Ensayo de opinión y análisis del título cuarto de la Ley Federal de Trabajo “Derechos y obligaciones de los patrones y de los trabajadores.”
Enviado por marianarico • 29 de Junio de 2017 • Ensayo • 2.743 Palabras (11 Páginas) • 734 Visitas
Ensayo de opinión y análisis del título cuarto de la Ley Federal de Trabajo. Artículos 132-135
“Derechos y obligaciones de los patrones y de los trabajadores.”
INTRODUCCIÓN Y ANTECEDENTES
El mundo ha sido un constante testigo de las injusticias hacia el ser humano desde el inicio de los tiempos. Ha vivido la esclavitud, la desigualdad, pobreza, las guerras, las revoluciones, la discriminación, la violencia, y muchas inmoralidades más. Es por eso que fue necesario declarar y promover los derechos humanos a nivel mundial, para que ninguna persona viviera en condiciones indignas.
La gente entonces empezó a recibir un trato digno, a tener libertad de elección, derecho a la propiedad y personalidad jurídica. Las condiciones de vida fueron mejorando y poco a poco fueron teniendo acceso a más y mejores oportunidades. Como a la educación o a un trabajo.
Así fue como la esclavitud comenzó a disolverse, y las personas fueron adquiriendo empleos y a trabajar para alguien, en lugar de pertenecer a alguien. Aunque se cree que no fue por respeto a la dignidad del otro, sino porque a los patrones les salí más barato liberar al esclavo y contratarlo como trabajador que mantenerlo como suyo.
Cuando las personas empiezan a adquirir empleos, se crea la innegable relación trabajador-patrón. Indiscutiblemente en cualquier trabajo debe de existir un patrón; quien necesitaba una actividad específica realizada, y el trabajador: quien llevaba a cabo dicha actividad.
Conforme fue pasando el tiempo, se dieron cuenta que existía esta relación, por lo cual comenzaron a regularla. La primera persona que lo hizo fue Hammurabi, y decide entonces hacer derechos y obligaciones. El decretó que el patrón tenía la obligación de pagar por el trabajo realizado, y que el trabajador tenía derecho a un pago.
Claro que desde el principio de los tiempos han existido personas abusadas y un poco abusivas también. Por lo que no faltaban los patrones que pagaban poco por una tarea que claramente merecía mayor ganancia, o los trabajadores que daban una tarea malhecha y exigían un pago alto.
Julio César decidió entonces que tanto el patrón como el trabajador debían de tener derechos y obligaciones a cumplir. Se modificó un poco la ley de Hammurabi y dijo: que el patrón tenía derecho a un trabajo bien hecho y terminado y la obligación de pagarlo. Y el trabajador tenía la obligación de entregar un buen trabajo, y derecho a un pago justo por dicho trabajo. Tanto la ley de Hammurabi como la de Julio César son conocidas como los primeros líderes que intentan regular la relación laboral, pero únicamente los obedecían dentro de sus imperios.
No fue hasta el siglo XVIII que varias países, en este caso europeos, que siguen la Encíclica de regulación laboral del Papa Urbano IV. El papa dicto que los trabajadores debían tener: un descanso hebdomadario, es decir descansar el séptimo día, una jornada de trabajo máximo de ocho horas diarias, una edad mínima de 14 años, protección a la mujer embarazada, pago salario mínimo digno, justo y remunerador, suficiente para cubrir las necesidades del trabajador y de su familia.
Esta acción del Papa Urbano IV es el esqueleto de lo que hoy conocemos como derecho laboral, ya que a partir de esta, muchos países siguieron sus pasos y crearon sus normas laborales, con algunas variaciones pero todas basándose en esta Encíclica laboral.
Mientras tanto en México, vivían en pobreza y no existía ningún trabajo que regular. A finales del 1800, el dictador Porfirio Díaz trajo fuentes de trabajo a nuestro país ya que abrió las puertas a la inversión extranjera y así se fundan las primeras industrias: la textil y la extractiva.
Los mexicanos, ya con trabajos fijos, seguían viviendo en injusticia, ya que los jefes extranjeros abusaban de ellos haciéndolos trabajar de más en las fábricas y el salario que les daban no les alcanzaba para nada. Como si esto no hubiera sido suficiente, a los patrones se les ocurrió crear las maravillosas tiendas de “raya”. Ubicadas en las mismas fábricas y donde les descontaban de su salario para pagar los víveres y lo mejor es que no tenían que preocuparse por su salario tan bajo, ya que la tienda les fiaba. El problema venía cuando la deuda crecía y crecía y el salario de un año entero no les bastaba y tenían que matarse trabajando para poder pagar. Y matarse no les servía de nada, porque si el trabajador moría, la deuda se heredaba y sus hijos debían de trabajar para pagar la deuda del difunto padre.
Claramente, los mexicanos no soportaron estas condiciones tan frías y extremas y como era de esperarse, se levantaron en armas y se pusieron en huelga. El presidente Díaz, apoya a sus cuates extranjeros y les manda el ejército para ayudarlos en contra de los trabajadores. El saldo fue devastador, un acto de violencia en Cananea y Río Blanco que dan inicio al movimiento obrero y con él a la revolución mexicana.
Una vez Zapata en el poder, crea un congreso constituyente para hacer una nueva constitución. Y como no se quería que lo ocurrido en Cananea y Río Blanco se repitiera, toman una decisión trascendental: crear un artículo en la constitución que regule los derechos laborales. Estos derechos fueron: jornada laboral de 8 horas, descanso hebdomadario, edad mínima de 14 años, trato preferencial y protección a la trabajadora embarazada, derecho a vacaciones, a salario, a huelga, y a formar sindicatos.
El elevar los derechos laborales a nivel constitucional trajo consigo consecuencias significativas y valiosas tales como darle origen a la teoría jurídica del derecho social, donde se aplican tanto las garantías individuales como las sociales a los trabajadores. Estas garantías definen que todo individuo nacional o extranjero que trabaja en el territorio nacional es acreedor a estos derechos laborales. La segunda consecuencia es la protección rígida de derechos laborales gracias a que se encuentran dentro de la ley máxima. Y la tercera consecuencia es el ámbito de aplicación de los derechos laborales, que es dentro de todo el territorio nacional, incluyendo toda tierra y mares territoriales, las islas, aeronaves o naves marítimas bajo registro y bandera mexicana y los consulados y embajadas mexicanas en todo el mundo.
ANÁLISIS Y CUERPO
A partir de la primera constitución en donde aparecen los derechos laborales en 1917, se fueron creando sindicatos y los mexicanos adoptaron los derechos laborales como mejor les convino, hasta que en 1931 se creó la primera ley reglamentaria laboral: La Ley Federal del Trabajo. A partir de entonces se ha estado actualizando y modernizando hasta ser la Nueva Ley Federal del Trabajo que conocemos y utilizamos el día de hoy.
La Nueva Ley Federal del Trabajo se divide en dieciséis títulos que a su vez se dividen en capítulos y artículos. Con motivo de este escrito vamos a analizar el título cuarto: Derechos y obligaciones de los trabajadores y de los patrones.
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