Gramsci
Enviado por AbelKunMost • 29 de Septiembre de 2014 • Ensayo • 1.579 Palabras (7 Páginas) • 297 Visitas
GRAMSCI
Antonio Gramsci (Ales, Cerdeña, 22 de enero de 1891 - Roma, 27 de abril de 1937) fue un filósofo, teórico marxista, político y periodista italiano.
Sus principales aportaciones son:
Estructura y superestructura
La realización de un aparato hegemónico, en cuanto crea un nuevo terreno ideológico, determina una reforma de las conciencias y los métodos de conocimiento, es un hecho de conciencia, un hecho filosófico. Cuando se logra introducir una nueva moral conforme a una nueva concepción del mundo se concluye por introducir también tal concepción, es decir, se determina una completa reforma filosófica.
La estructura y las superestructuras forman un bloque histórico, es decir que el conjunto complejo, contradictorio y discorde de las superestructuras es el reflejo del conjunto de las relaciones sociales de producción. Existe una reciprocidad necesaria entre estructura y superestructura, que es el proceso dialéctico real.
El concepto de Hegemonía
Atribuye un papel central a la relación infraestructura (fuerzas de producción y relaciones sociales de producción) con la superestructura ("ideología": sistemas de ideas, doctrinas y creencias de una sociedad), a partir del concepto de "bloque hegemónico". Según él, el poder de las clases dominantes sobre el proletariado y todas las clases sometidas en el modo de producción capitalista, no está dado simplemente por el control de los aparatos represivos del Estado, pues si así lo fuera dicho poder sería relativamente fácil de derrocar (bastaría oponerle una fuerza armada equivalente o superior que trabajara para el proletariado); dicho poder está dado fundamentalmente por la "hegemonía" cultural que las clases dominantes logran ejercer sobre las clases sometidas, a través del control del sistema educativo, de las instituciones religiosas y de los medios de comunicación. A través de estos medios, las clases dominantes "educan" a los dominados para que estos vivan su sometimiento y la supremacía de las primeras como algo natural y conveniente, inhibiendo así su potencialidad revolucionaria. Por ejemplo, en nombre de la "nación" o de la "patria", las clases dominantes generan en el pueblo el sentimiento de identidad con aquellas. Se conforma así un "bloque hegemónico" que amalgama a todas las clases sociales en torno a un proyecto burgués.
La supremacía de un grupo social se manifiesta en dos modos, como dominio y como dirección intelectual y moral. Un grupo social es dominante de los grupos adversarios que tiende a liquidar o a someter hasta con la fuerza armada y es dirigente de grupos afines y aliados. Un grupo social puede y debe ser dirigente desde antes de conquistar el poder gubernamental (ésta es una de las condiciones principales para la conquista del poder); después, cuando ejercita el poder se vuelve dominante pero debe continuar siendo dirigente.
Las Clases subalternas
La hegemonía es, por lo tanto, el ejercicio de las funciones de dirección intelectual y moral unida a aquella del dominio del poder político. El problema está en comprender como puede el proletariado volverse clase dirigente y ejercitar el poder político y así convertirse en clase hegemónica.
Las clases subalternas, proletariado urbano, rural y pequeña burguesía, no están unificadas, su unificación ocurre solo cuando “se convierten en Estado”, cuando llegan a dirigir al Estado, de otra forma desarrollan una función discontinua y disgregada en la historia de la sociedad civil de los estados singulares. Su tendencia a la unificación “es despedazada continuamente por la iniciativa de los grupos dominantes” de los cuales ellas “sufren siempre la iniciativa, aún cuando se rebelen y se insurreccionen.
La hegemonía es ejercitada unificando un bloque social creando una alianza política de un conglomerado de clases sociales diferentes, que por sí misma no es homogénea, mediante una política, una cultura y una ideología o un sistema de ideologías que impidan que los contrastes de intereses, permanentes hasta cuando sean latentes exploten, probando desde el principio la crisis de la ideología dominante y luego una consiguiente crisis política desde el interior del sistema de poder.
Conciencia de Clase
Opuesta a la de la Iglesia y al idealismo está la posición del marxismo, que “no tiende a mantener los simples en su filosofía primitiva del sentido común, sino conducirlos a una concepción superior de la vida”. Esto afirma la exigencia del contacto entre aquellos hombres que cumplen la función social de intelectuales y aquellos que no, para “construir un bloque intelectual y moral que haga políticamente posible un progreso intelectual de masa y no solo de escasos grupos intelectuales”.
El hombre activo, o sea la clase obrera, “no tiene una clara conciencia teórica de su forma de obrar… su conciencia teórica hasta puede estar en contraste con su forma de obrar”; él obra prácticamente y en el mismo tiempo tiene una conciencia teórica heredada del pasado, acogida de modo acrítico. La real comprensión crítica de sí mismo ocurre “a través de una lucha de hegemonías políticas, de direcciones contrastantes, primero en el campo de la ética, luego de la política para llegar a una elaboración superior de la propia concepción real”.
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