir de estrategias que ayuden a formar al sujeto en los diferentes planos del conocer y saber, mismos que pueden ser desde el pedagógico, epistemológico, psicológico etc., estos multiplanos  promoverán un escenario perfecto de variabilidad de las competencias genéricas.

La afinidad de estos racimos ayuda a entender que el hacer pedagógico transita de una manera más dinámica e ilustrada hacia una hilación matética de parte del formador para integrar en la sociedad a los nuevos catedráticos capaces de promover ambientes dinámicos y lúdicos en las aulas, que hagan del quehacer educativo una innovación de contenidos  que promuevan un nuevo curso en la historia , misma  que generará un cambio de paradigma en cada decisión, acción, alternativa, fuerza y poder del estudiante Normalista.

Haciendo inferencia de estos aspectos los futuros docentes necesitan dar mayor importancia a su preparación y actualización académica, porque esto impacta en el nivel del lenguaje que utilizan en su práctica docente, lo que abre a una consolidación en los valores de sus estudiantes. 

Haciendo inferencia se muestra que el educador del saber si bien tiene conciencia sobre las competencias genéricas y se empeña por lograrlos con efectividad, su práctica pedagógica indica  que hace falta coherencia en su conducción de estrategias de acuerdo a las clases de enseñanza y el tipo de contenido que desea a ex – plegar. De esta manera esforzarse  por conciliar  su metá con sus prácticas pedagógicas, además de engranar un sistema diario de actualización de las prioridades que se necesitan mejorar en su hacer diario en el aula, con la  confianza de armonizar el trabajo a través de una coerción comunicativa saludable que en poco tiempo  den  resultados.

En este sentido se infiere que el catedrático debe darle valor a la formación integral del sujeto educativo, así como diseñar estrategias para que  comprender el origen sustantivo de los saberes, de esta manera conyugar su compromiso y su vitalidad de guía en una mejor productividad en el hacer, misma que tendrá un efecto-domino en la asimilación de las competencias genéricas.

En el análisis y lectura del procesamiento estadístico de Clúster en el racimo 16 se visualizo que las variables  evolución, proyectar y practica le dan sentido amplio a la consistencia  gradual del conocer, saber y hacer, lo que se infiere entonces la necesidad de que los formadores de formadores que hacen uso de su experiencia no dejen vacíos colaterales en la formación integral del sujeto, sino complementen tranversalmente su conducción paradigmatica en diferentes horizontes en el hacer.

Haciendo inferencia al análisis de este procesamiento es evidente que el maestro posee grandes habilidades pero carece de la destreza competitiva para ilustrar el camino integrador de los saberes que se transmiten a partir de estrategias de expresión oral y escrita, mismas que dependen de un conocimiento amplio y  de una intervención pedagógica capaz de garantizar una formación integral en los campos específicos de formación.

Haciendo deducción de este grupo variables se concibe que el perfil que tiene el formador de formadores es bueno en relación a las competencias genéricas que se desean fortalecer, sin embargo es innegable que sus acciones a partir de sus decisiones no son las idóneas para desarrollar a plenitud sus inteligencias múltiples,  que se originan a partir de la incorporación de diversas estrategias de aprendizaje en respuesta a las necesidades del entorno social y cultural donde se desenvuelven los sujetos.

Haciendo hilación a este grupo de variables tal y como se hizo en el procesamiento estadístico de Clúster  en el racimo 5, se señala que el maestro  participa eventualmente en las actividades que se hacen en el aula, y que a través de su ejercicio discursivo despliega juicios del saber, sin embargo como se muestra en la tabla 27 es  necesario que el educador no abuse de su participación sino que inserte más a la socialización del saber al sujeto;  para poder efectuar estrategias que ayuden a moldear sus aprendizajes, es así que se busca elaborar una evaluación autentica en conformidad a las competencias genéricas

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