El Matadero
Enviado por adruaa • 23 de Mayo de 2013 • 2.835 Palabras (12 Páginas) • 13.144 Visitas
EL MATADERO
Consignas:
1- Juan Carlos Ghiano distingue seis momentos que ustedes deberán identificar en la obra copiando citas textuales que ejemplifiquen cada momento:
a- Referencias generales a la época
b- Evocación de una quincena sin reses
c- Ubicación concreta en la jornada en que ocurren los hechos
d- Presentación del matadero
e- Episodio de la fuga del toro e incidentes correlativos
f- Episodio de la aparición del unitario e incidentes correlativos
2- Los románticos tendían a ver el mundo como una tensión o conflicto permanente entre opuestos, de allí su visión trágica y desgarrada de la realidad. ¿Cuál de las siguientes oposiciones representa mejor la problemática del texto?
Subrayen la opción más adecuada, justifiquen su elección y copien una cita textual para ejemplificar:
Instinto/razón civilización/barbarie progreso/retraso realidad/ideal
3- La técnica del contraste es un procedimiento muy usado en los artistas románticos. Muchos escritores oponen el héroe al villano, el valor a la cobardía, etc. Elaboren un cuadro comparativo en el cuál contrasten las dos facciones políticas enfrentadas, los personajes de cada bando, cómo son descriptos, cómo se comportan, el lenguaje que utilizan. Empleen citas textuales.
4- Por su parte, la fuga del toro y la tortura del unitario presentan un marcado paralelismo. Indiquen algunas de esas similitudes. Por ejemplo:
Toro: “El animal, prendido ya al lazo por las astas, bramaba echando espuma, furibundo…”
Unitario: “Atolondrado todavía, el joven fue lanzando una mirada de fuego sobre aquellos hombres feroces”
5- Relacionen los elementos de la izquierda con los de la derecha según lo que simbolizan en el texto:
El matadero La generación del ´37 y sus ideales
La casilla Juan Manuel de Rosas
El juez La Argentina
Matasiete y los matarifes Buenos Aires
El unitario La mazorca
6- El narrador relata en tercera persona, porque intenta situarse fuera de los hechos narrados. Sin embargo, como romántico comprometido con el bando unitario, enjuicia a los federales a través de la ironía. Proporcionen dos ejemplos presentes en el texto.
Análisis comparativo
Lean el fragmento de “Facundo” de Domingo F. Sarmiento y luego:
7- Armen un cuadro comparativo en El Matadero y Facundo, teniendo en cuenta las siguientes categorías: tema, personajes, descripción del espacio.
8- Indiquen las características románticas comunes a ambos textos. Proporcionen ejemplos.
1.
a) “Referencias generales de la época: “Diré solamente que mi narración pasaba por los años de Cristo de 183…. Estamos, a mas, en cuaresma, en época que la escaseaba la carne en Buenos Aires, porque la iglesia, adoptando el precepto de Epíteto, sustine, abstiene (sufre, abstente), ordena vigilia y abstinencia a los estomago de los fieles, a causa de que la carne es pecaminosa, y, como dice el proverbio, busca a la carne.”
b) “Lo que hace principalmente a mi historia es que por causa de la inundación estuvo quince días el matadero de la Convalecencia sin ver una sola cabeza vacuna, y que en uno o dos, todos los bueyes de quinteros y aguateros se consumieron en el abasto de la ciudad. Los pobres niños y enfermos se alimentaban con huevos y gallinas, y los gringos y herejotes bramaban por el beef-steak y el asado.”
c) “En efecto, el decimosexto día de la carestía, víspera del día de Dolores, entró a nado por el paso de Burgos al matadero del Alto una tropa de cincuenta novillos gordos; cosa poca por cierto para una población acostumbrada a consumir diariamente de doscientos cincuenta a trescientos, y cuya tercera parte al menos gozaría del fuero eclesiástico de alimentarse con carne.”
d) “El matadero de la Convalecencia o del Alto, sito en las quintas al sud de la ciudad, es una gran playa en forma rectangular colocada al extremo de dos calles, una de las cuales allí se termina y la otra se prolonga hacia el este. Esta playa, con declive al sud, está cortada por un zanjón labrado por la corriente de las aguas pluviales, en cuyos bordes laterales se muestran innumerables cuevas de ratones y cuyo cauce recoge, en tiempo de lluvia, toda la sangraza seca o reciente del matadero. En la junción del ángulo recto hacia el oeste está lo que llaman la casilla, edificio bajo, de tres piezas de media agua con corredor al frente que da a la calle y palenque para atar caballos, a cuya espalda se notan varios corrales de palo a pique de ñandubay con sus fornidas puertas para encerrar el ganado.”
e) “El animal, prendido ya al lazo por las astas, bramaba echando espuma, furibundo, y no había demonio que lo hiciera salir del pegajoso barro donde estaba corno clavado y era imposible pialarlo Gritábanlo, lo azuzaban en vano con las mantas y pañuelos los muchachos prendidos sobre las horquetas del corral, y era de oír la disonante batahola de silbidos, palmadas y voces tiples y roncas que se desprendía de aquella singular orquesta. Y, en efecto, el animal acosado por los gritos y sobre todo por dos picanas agudas que le espoleaban la cola, sintiendo flojo el lazo, arremetió bufando a la puerta, lanzando a entrambos lados una rojiza y fosfórica mirada.” “Diole el tirón el enlazador sentando su caballo, desprendió el lazo de la asta, crujió por el aire un áspero zumbido y al mismo tiempo se vio rodar desde lo alto de una horqueta del corral, como si un golpe de hacha la hubiese dividido a cercén, una cabeza de niño cuyo tronco permaneció inmóvil sobre su caballo de palo, lanzando por cada arteria un largo chorro de sangre.
-Se cortó el lazo -gritaron unos-, allá va el toro -pero otros, deslumbrados y atónitos, guardaron silencio porque todo fue como un relámpago.
Desparramóse un tanto el grupo de la puerta. Una parte se agolpó sobre la cabeza y el cadáver palpitante del muchacho degollado por el lazo, manifestando horror en su atónito semblante, y la otra parte, compuesta de jinetes que no vieron la catástrofe, se escurrió en distintas direcciones en pos del toro, vociferando y gritando: -¡Allá va el toro! ¡Atajen! ¡Guarda! -Enlaza, Sietepelos. -¡Que te agarra, Botija!
-Va furioso; no se le pongan delante. -¡Ataja, ataja, morado! –Dele espuela al mancarrón. -Ya se metió en la calle sola. -¡Qué lo ataje el diablo!”
f) “Era éste
...