5 intelectuales Hondureños

Introducción

Mediante la presente investigación daremos a conocer la reseña bibliográfica de cinco intelectuales, que causaron transcendencia en la población hondureña los cuales dejaron legados como ser sus aportes, ideales, y obras que hasta el día de hoy siguen irrefutables.

Se abordarán puntos como el lugar que tenían en la sociedad al igual que su procedencia, nivel académico, ideología e incidencia en la vida pública, así mismo destacaremos las obras más importantes de estos personajes que jugaron un rol indispensable en la historia de honduras al dar a conocer sus brillantes ingenios mediante la literatura y el libre pensamiento que poseían, con el cual se destacaron entre muchos; sus ejemplos de trabajo, dignidad, honradez y transparencia que los caracterizaban como tales intelectuales.

Al indagar en su trayectoria, se encontraran aspectos relevantes característicos de cada uno de ellos, brevemente haremos un recuento de su historia y todo lo que aconteció en el proceso de su formación tanto profesional como moral, incluyendo sus problemáticas, exilios, calamidades y sus perspectivas en base a la sociedad, al igual que los éxitos adquiridos a través de los años que los posicionaron y catalogaron como personas cultas y esforzadas ejemplos de superaciones y factores de cambio en Honduras.

Lucila Gamero de Medina.

"La gran dama de las letras hondureñas", según lo expreso Luis Mariñas Ortero, es una de las primeras mujeres escritoras hondureñas, nacida en Danlí, El Paraíso, el 12 de Junio de 1873. Fue medico y doctora en farmacia, con gran acierto habiendo estudiado bajo la dirección de su padre. Se caso con don Gilberto Medina con quien tuvo a sus hijas Aida y Gilberto Gustavo Medina.

Lucila, mujer sensible al dolor de los demás, encontró, en sus dos grandes vocaciones, la medicina y la literatura, como dejar una impronta en la ruta de la justicia. Como doctora aliviaba el dolor de sus semejantes, sin que hubiera dinero de por medio, y como artista, quiso legarnos sendos testimonios sobre la condición humana y para ello recurrió a las formas artísticas del momento.

Fue miembro de varias asociaciones literarias de Centro América y miembro de la Academia Hondureña de la Lengua. Se distinguió como miembro del Ateneo de El Salvador y del Comité Femenino Panamericano con sede en Estados Unidos.

Decimos que fue una de las fundadoras de la literatura Hondureña porque desde sus primeros trabajos se percibió en ella un talento creativo. Los temas que sobresalen en el argumento narrativo de sus obras son el amor y la familia, pero insertados en un contexto de análisis y critica del status quo.

Entre sus trabajos están: Amelia Montiel(1898), Adriana y Margarita(1893), Paginas del Corazón(1897), Blanca Olmedo(1908, este sin duda el más significativo de su carrera), Betina(1941), Aida(1948), Amor Exótico(1954), La Secretaria(1954), El Dolor de Amar(1955).

Lucila en el ámbito Social.

Mujer inteligente y extensamente leída, Doña Lucila entiende el status quo, el sistema político y social imperante y la explotación de las mayorías que se manifiesta en todos los entornos del quehacer social. De ahí que sus obras sean profundas humanas, que en ellas se denuncie la injusticia, la explotación, los abusos de todo tipo. Como ejemplo, de la exposición de motivos en los cuales descansa su libre-pensamiento mencionaremos que en su discurso pronunciado la noche del 14 de septiembre de 1921, en calidad de Presidenta del club Femenino Unionista de Danli, el cual lleva por título "María Dolores Bedoya de Molina", expresa, a todas luces, su naturaleza liberal y su espíritu feminista.

Lucila Gamero se define como revolucionaria, no aceptando constructos sociales y culturales tradicionalmente establecidos. A medida que discurre hace notar, con toda convicción su pensamiento liberal e ideología feminista. Podemos decir que Doña Lucila, como todo libre-pensador, fue una inconforme con el ambiente que le toco vivir.  

Fue una mujer que lucho por la igualdad de derechos entre hombres y mujeres; eso, aparte de sensibilizar de una manera sublime a través de sus novelas de corte romántico.

Finalmente Lucila Gamero de Medina fallece en Danli el 23 de Enero de 1964. Su autobiografía fue publicada en la revista de la Universidad de Honduras.

Froylán Turcios

José Froylán de Jesús Turcios Canelas nació en la ciudad de Juticalpa, Olancho, Honduras, el 7 de julio de 1875 y falleció en San José, Costa Rica, 19 de noviembre de 1943.

Froylán ha sido el prototipo del intelectual nacional, no tanto porque haya publicado muchos libros, sino porque en todos y cada uno de ellos persiste el filamento unitivo, constante y permanente, como un hilo conductual de la dedicación visceral a la nacionalidad. Antimperialista, en búsqueda de lo interior, artista con voz de trascendencia vanidosa pero honesta.

Se quejó de Honduras protestó de Honduras pero nunca renegó de su patria, a pesar de la tendencia social de sus contemporáneos que se creían con el derecho a recibir todo: fama, admiración y pleitesía, Turcios peleó por conquistar su lugar y lo ganó con méritos sin depender, más allá de lo digno.

Vida laboral

Froylán Turcios fue un connotado de las letras, además en el campo político fue nombrado Ministro de Gobernación, electo diputado para el Congreso Nacional y después delegado de Honduras ante la Sociedad de Naciones de Ginebra, Suiza. Como periodista dirigió el diario El Tiempo de la ciudad capital Tegucigalpa y fundó las revistas El Tiempo de Tegucigalpa, El Pensamiento (1894), Revista nueva (1902), Arte y Letras (1903) y Esfinge (1905), entre otras.

Imbuido de las luchas americanistas, fue secretario privado del guerrillero patriota Augusto César Sandino en la república de Nicaragua, y en el plano literario amigo de Rubén Darío, Juan Ramón Molina y numerosas figuras del pensamiento universal. Realizó una férrea labor de defensa nacional, a veces no estuvo de acuerdo con la política implementada por los Estados Unidos de América y otros países en la región centroamericana y las Antillas.

Realizó una labor de denunciá de la política del “Gran Garrote” en la revista Ariel y en  el Boletín de la Defensa Nacional que fue implementada por los Estados Unidos en la región caribeña y Centroamericana. La impresión se hizo en la Tipografía Nacional y para el pago de los cajistas se recogían contribuciones. Aunque no todos los firmantes, los escritores, los contribuyentes y propagandistas mantuvieron en alto durante el resto de sus vidas la bandera antiimperialista, la de la defensa de la dignidad nacional y de los derechos ciudadanos.

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