EXPERIENCIAS NARRADAS

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1. LA PREPARACIÓN

Hace muchos años un joven leñador fue contratado para trabajar con un grupo de expertos leñadores, los cuales tenían en el negocio más de 30 años. El promedio de árboles que cortaban cada uno de estos experimentados leñadores era de 10 diarios.

La primera semana, el joven leñador cortó un promedio de 17 árboles diarios lo cual hizo que se sintiera superior a los viejos leñadores, quienes para él eran sólo un grupo de viejos que aprovechaban cualquier oportunidad para sentarse a platicar y perder el tiempo, mientras que el joven leñador prefería aprovechar todo su tiempo talando árboles.

La segunda semana el desempeño del joven leñador bajó a 12 árboles diarios, a pesar de seguir la misma disciplina. La tercera semana fue de 9 árboles diarios y la quinta ya sólo fue de 6. El joven leñador no entendía cómo era posible que los viejos leñadores siguieran cortando 10 árboles diarios a pesar de sus continuas charlas y él, que no desaprovechaba ningún

momento, seguía bajando en la cantidad de árboles cortados. Así, intrigado por los resultados obtenidos, fue a preguntar al leñador más viejo cuál era la razón de su constante baja en su rendimiento, a lo que el viejo le respondió:

— Desde de que llegaste al campamento no has parado de trabajar en todo momento y cada vez te es más difícil cortar un árbol.

Tú piensas que nosotros perdemos el tiempo cada vez que nos sentamos a platicar, pero no te has dado cuenta de que en realidad lo que hacemos es afilar nuestras hachas, cosa que en 5 semanas tú no has hecho una sola vez.

¡Cuántos de nosotros nos enfocamos tanto en nuestro trabajo y pasamos tantas horas en nuestras empresas que nos olvidamos de nuestras vidas y nuestras familias! En Estados Unidos la semana laboral es de 40 horas. En Alemania es de 35 y en Francia de 30 horas. Está comprobado que los franceses y alemanes son más productivos que los estadounidenses.

Así que cada vez que nos alejemos de nuestro trabajo para ocuparnos de nuestras vidas y nuestras familias no pensemos que estamos desperdiciando nuestro tiempo, simplemente estamos afilando el hacha.

2. EL FRACASO

El Dr. Wernher Von Braun era el responsable de desarrollar la tecnología de los cohetes durante la época de la Alemania Nazi.

Los alemanes tenían la esperanza de que el desarrollo de los cohetes los convirtiera en los ganadores de la Segunda Guerra Mundial, ya que ningún país contaba con esa tecnología en ese tiempo.

Por desgracia, después de muchos intentos fallidos el equipo que lideraba el Dr. Von Braun seguía sin conseguir los resultados deseados. Por lo tanto, el alto mando del ejército alemán mandó llamar al Dr. Von Braun para cuestionarlo acerca de tantos intentos fallidos.

Cuenta la historia que el diálogo que tuvo lugar fue como sigue:

— Dr. Von Braun, después de 5,000 intentos fallidos seguimos sin tener listos nuestros cohetes.

¿Cuántos intentos más cree usted que necesita para que los cohetes funcionen bien?

— Necesitamos alrededor de 2,500 intentos más para que funcionen.

— ¡Dos mil quinientos intentos más! ¿Está usted loco?

— Para hacer que un cohete funcione perfectamente se necesitan al menos 7,500 intentos. Nosotros

llevamos 5,000. Rusia apenas lleva 1,000 y Estados Unidos ni siquiera ha comenzado.

En 1944, los cohetes V2 nazis quedaron listos y empezaron a causar estragos en las ciudades del sur de Inglaterra. Al terminar la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos naturalizó al Dr. Von Braun y

lo convirtió en director de la NASA. En 1969, el Dr. Von Braun fue el cerebro líder que llevó al hombre a la luna.

Desde su perspectiva, cada uno de los intentos fallidos que tenía no era un fracaso sino la forma de aprender cómo no construir un cohete.

Cada día la vida nos brinda la oportunidad de equivocarnos para que aprendamos de nuestros intentos fallidos.

Mucha gente prefiere no intentar hacer algo por temor al fracaso. Aquella persona que diga que nunca se ha equivocado es porque seguramente nunca ha hecho nada.

3. EL ESFUERZO

Hay una buena noticia para todos nosotros: “El mundo está lleno de perdedores”.

¿Y eso qué significa?

Significa que la mayoría de las personas que se proponen algo usualmente se rinde mucho antes de alcanzar su meta. Esto le da oportunidad a un grupo pequeño de personas para que con un mínimo de esfuerzo adicional destaquen y triunfen.

Un beisbolista profesional con un buen nivel de bateo tiene un porcentaje de 0.250. Esto quiere decir

que de cada cuatro oportunidades al bat una es efectiva (25%). Sin embargo, un jugador con un porcentaje de 0.300 (30%) es considerado una estrella.

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