NORMALIZACION DE LA PENINSULA IBERICA
Enviado por • 21 de Noviembre de 2013 • 2.263 Palabras (10 Páginas) • 661 Visitas
1. NORMALIZACIÓN DE LA PENÍNSULA IBÉRICA.
La península ibérica se encuentra situada en el sudoeste de Europa; está rodeada por el mar Mediterráneo, el océano Atlántico y unida al resto del continente europeo por el noreste. El istmo (el lugar más estrecho) se ha establecido convencionalmente a lo largo de la línea divisoria de aguas, si bien técnicamente, la línea recta más estrecha entre el Atlántico y el Mediterráneo sería la diagonal comprendida entre la ciudad de Bayona y la localidad de Cambrils (Tarragona). Otro convencionalismo lo situaría tradicionalmente entre las costas gasconas del golfo de Vizcaya y la costa de Narbona en el golfo de León, en la zona sur de Francia, al norte de los Pirineos.
Políticamente, ocupan casi toda su superficie dos países, Portugal y España, aunque incluye además Andorra, el territorio británico de Gibraltar y algunos valles pirenaicos franceses.
Históricamente, se ha denominado península ibérica, Iberia, península hispánica, o península hespérica, al territorio continental situado «más allá» de los Pirineos.
2. EVOLUCIÓN DEL LATÍN VULGAR.
La evolución del latín en los diferentes territorios donde estaban formándose lenguas romances nuevas, no fue de ninguna manera aleatoria. En cada uno de estos territorios, por el contrario, los distintos sonidos o grupos de sonidos latinos pervivieron, o bien evolucionaron, de un modo netamente coherente y distinto. Naturalmente, aunque esto fuera así se dieron algunos resultados comunes a todas o al menos a algunas de las nuevas lenguas.
Todas las lenguas peninsulares mantuvieron la tendencia del latín vulgar a perder la vocal de la sílaba postónica interna. Expliquémoslo mejor con un ejemplo: en la palabra latina Oculu (con acentuación: óculu), la sílaba postónica interna sería Cu (ya que va detrás de la sílaba tónica y no es la sílaba final), de forma que, como veníamos diciendo, la vocal U de esa sílaba se perdió en el latín vulgar, quedando Oclu. Todos los idiomas peninsulares comparten este rasgo.
3. LA ROMANIZACIÓN.
Es la incorporación de pueblos a la civilización de la Roma clásica en todos los aspectos. Y recíprocamente la asimilación por ellos de esa civilización de la Roma clásica. El hecho de que los romanos no vinieran a traer la civilización, sino a imponer su dominio y su explotación en beneficio de Roma y en particular de los ocupantes romanos que venían a hacer su carrera política (el cursus honorum) y a enriquecerse, no impidió que se produjese de hecho también la llegada y la asimilación de la civilización clásica. Todos los pueblos de Hispania se romanizaron al final y en todos los aspectos. Por ejemplo en el idioma. Los pueblos de Hispania, no sólo aprendieron el latín, sino que lo hicieron su idioma propio e incluso olvidaron el suyo prerromano, excepto los vascones, que mantuvieron y desarrollaron el vasco junto al latín y el navarro romance, su derivación posterior. Idiomas como el tartesio, el ibero, el celta, el fenicio..., todos desaparecieron, algunos de ellos, de pueblos mucho más cultos que los vascones.
La Romanización de España por Roma empezó en el 218 a. C. Aníbal (cartaginés) destruyó la ciudad de Sagunto, aliada de Roma, y al frente de un poderoso ejército cruzó el río Ebro y los Pirineos y emprendió la marcha hacia Italia. Entonces los romanos planearon hacer una guerra contra los cartagineses en España. Los romanos, con una extraordinaria visión de la estrategia militar, mandaron a España un ejército bajo el mando de Cornelio Escipión. Éste desembarcó en Emporion y empezó la conquista de las tribus de Cataluña, conquista que se consiguió rápidamente después de la llegada de su hermano P. Escipión, que asentó su base militar en Tarraco, destinada a ser una de las capitales romanas de España. Cuando ya estaban ocupadas las zonas ibéricas del levante y divididas las fuerzas de los dos hermanos, en el año 212 a. C., tomó por sorpresa Cartago Nova. Después de dos victorias en Baecula e Ilipa, logró expulsar a todas las tropas cartaginesas de la Península, e hizo un pacto con la cuidad de Gades en el año 206 a. C. Después de someter algunas tribus rebeldes (ilergetas), fieles a los pactos con los cartagineses, dominó toda la zona propiamente ibérica, que ya había pasado del dominio cartaginés al de los romanos a causa de la Guerra Púnica.
Roma aplicó a los pueblos ibéricos y al territorio ocupado el derecho de conquista, comenzando una vergonzosa etapa de sistemática expoliación que causaría, en 197 a. C., una rebelión general de todos los pueblos ibéricos, exceptuando los ilergetas, que a causa de las anteriores represiones habían perdido su espíritu de resistencia. Roma mandó a España al cónsul Marco Pocio Catón, quien, tras una durísima represión, en el transcurso de la cual fueron destruidos todos los núcleos semiurbanos y urbanos de Levante y Cataluña, dominó firmemente el territorio, que quedaría dividido en dos provincias: la Citerior y la Ulterior.
4. LENGUA ROMANA.
Son una rama indoeuropea de lenguas estrechamente relacionadas entre sí y que históricamente aparecieron como evolución del latín vulgar (entendido en su sentido etimológico de 'habla cotidiana del vulgo o común de la gente' y opuesto al latín clásico forma estandarizada que a partir de cierto momento era una lengua aprendida como segunda lengua y no como lengua materna).
El número de lenguas romances conocidas supera la veintena, aunque en la actualidad muchas variedades regionales están severamente amenazadas y sólo media docena de ellas tienen un uso general y tienen varios millones de hablantes.
5. CLAVES DEL LATÍN QUE EXISTEN.
La lengua latina, al igual que otras lenguas indoeuropeas antiguas, es muy flexiva en el sentido estructural y orgánico, lo que significa que permite una gran flexibilidad para la elección del orden de palabras. Por ejemplo, femina togam texuit, "la mujer tejió una toga," que es el orden preferido de palabras, se podría expresar igualmente como texuit togam femina o togam texuit femina. En cada palabra, las terminaciones -a, -a-m y -u-it —y no la posición que ocupan en la frase, como sucede en cambio en la mayoría de las lenguas modernas, romances o no— expresan la función gramatical de la misma. Sin embargo, generalmente el orden de las palabras se atiene al paradigma Sujeto Objeto Verbo, aunque las variaciones de este modelo son muy frecuentes, especialmente en la poesía, así como en la prosa para expresar matices sintácticos y estilísticos sutiles.
6. LA DOMINACIÓN VISIGOSA.
Los visigodos eran un
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