El Matadero
Enviado por dagninocamila • 3 de Agosto de 2013 • 1.471 Palabras (6 Páginas) • 394 Visitas
El matadero, escrito por el argentino Esteban Echeverría entre 1838 y 1840, participa de las formas del cuadro de costumbres, del cuento y del discurso de denuncia político y social.1 2 Recién fue publicado veinte años después de la muerte del autor, en 1871, en la Revista del Río de la Plata. La obra identifica al régimen de Juan Manuel de Rosas con el acto que se lleva a cabo en los mataderos. Es considerado el primer cuento argentino.
Argumento
Ocurre una inundación que causa una crisis económica en Buenos Aires. La crisis se manifiesta en una falta de vacas para el consumo. Al fin el gobierno “provee gentilmente” cincuenta novillos gordos para ayudar a aliviar la falta de res en la ciudad. Echeverría pasa a narrar como sucede el día en el matadero: la violencia del acto de matar a los novillos, el descubrimiento de que uno de estos es un toro viejo, el escape de dicho toro y su persecución por los campos vecinos, y finalmente, el asesinato de un joven unitario que simplemente pasaba por la zona.
Interpretación
El matadero encarna el ambiente político de Argentina durante la dictadura de Juan Manuel de Rosas. Echeverría usa la escena del matadero en Buenos Aires para simbolizar el clima polarizado de la política del país entre 1829 y 1852. La dictadura de Rosas explotaba esta polarización para ejercer una hegemonía política, económica y social sobre la gente de Buenos Aires. Su régimen aterrorizó a gran parte de la población del país durante 23 años de tortura y asesinatos políticos. Echeverría creía que el gobierno rosista hacía mucho daño al progreso del país en que solía destruir nuevas ideas y teorías políticas nuevas, las cuales tenían el poder de adelantar el país en la forma de muchos jóvenes cultos que deseaban un nuevo camino político. Los jóvenes estaban completamente en contra de la hegemonía y violencia de Rosas y muchos de ellos apoyaban las ideales de la oposición: los unitarios. Los unitarios se habían basado en la política del romanticismo de mucha popularidad en Europa.
Entre la locura del matadero de Buenos Aires, Echeverría nos presenta con la pérdida del individuo y la barbarie de la multitud federal que lo había reemplazado debajo el régimen cruel de Rosas. El cuento tiene la intención de mostrar al lector que aquel clima polarizado y violento no era bueno para el país y que Argentina tenía que encontrar una alternativa más semejante a la de los unitarios y jóvenes del país, la cual estaban dispuestos a ofrecer Echeverría y sus compañeros políticos.
Todos los pastores denunciaban “los unitarios impíos” como la causa de la inundación y suplicaban a “El Dios de La Federación” que salvara a la población. De esta manera Echeverría hace obvio el sesgo de la iglesia a favor de las federales y contra sus rivales políticos: los unitarios. El poder de la iglesia sobre la gente aseguró que los unitarios quedaran como enemigos del Estado mientras que los federales aparecían como líderes escogidos por la voluntad divina. En este clima es fácil para la dictadura federal presentarse como heroina de la gente que protestaría en contra de la maldad de los unitarios. La intención de Echeverría es mostrar al lector que es así que la dictadura de Rosas controló a la población y el discurso político de Buenos Aires.
Este control se manifiesta cuando al fin el gobierno “provee gentilmente” cincuenta novillos gordos para ayudar a aliviar la falta de res en la ciudad. Los novillos no son suficientes para alimentar toda la población de la ciudad y son los federales y sus intereses privados que disfrutan la mayoría de la carne mientras los pobres de la ciudad quedan para luchar entre si por los trozos de carne que los carniceros del matadero habían olvidado. La iglesia, de nuevo como herramienta de los federales, ayudó a prevenir una rebelión por mandar a la población abstenerse de la carne mientras Rosas y sus secuaces se engordaron.
Echeverría manifiesta su indignación hacia esta injusticia y control excesivo que aplasta el poder y voluntad del individuo cuando dice:
Pero no es extraño, supuesto que el diablo con la carne suele meterse en el cuerpo y que la iglesia tiene el poder de conjurarlo: el caso es reducir al hombre a una maquina cuyo móvil principal no sea su voluntad divina sino la de la iglesia y el gobierno. Quizá llegue el día en que sea prohibido respirar aire libre, pasearse, y hasta conversarse con un amigo, sin
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