Fraudes Nacionales

Entre los aspectos que más resaltan en el gobierno de Correa y que mayor denuncias ha provocado es la corrupción y la ineficacia en la administración; la primera se ha manifestado en diferentes áreas del gobierno; la segunda, a pesar de la gran propaganda correísta, para tapar los huecos y baches, se ha convertido en algo evidente para los ojos de los ecuatorianos. Como muestra tenemos el caso del Banco del Instituto de Seguridad Social (BIESS).

A esta institución se le ha realizado dos auditorías, una ejecutada por la firma KPMG –una consultora privada- y otra por la Superintendencia de Bancos y Seguros. Sus informes revelan grandes inconsistencias en las cuentas de la institución a lo largo de los 19 meses de funcionamiento. Quedan a la vista extraños manejos de personal y serias falencias en herramientas tan básicas como la contabilidad.

Según el gobierno, el BIESS es un gran logro de la revolución ciudadana, pero su constitución no fue pensada para beneficiar a los sectores populares; fue concebida como una acción de propaganda política, como una operación para aparentar de que existen obras, por lo que cuando entró en funcionamiento no se encontraba en sus mejores condiciones y tenía una serie de dificultades.

Uno de los elementos que más destaca en la auditoria realizada por KPMG, a finales del 2010, es que hay una diferencia entre los registros auxiliares de las cuentas de orden y valor en libro por 130.943.040 dólares.

Así mismo, el informe realizado por la Superintendencia de Bancos y Seguros afirma que no existe un Sistema de Gestión Financiera Integrado, que desde la apertura del BIESS arrendó un software que no tiene módulo de tesorería ni de presupuesto considerados esenciales para la administración del banco. El arriendo de este programa informático, que a criterios de SBS no cumple con los estándares del banco, ha significado al menos $ 320.000 y la empresa encargada de ello es Carrascos & Asociados Consultores Cía. Ltda.

Si a esto se suma que la mayor parte de funcionarios que laboran en el BIESS, incluso en los puestos de Jefatura, tienen nombramientos sin que se haya efectuado un concurso de merecimientos y oposición, incumpliendo el artículo 228 de la Constitución, que dispone que el ingreso de servidores públicos se lo hará en un concurso.

A pesar de la enorme propaganda gubernamental de eficiencia y de combate a la corrupción, en este caso vemos que en el BIESS las dos marchan de la mano, en perjuicio de los afiliados al seguro social.

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