Sor Juana Ines de la Cruz: feminista antes del feminismo

                                   Sor Juana Ines de la Cruz: feminista antes del feminismo

         Sor Juana Inés de la Cruz es una de las figuras femeninas de la literatura colonial más importantes. Fue una mujer que se distinguió por su talento en el ámbito intelectual y que con su lucidez ha dejado su marca en la historia.

Con una mentalidad anticipada y progresiva a sus contemporáneos, luchó contra los prejuicios que limitaban la mujer de su época. De sus obras que fueron escritas a favor de las mujeres, se plantea la cuestión si se puede considerar como pionera del feminismo, un movimiento posterior a ella.

          En la época en que vivió Sor Juana predominaba la creencia aristotélica sobre la inferioridad femenina. Aristóteles define a la mujer como un hombre mutilado que se necesita solamente para la reproducción, una idea misógina que siguió a lo largo de la historia del pensamiento.

En el siglo XIV surge el humanismo, un movimiento intelectual que se caracteriza por un retorno a los textos antiguos y a la cultura grecolatina como un modelo de vida y pensamiento. Aunque uno de los difusores del humanismo, Juan Luis Vives quien contribuyo a la pedagogía con su obra La instrucción de la mujer cristiana, -lo que significaba una reivindicación de la educación femenina-, seguía teniendo una percepción androcéntrica. Según Vives existen diferentes ámbitos de desarrollo educativo según el sexo de la persona, y que las mujeres debían estudiar cosas que eran más adecuadas para su sexo y que la letras no las quiere Dios en ellas. Así la educación en el virreinato para las mujeres era desfavorable, las opciones entre las que podían elegir eran el casamiento o el convento.

          Sor Juana de la Cruz nunca dejo de luchar por la libertad del pensamiento, así no dudo en enfrentarse a este gran hombre que entre todo decía que las mujeres tendrían que quedarse lejos de la participación pública. La escritora tras estos dichos respondió que Dios sabe por qué y para qué sigue existiendo dentro de ella la pasión por el conocimiento. “ Le he pedido (a Dios) que apague la luz de mi entendimiento dejando sólo lo que baste para guardar su Ley, pues lo demás, sobra, según algunos, en una mujer” ( De la Cruz, 1995:4). Con estas palabras irónicas quizo dar énfasis que Dios es que da las virtudes a los seres humanos e indicar la existencia de sujetos que dudan Su autoridad divina.

          En el virreinato de la Nueva España el deber de la mujer era quedarse en la casa y cuidar su familia. Sor Juana fue distinta a otras mujeres en cuanto la forma de su vida, y la manera de entender el mundo. Quería con toda su alma poseer la libertad que los hombres de su época tenían, para poder dedicarse a su gran pasión que eran las letras. Con su poesía critica la restricción de libertad que sufría por ser mujer, algo que se puede ver mediante el siguiente ejemplo: “ En perseguirme mundo ¿qué interesa?¿En qué te ofendo, cuando sólo intento poner bellezas en mi entendimiento y no mi entendimiento en las bellezas? (De la Cruz, 1995:134). Con este verso intenta encontrar una respuesta razonable ya que no puede aceptar que el sexo es el motivo por el cual no se le permite el acceso a las letras.

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