Estado Del Arte
Enviado por Geovanni007 • 9 de Septiembre de 2014 • 2.583 Palabras (11 Páginas) • 227 Visitas
INTRODUCCIÓN
Sabemos que la ingeniería mecánica es una carrera que se puede ejercer donde sea, ya que a donde sea que veamos podremos ver algún trabajo hecho por algún ingeniero mecánico, y en esta investigación nos conlleva a tiempos antiguos donde grandes personajes aportaron una parte de ellos para venir enriqueciendo lo que es la ingeniería, donde ellos las estructuras impresionante y asombrosas también son considerada como arte.
Al recorrer la participación de la ingeniería en la modernización del país, se hace evidente que la presencia de ingenieros reconocidos, como asesores presidenciales o miembros de gabinetes, ha marcado una diferencia importante en la calidad de muchas de las decisiones tomadas en los períodos gubernamentales en los que participaron. Su colaboración en la formación de instituciones, en la generación de la infraestructura para el desarrollo y como emprendedores generadores de empleo, es incuestionable.
PERSONAJES QUE HAN SURGIDO EN EL PASO DE LOS AÑOS DEL ESTADO DEL ARTE
En las naciones avanzadas, el aprecio histórico de los gobernantes por el talento y el ingenio, tanto en la parte militar como en la civil, se vio reconocido al nombrar como consejeros a los principales generadores de soluciones tecnológicas.
Aun antes de que existieran profesionistas de la ingeniería acreditados como tales, a quienes practicaban los oficios propios del diseño y desarrollo de edificaciones, iglesias, fortalezas, caminos, puentes, presas y canales, molinos, así como de artilugios o ingenios para la guerra, se les empezó a denominar de forma genérica como ingenieros y fueron de gran estima para los dirigentes de sus pueblos o naciones. El valor de su dominio técnico, ideas y soluciones trascendió el ámbito local y eran invitados por dirigentes de otras comarcas para replicar o crear nuevas soluciones para sus problemas específicos.
La contribución de los ingenieros a sus comunidades y el reconocimiento de sus gobernantes se remonta, sin duda, a los orígenes de la civilización. Los célebres “ingenios” diseñados por el gran Arquímedes1 para la defensa de Siracusa en el siglo III a. c. y el reconocimiento de su monarca el Rey Hieron II son muy posiblemente veraces.
http://www.cs.drexel.edu/~crorres/Archimedes/Claw/claw_engraving.jpg
La Italia del renacimiento fue campo propicio para la manifestación del ingenio humano no sólo en la difusión y la lectura de los clásicos o el reencuentro del arte de Roma y Grecia sino también en la Arquitectura y la Ingeniería. Tal vez el hombre que mejor representó el ingenio de la época fue el ingeniero por excelencia Leonardo Da Vinci.
Leonardo Da Vinci (Vinci 15 de abril 1452 – Amboise, Francia 12 de abril de 1519). Leonardo aunó a su gran creatividad artística el talento visionario que le hizo concebir diseños conceptuales como el del helicóptero, el submarino, el tanque de guerra, el paracaídas y el hang-glider2 que tal vez hubieran podido llegar a operar si hubieran sido construidos, algunos en su época y otros con el avance posterior de la ingeniería mecánica y la tecnología de los materiales. Leonardo, también diseñó puentes, fortificaciones y canales, entre otras cosas. Gran filósofo de la naturaleza e ingeniero, solía observar el comportamiento del agua arrojándole semillas de hierba. Dibujaba sus trayectorias e ilustraba con detalle las sutilezas del agua en movimiento. Se dio cuenta de que un río de profundidad uniforme iría más de prisa en sus tramos más estrechos que en los más anchos. Observó que la velocidad del agua se incrementaba en proporción directa al estrechamiento de su cauce o conducto. Al descubrimiento de Leonardo se le conoció como la “Ley de la Continuidad”
El gran Leonardo da Vinci, uno de los genios más notables de la historia por su creatividad y dominio de las más variadas disciplinas, fue nombrado en 1482 pintor e ingeniero ducal «pictor et ingenierius ducalis» por el poderoso duque Ludovico Sforza de Milán, en cuya corte se quedaría diecisiete años. A finales de 1499 los franceses entraron en Milán y Ludovico perdió el poder. Leonardo se trasladó a Venecia que estaba acosada por los turcos y la Signoria inmediatamente intentó contratarlo como ingeniero militar. Al no cumplir dicho cuerpo con las pretensiones de Leonardo, se trasladó a la Toscana donde César Borgia, que se preparaba para conquistar otros territorios, lo contrató como ingeniero militar.
Al caer César en desgracia, en 1503 Leonardo volvió a la ciudad de Florencia, que por entonces estaba en guerra con Pisa. Lo invitó de nuevo la Signoría de esa ciudad como ingeniero y concibe su genial proyecto (no realizado) de desviar el río Arno por detrás de la ciudad enemiga, cercarla y construir un canal como vía navegable que comunicase Florencia con el mar. Vuelve a ser invitado a Milán por el nuevo duque Gian Giacomo Tivulzio quien le encarga el diseño de su estatua ecuestre. Una nueva situación de inestabilidad política lo empujó a abandonar Milán en 1513. Se marchó a Roma y en el Vaticano vivió una etapa de tranquilidad, con un sueldo digno y sin grandes obligaciones con el nuevo Papa León X. En 1516, muerto su gran protector Giulano de Médicis, hermano del Papa, Leonardo decide aceptar la invitación de su anterior enemigo (en la toma de Milán) y después gran admirador, el rey de Francia. Deja Italia definitivamente, para pasar los tres últimos años de su vida en el Palacio de Cloux de Francisco I, como «primer pintor, arquitecto e ingeniero del rey». El gran respeto que Francisco I le dispensó hizo que Leonardo pasase esta última etapa de su vida más como un miembro de la nobleza que como un empleado de la casa real. Recibió una pensión de 700 coronas de oro por año y no se le pedía más que asesorar y conversar con el rey quien tenía acceso de su Castillo, aledaño en Amboise, por medio de un pasadizo subterráneo a la casa de Leonardo.
Galileo Galilei (Pisa, 15 de febrero de 1564 – Florencia, 8 de enero de 1642) en el tiempo de la contrarreforma encontró seguridad en la libertad de pensamiento que se respiraba en la República de Venecia. Pudo presentar al Senado de Venecia su telescopio y ser reconocido por su talento. Posteriormente fue asesor de Cosme II Medici, Duque de Toscana de quien había sido mentor y lo siguió siendo de su sucesor Fernando II. Durante un tiempo, su amigo, el Cardenal Mafeo Barberini que fue designado nuevo Papa, como Urbano VIII, impresionado por su sabiduría, lo apoyó y autorizó la publicación de su Saggiatore que le dedica en 1623. El 21 de febrero de 1632, Galileo,
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