ACATENANGO

ACATENANGO

Según una descripción realizada por Fray Francisco de Zuaza en 1686, este pueblo se conocía como San Antonio Nexapa (Nejapa). Fue fundado en 1,797, año en que se inició la construcción de la Iglesia Católica por el párroco José Miguel Santa Cruz, quien por su labor fue condecorado con la real medalla por Don Bernabé Alonso. El municipio de Acatenango fue declarado como tal durante la colonia el 27 de Agosto de 1,836. Su nombre se origina del nahuatl azteca acalt, que significa: caña o carrizo, utilizado en la elaboración de canastas o sestas; tenán – derivado de tenamit; tinamit, que significa: muralla, casa o cercado. Es decir “cercado de carrizos”. Puede interpretarse también como “amurallado de cañaveral”.

La mayoría de sus primeros pobladores eran de descendencia Kachikel ( Abaj, Tracón, Batzín, Tojín, Pichol y Coló), dándose, en el año de 1890, la llegada de las primeras familias ladinas ( Castañeda, Lima, Pérez, Morales, Marroquín y Santizo). Entre los años 1900 y 1919 inmigraron otras familias procedentes de lugares circunvecinos, conformándose desde entonces, el centro de la población por las familias ladinas y sus alrededores fueron habitados por las familias indígenas. También forma parte de la historia de este municipio el hecho de que el 3 de octubre de 1934, por Acuerdo Gubernativo, San Antonio Nejapa fue anexado a esta población teniendo Acatenango una aldea más desde ese entonces.

En la parte sur-oriental de su territorio figura el volcán del mismo nombre, considerándose como el tercero de los más altos de Centro América; la última vez que entró en actividad fue en el año 1924 habiendo sufrido en esta oportunidad varios cambios en su cúspide. Fue entre los meses de septiembre y octubre que este volcán entró en actividad lanzando ceniza y humo. En 1925 reanudó su actividad prolongadamente y en el Cerro el “Sanay”, contiguo al volcán, se formo una grieta por donde vertía gran cantidad de agua que en el trayecto se acrecentó en dirección a la Puerta Blanca, arrasando con todo lo que había en su paso. En el mes de agosto de 1965 pasó una noche completa arrojando arena en grandes cantidades, interrumpiendo el tránsito de vehículos. Se encuentra también el volcán de Fuego que a pesar de no ubicarse dentro del municipio, durante sus erupciones, ha causado daño a las viviendas y caminos de la localidad por la gran cantidad de arena lanzada, que ha sido capaz de hundir los techos de las casas y obstruir los caminos.

Parte de su historia es también el terremoto del 4 de febrero de 1976, cuando en la madrugada Guatemala fue sacudida por un intenso sismo. Este municipio, aunque en menor escala que otros, también contó con grandes daños materiales, y además, un saldo trágico de 7 muertos y varios heridos, lo que pudo haberse debido a la consistencia con que estaban construidas sus viviendas provistas de fuertes parales, alambre, caña, hierro y cemento producto de la experiencia alcanzada porque Acatenango siempre fue azotado por temblores de origen volcánico. Esto ayudó a que las casas, a pesar de destruirse en un 90%, no se derribara.

Se destruyó la escuela primaria del municipio y los maestros se vieron en la necesidad de impartir sus clases en casas particulares y en aulas provisionales de madera, agravándose la situación educativa por interferencias, incomodidades y ambientes antipedagógicos.

Entre sus personalidades del pasado figuran: el poeta Hermes Pérez Castañeda, baluarte en el campo de las letras; así mismo, como Alcalde Municipal, se distinguió por su enorme proyección cultural. José León Pérez, persona altruista que puso su voluntad y entusiasmo en las diferentes actividades que se realizaban en beneficio del municipio, especialmente en el deporte. David Pérez Castellanos, hijo predilecto y primer Perito Contador que instaló su Oficina Contable en este municipio. Julio Morales Santizo, maestro inolvidable y abnegado, razón por la cuál fue homenajeado colocándole su nombre a la escuela urbana del lugar. Sobresalieron también en el campo de la docencia los profesores Adán Santizo y Abel Rodríguez. Herber Lantán del Valle, quien fue campeón centroamericano de motocross. Florencio Meléndez, ciudadano honorable y probo que sirvió a su comunidad en el cargo de Alcalde Municipal.

Por aparte, también han figurado otros personajes acatecos que aún viven entre nosotros, entre los cuales merecen un honor especial las siguientes personalidades: Romeo Rosales Pérez, Director del periódico “Heraldo Acateco” que mensualmente circuló de 1967 a 1971. Los hermanos Ernesto y Aníbal Pérez Lima, así mismo Elmer Morales demostraron su habilidad futbolística, participando en los equipos de liga mayor: Sanarte, Tipografía Nacional, R.G.M. de Escuintla y Antigua F.C. Ernesto Morales Rossbach, José María Estrada, Manuel Lima, Florencio Estrada, Amparo Salan Casados, Cesar Santizo y Joel Felipe Pocop distinguidas personas que fungieron como Alcaldes Municipales. Profesora Petrona Quiñónez Vda. de Pérez docente ejemplar de la EOUM Julio Morales Santizo.

LIMITES Y COLINDANCIAS:

Al norte con Patricia, Zaragoza y Patzún (Chimaltenango)

Al sur con San Pedro Yepocapa (Chimaltenango)

Al este con San Andrés Itzapa (Chimaltenango)

y San Miguel Dueñas (Sacatepéquez)

Al oeste con Pochuta (Chimaltenango).

ALTURA:

1,800 metros sobre el nivel del mar (5,500 pies)

DIVISIÓN POLÍTICA ADMINISTRATIVA:

Posee 14 aldeas que son:

Quisaché Pueblo Nuevo La Nueva Concepción Campamento

Pacacay La Pampa

La soledad Paraxaj Los Planes

Pajales I San Antonio Nejapa El Socorro

Pajales II Pacoc

Además 4 caseríos que son: El Tesoro, Siquinyá, Mirador y Los Jerez.

Y 37 fincas, todas cultivadas de café.

DEMOGRAFÍA:

NACIMIENTOS: El crecimiento demográfico es de hasta un 31% anual que hace la cantidad de 320 nacimientos.

MORTALIDAD: La mortalidad ha llegado a un promedio del 3% de la población en forma anual.

EXTENSIÓN TERRITORIAL: 172 kilómetros cuadrados de superficie, no está dividida

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