General Justo Rufino Barrios, político guatemalteco

Introducción

Al profundizar en la historia de Guatemala, hacemos ahínco en los personajes principales que promovieron la movilización y posterior construcción de la República tal y como la conocemos, en el presente trabajo se contempla uno de sus personajes principales, Justo Rufino Barrios, político guatemalteco con gran influencia a nivel social, económico y político tanto a nivel nacional como a nivel centroamericano,  como Presidente y dictador, caracterizó a su gobierno a hacer cambios radicales y reformas que beneficiaron a la educación y vías de comunicación en el siglo XIX, impulsor de la Unión Centroamericana, jefe del Ejército, y tantos otros roles desempeñados, que hicieron que se le llamara en su tiempo “El Reformador”, pseudónimo que perdurará para la posteridad. A nivel político influyó específicamente en la creación de leyes que aún siguen vigentes, movimientos revolucionarios y un sinfín de acciones legales las cuales han incidido de manera directa en la época en donde pudo gobernar.

Índice

Contenido

Introducción        2

Índice        3

Biografía        4

Legados como mandatario        12

Anexos        15

La niña Elena        15

La marquesa de la Ensenada        17

Conclusiones        19

Comentario Personal        20

Glosario        21

Bibliografía        22

Biografía

Nació el 19 de junio de 1835, en el poblado de San Lorenzo departamento de San Marcos. Hijo de Ignacio Barrios y Josefa de Auyón, el joven Barrios estudió notariado en la Universidad Nacional de Guatemala, alcanzó el título de Escribano Público. En 1871 tomó parte activa en el pronunciamiento contra el Presidente Vicente Cerna de filiación Conservadora, Barrios en cambio, era integrante del Partido Democrático Progresista, cuya corriente política era el liberalismo en todas sus formas. Bajo esa bandera se unió inicialmente al Mariscal Serapio Cruz, encontrándose en México, luego de la muerte de este en Palencia, se uniría al General Miguel García Granados, con quien iniciaría el movimiento militar, comandando la célebre Revolución Liberal, que ingresó a Guatemala el 30 de Junio de 1871; fecha a partir de la cual ocupó importantes cargos militares, hasta que en 1873, fue electo como Presidente de la República, puesto en el cual permaneció por doce años, ya en el ejercicio del poder supremo, Barrios se caracterizó por poseer un carácter fuerte y enérgico, que llevó a Guatemala, con mano férrea, por los cauces de las doctrinas liberales que profesaba y con las cuales inició un vasto programa de reformas que abarcaron: la iglesia, economía, educación, legislación y otros órdenes de la vida del país. Mantuvo la hegemonía de Guatemala en Centro América, como cabeza y ejemplo para la región; la obra del General Justo Rufino Barrios como gobernante, fue extensa, lo que ha generado un sin número de documentos que presentan los amplios procesos de transformación a nivel nacional y que le valieron el apelativo de Reformador, se distinguió como estadista, legislador, educador y libre pensador; al aspirando en su ideal más ambicioso con la reorganización de Centro América en una sola Patria grande. Es reconocido como líder, soldado, prócer y caudillo, que trascendió a la historia como mártir del ideal unionista y que lo hacen merecedor, en todos los conceptos a permanecer en el glorioso altar donde la Patria agradecida le ha colocado desde el 2 de abril de 1885, en que fallece gloriosamente en el campo de batalla de las planicies de Chalchuapa. Alegoría a la muerte del General Justo Rufino Barrios y al Sargento Primero de Caballeros Cadetes Adolfo V. Hall R. La influencia de Barrios en su país fue poderosísima. Tres son las líneas más interesantes de la personalidad política, que permiten entender el puesto de primera fila que ocupa en los anales patrios; el primero, que fue uno de los Caudillos la revolución liberal, contra el gobierno del Mariscal Vicente Cerna; segundo, el radical cambio de dirección en los ámbitos sociales, económicos, político y militar del país, con lo cual dirigió a Guatemala hacia una nueva era y modernización a finales del siglo XIX; y el tercero, su ideal por la unidad centroamericana, que lo llevó incluso, a sacrificar su vida en aras de la reconstrucción de la gran patria centroamericana, que aspiraba a integrar como una sola y cuya consolidación no fue posible luego de la Independencia del dominio español. La gloria de Barrios es compleja, por un lado se evidencia un interés por concretar la unidad nacional, así como su contribución al desarrollo y la prosperidad del país, lo que incluyó entre otros las mejoras en las comunicaciones a través de la instalación de líneas telegráficas y telefónicas, promover la construcción de diferentes vías férreas, propiciando la educación laica, gratuita y obligatoria, además del ordenamiento jurídico que modernizó los Códigos de Comercio, Civil, Mercantil y Militar, de igual forma modernizó al Ejército a través de su institucionalización, por medio de establecer la misión a través del mandato constitucional y la profesionalización, por medio de la inauguración de la Escuela Politécnica, que proveyó de Oficiales profesionales a los cuadros generales de la organización militar existente, de igual forma inspiró la cultura nacional, por medio de la participación de compañías de teatro internacionales a todos los sectores sociales, con lo cual transformó a Guatemala dentro del ámbito regional y mundial. Finalmente, en conmemoración al I Centenario de la muerte del General Justo Rufino Barrios y del Sargento Primero de Caballeros Cadetes Adolfo V. Hall Ramírez, el General de División Oscar Humberto Mejía Víctores, en funciones como Jefe de Estado y Ministro de la Defensa, emite el Acuerdo Gubernativo No. 218-85 en el cual se instituye el 2 de abril de cada año como el “Día de los Soldados Caídos en Combate”, en honor a los miembros del Ejército de Guatemala que en tal circunstancia han ofrendado su vida a la Patria y posteriormente, durante las gestiones del General de División Mario René Enríquez Morales, se lleva a cabo la construcción del Monumento a los Héroes que Ofrendaron su Vida por la Paz, la Libertad y la Democracia en Guatemala, sitio en el cual se guarda un reconocimiento a la memoria del valor, sacrificio y entrega del soldado guatemalteco reconociendo en el General Justo Rufino Barrios, la figura que ejemplifica la abnegación y virtud de los hombres que sirven en las filas del Ejército de Guatemala, fue guerrillero bajo las órdenes del mariscal Serapio Cruz, cuando este combatió a Vicente Cerna y con la ayuda negociada del gobierno del mexicano Benito Juárez integraron un ejército con el propósito de derrocar al gobierno conservador de Vicente Cerna porque se quería reelegir. Poco después del triunfo se casó a la edad de 39 años con Francisca Aparicio, un matrimonio por conveniencia, hija de una familia muy acaudalada de Quetzaltenango; tuvieron siete hijos, muchos de ellos murieron a temprana edad, las más conocidas: su hija predilecta  Elena la mayor de ellos y María Josefa la tercera, más tarde la Marquesa de la Ensenada. Se hizo llamar general aunque realmente no fue militar de carrera. Gobernó el país autoritariamente de 1873 a 1885, cuando murió en la batalla de Chalchuapa, en la frontera con El Salvador, en su empeño por unificar a los países centroamericanos porque desde entonces comprendía que los cinco países del istmo separados no lograrían llegar a ser igual que si estuvieran unidos en un solo país. Pero los demás países centroamericanos se negaban a la unión y creyó que podía alcanzarlo por la fuerza y cayó en esa última batalla de un balazo por la espalda.

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