PLANTAS INVASORAS EN LA PENÍNSULA IBÉRICA

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PLANTAS INVASORAS EN LA PENÍNSULA IBÉRICA

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1. Resumen.

A lo largo de este trabajo nos centramos en aquellas especies invasoras que se encuentra tan integradas en la flora ibérica que algunas son formadoras de paisaje o están muy representadas en ellos.

La introducción y establecimiento de una especie alóctona supone un impacto, principalmente ambiental y antropocéntrico, ya que se produce una alteración de los ecosistemas debido a que estas plantas establecen nuevas relaciones de competencia, invaden vías terrestres o desarrollan mecanismos que, en definitiva, desplazan o acaban con las especies autóctonas. Para alcanzar este punto estas especies han llevado a cabo un proceso invasivo, con numerosos pasos, que puede iniciarse desde rutas naturales o artificiales. Para evitar que estos sucesos vayan a más se han desarrollado distintos métodos dependiendo del grado de invasión (métodos preventivos, biológicos, mecánicos, etc.).

1. Introducción.

1. Definición de especie exótica invasora.

Existen varias definiciones de especie exótica invasora (EEI):

-   La Ley 42/2007 del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad, define una EEI como “aquella que se introduce o se establece en un ecosistema o hábitat natural o seminatural y que es un agente de cambio y amenaza para la diversidad biológica nativa, ya sea por su comportamiento invasor, o por el riesgo de contaminación genética”.

-  Una especie exótica que se establece en un ecosistema o hábitat natural o seminatural; es un agente de cambio y amenaza la diversidad biológica nativa. – IUCN (International Union for Conservation of Nature).

1. Proceso de invasión.

El proceso de invasión biológica implica la siguiente serie de etapas sucesivas:

1. Transporte: El proceso comienza cuando una especie es transportada con éxito desde su área de origen hasta un territorio nuevo; en ese momento la especie será catalogada como exótica.
2. Asentamiento: Si esta especie encuentra condiciones favorables para sobrevivir y reproducirse en el nuevo ambiente, podrá formar poblaciones por sus propios medios. Entonces decimos que la especie exótica se ha naturalizado o asilvestrado. Como media, según la regla de los dieces (Williamson, 1996), sólo una décima parte de las especies transportadas con éxito son capaces de naturalizarse.
3. Propagación: Aunque la mayoría de especies asilvestradas permanecen en el territorio formando pequeñas poblaciones, aproximadamente un 10% de ellas muestra una capacidad de propagación muy superior a la de las especies nativas, lo que lleva a la alteración del ecosistema invadido. Sólo entonces podemos calificar a la especie como invasora.

1. Causas de las migraciones y sus rutas de introducción.

Las migraciones de plantas se generan por diferentes causas. Unas son derivadas de cambios climáticos, mientras que otras ocurren en un entorno relativamente estable como consecuencia de los mecanismos de diseminación de semillas por autocoria, zoocoria, anemocoria, hidrocoria y antropocoria.

Las especies invasoras pueden introducirse por dos tipos de rutas:

• Rutas naturales: vientos, corrientes u otros medios naturales.
• Rutas artificiales: resultado directo de las actividades humanas. Pueden ser: intencionales (liberación intencionada de organismos) o no intencionales (transportar especies de manera indirecta, por ejemplo aguas de lastre, turismo, comercio, etc.).

1. Principales especies invasoras.

El criterio en el que nos hemos basado para escoger estas especies es que las hemos desarrollado en clase, ya sea por su carácter como formadoras de paisaje o por su gran representación en la Península.

1. Gimnospermas.

• Familia Cupressaceae.

Cupressus arizonica (arizónica o ciprés de Arizona). Procede del norte de México y sudoeste de los Estados Unidos. En la Península se cultiva para formar setos y también como árbol ornamental o en pequeñas repoblaciones.

• Familia Pinaceae.

Pinus nigra (pino negral). Es natural del centro y sur de Europa, donde se encuentra ampliamente repartido por las áreas montañosas, en muchos casos constituyendo poblaciones aisladas que han dado lugar a la aparición de diversas subespecies y variedades. En la Península se encuentra en el centro y en la mitad este, con tres grandes áreas geográficas: Pirineos, Sistema Ibérico y sierras béticas.

Pseudotsuga menziesii (abeto de Douglas). Propio de la costa oeste norteamericana. Inicialmente fue introducido en España con fines ornamentales, pero se ha utilizado mayormente en repoblaciones de la zona septentrional de la Península y Cataluña. El interés de esta especie para la repoblación es, a su vez, la explotación maderera.

• Familia Taxodiaceae.

Sequoiadendron giganteum (árbol del mamut o secuoya gigante). Su área de distribución autóctona se localiza en las laderas occidentales de la Sierra Nevada de California. En la Península se cultiva, sobre todo por el centro y el norte, como planta ornamental en algunos parques y jardines.

1. Angiospermas.

• Familia Aceraceae.

Acer platanoides (arce real). Su distribución autóctona abarca gran parte de Europa y el Cáucaso. Es bastante raro en la Península, ya que se encuentra únicamente en los Pirineos, montañas próximas a Cataluña y cornisa cantábrica (País Vasco, Asturias). Fue introducido mediante la jardinería y se cultiva muy frecuentemente como planta ornamental en parques y calles.

• Familia Betulaceae.

Carpinus betulus (carpe). Esta especie se distribuye de forma natural en Europa, sobre todo en Europa central, y en el sudoeste de Asia. En la Península Ibérica, donde se introdujo a través de la selvicultura, se puede localizar en las estribaciones pirenaicas y en Navarra. También se cultiva en jardines históricos como el de La Granja o El Escorial.

• Familia Fagaceae.

Castanea sativa (castaño). Procede al parecer del Mediterráneo oriental: de los Balcanes, Asia Menor y el Cáucaso. En la Península, se introdujo mediante selvicultura, siendo frecuente en el norte, desde el País Vasco a Galicia, en Cataluña, en montañas del centro y occidente y en Andalucía; escaseando hacia el este y sudeste peninsular.

• Familia Rosaceae.

Pyrus communis (peral) y Malus domestica (manzano). Ambas especies tienen su origen en el Cáucaso. En la Península se cultivan como plantas ornamentales en algunos jardines o con fines agrícolas para obtener sus frutos, que son apreciados como alimento.

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