Conflicto Mapuche

Conflicto chileno-mapuche.

El conflicto mapuche o cuestión mapuche se denomina al resurgimiento y reorganización de las comunidades mapuches por la autonomía y la recuperación de tierras.

Historia del conflicto:

Se hicieron dos tratados en los que se reconocía la autonomía y soberanía del pueblo mapuche, bajo la soberanía española entre 1600 y 1700. Fueron ratificados por el rey Felipe IV y Carlos IV. Por este motivo se estableció la Frontera del Bío Bío, que era el límite entre la nación mapuche y la zona de dominio español. Esto demuestra que la zona mapuche siempre fue independiente entre el Bío Bío y el Toltén.

En 1818 Chile se independiza de España, y con esto hereda las obligaciones de la corona en el territorio. Por lo tanto, todas las políticas que se han desarrollado por parte del Estado chileno siempre han sido con una lógica de dominación de una nación sobre otra.

Tiempo más tarde en 1861, Cornelio Saavedra propuso un “plan de pacificación”, más conocido en la historia como pacificación de la Araucanía, que consistió en construir una línea de fortificación por el río Malleco modificando la frontera que tradicionalmente llegaba hasta el Biobío. El ejército chileno finalizó su campaña simbolizada en la ocupación y reconstrucción de Villarrica en 1883. Más que pacificación, fue ocupación por la fuerza del territorio de la nación mapuche. Según el Derecho Internacional, Chile sería un Estado invasor dominando a una nación reconocida por potencias europeas, aunque esto nunca ha sido reconocido.

Cada vez el territorio mapuche fue disminuyendo más, provocando que se concentren en reservas infértiles y desconectadas entre ellas. Las familias crecían, y estaban cada día mas hacinados, tuvieron que emplearse en los fundos de la zona, sin poder vivir sus tradiciones ancestrales. Fue en ese momento en que empezaron los atentados, incendios y asesinatos.

Movimiento Actual:

Con estos antecedentes como argumentos, los mapuches buscan la recuperación de sus “tierras ancestrales” argumentando que están son derecho propio del ser mapuche. Para ellos, la esencia de su raza está ligada a su tierra, se sienten sin hogar porque sus terrenos están ocupados por no mapuches, que consideran invasores ilegítimos. El que vende su tierra a un “huinca” (blanco) es considerado traidor, por esto dicen que es imposible que en el pasado los mapuches lo hayan hecho, como argumenta el Gobierno, porque estarían desprendiéndose de parte de su esencia.

Ellos quieren ser reconocidos como parte de los chilenos. Quieren que el concepto de chileno cambie, que incluya no solo a los descendientes de españoles o a los santiaguinos, si no que ser aceptados como parte importante de la cultura chilena. “si no nos reconocen como pueblo en la Constitución, ¿Por qué reconocer sus leyes?”, es uno de los principales puntos de

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