CHIARAMONTE: El federalismo argentino en la primera mitad del siglo XIX
Enviado por pepeclement • 10 de Junio de 2021 • Documentos de Investigación • 2.574 Palabras (11 Páginas) • 203 Visitas
CHIARAMONTE:
El federalismo argentino en la primera mitad del siglo XIX
Entre 1810 y 1853, el conjunto de pueblos que compondrían la futura republica argentina careció de texto constitucional (no tenían constitución) y de estructura estatal permanente (no tenían una división política definida). En ese periodo, el llamado federalismo argentino era un conjunto de tendencias políticas doctrinariamente poco definidas que lo que mas que produjo, sobre la base de un pacto federal, fue una débil confederación vigente entre 1821 y 1853. Una confederación que a partir de cierto momento más bien se podía clasificar de una mera alianza, pues pocos meses después de establecida desapareció su órgano de gobierno central el cual responde a esta figura de derecho internacional.
En el curso de los 20 años que median entre una llamada revolución de mayo (1810) y el Pacto federal de 1831 se reunieron 4 asambleas con fines constituyentes (fines relacionados con la constitución) (1813-1816-2824-1826 y 1828), de las que solo dos produjeron textos constitucionales, los cuales fueron rechazados por las provincias federales debido al carácter unitario del estado que diseñaban. De manera que la organización política del conjunto de ¨pueblos¨ rioplatenses permaneció indefinida y las autoridades centrales existentes en Buenos Aires en la primera década revolucionaria se manejaban en buena medida con el ordenamiento legal hispano, especialmente las Ordenanzas de Intendentes, mas innovaciones impuestas por la marcha de los acontecimientos. Y a partir de 1817, con un instrumento preconstitucional, el reglamento Provisorio, que tendría prolongada vigencia mucho más allá del fracasado congreso que lo promulgó.
El primer federalismo
Antes de 1831 existieron diversos gobiernos centrales cuya naturaleza y sustrato estatal es aún objetivo de discusión: primera junta (mayo a diciembre de 1810), junta gubernativa o junta grande (enero a septiembre de 1811), junta conservadora (septiembre a noviembre de 1811. Primer triunvirato (septiembre de 1811 octubre de 1812), segundo Triunvirato (octubre de 1812 a enero de 1814), tercer Triunvirato, Directorio (enero de 1814 a febrero de 1820), presidencia (febrero de 1826 a agosto de 1827). Desde diciembre de 1824 sesionaron sesionaba el congreso constituyente que asumió también funciones legislativas nacionales). Fueron casi todos gobiernos constituidos en buenos aires como soluciones provisionales destinadas a durar hasta que se reuniera la asamblea constituyente que definiría y organizaría el nuevo estado. Las demoras en reunir esas asambleas constituyentes y el fracaso de las que se lograron, dieron pie a que perdurara una contradictoria ¨provisionalidad permanente¨, que es la que razón de la dificultad que tanto los protagonistas de aquellos sucesos como los historiadores, entrañaban y entrañan aun la definición de la naturaleza de la organización política rioplatense subsiguiente a 1810. Posteriormente el fracaso de 1826, el escenario político rioplatense quedó limitado a la existencia de estados provinciales que, en 1831 lograron una débil formalización de sus relaciones, también ¨provisoria y permanente¨.
Lo que todas las ciudades daban por descontado era ese carácter provisorio, lo que contribuía a prolongar la indefinición respecto a rasgos sustanciales de esos gobiernos eran: atribuciones soberanas, y alcances de las mismas, fundamentos nacionales, naturaleza de su manejo independiente, limites territoriales de su autoridad entre otros. Esta indefinición era aun mas acentuada antes de la formal declaración de independencia, en julio de 1816, sin desaparecer en manera alguna luego de ese acontecimiento,
En la historiografía argentina el conjunto de esta primera mitad del siglo ha sido visto como dividido en dos partes: una primera dominada por el conflicto en torno a la formula de gobierno-forma de estado- por adoptar especialmente el conflicto entre unitarios y federales y una posterior signada por el triunfo del federalismo. La discusión sobre la naturaleza de los partidos en lucha, respecto de la primera de esas etapas, ocupó la mayor parte de la atención de los historiadores que no ahondaron demasiado en la adecuación de los rótulos iniciales a los reales objetivos perseguidos, de manera que el llamado federalismo argentino continua hoy designando tendencias y actores políticos que muchas veces poco tienen que ver con el significado del término en la bibliografía juridico-politica contemporánea. Y en cuanto al segundo subperiodo, abierto en 1831, el descuido de la diferencia entre el triunfante confederacionismo y la noción del federalismo contribuyó a oscurecer la comprensión no solo de esa etapa sino no de todo el federalismo argentino del siglo pasado.
La historia del federalismo argentino continúo pagando tributo a la intensa inquietud por lo que se juzgaba una débil nacionalidad argentina, inquietud que predomina en la vida política y cultural de la segunda mitad del siglo pasado, ya desde los días inmediatamente posteriores al comienzo de la llamada organización nacional. Esta inquietud llevo a cristalizar un tratamiento del tema que tiende a deformar gran parte de la historia de la primera mitad de esa centuria y que merece algunas consideraciones iniciales.
Formas de estado:
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RIVADAVIA:
A fines de 1825 el grupo centralista también llamado unitario se fortaleció. Rivadavia regreso de Europa e impulso su proyecto de organización nacional inspirado en las ideas del liberalismo utilitario de la época y centrado en Buenos Aires. La minoría ilustrada decidido apoyarlo.
Para asegurarse la mayoría en el congreso los unitarios solicitaron la duplicación del número de diputados justificada la necesidad de ampliar la base de discusión para los temas constitucionales. Buenos Aires inmediatamente incorporó en forma inmediata los nuevos representantes y el unitarismo logro la mayoría.
Al estallar la guerra con el Brasil, en diciembre de 1825, el congreso aprobó la ley de presidencia. El 6 de febrero de 1826 creaba un poder ejecutivo nacional permanente, con el título de presidente de las provincias del Rio de la Plata, designado por el congreso; duraría lo que estableciese la constitución.
Fue elegido para el cargo Bernardino Rivadavia, sus ministros fueron Julián Segundo de Agüero, de gobierno Carlos de Alvear, de guerra y marina: Fernández de la Cruz y de relaciones exteriores Salvador María del carril, de Hacienda.
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