Historia Del Siglo XX - Eric Hobsbawn

HISTORIA DEL SIGLO XX

“… Es de todo punto imposible que una persona conozca la historiografía del presente siglo. Ni siquiera la escrita en un solo idioma, como el historiador de la antigüedad clásica o del imperio bizantino conoce lo que se escribió durante esos largos periodos o lo que se ha escrito después de los mismo…” Eric Hobsbawn, en el prefacio, nos hace entender con este pequeño fragmento como el historiador no puede ser del todo capaz de conocer su propio siglo aun estando presente en sus raíces, aunque en mi punto de vista lo veo más como una pequeña disculpa al usar tan grande título “Historia del siglo XX” y no poder ser tan claro para expresarlo con puntos de vistas tan profesionales y profundizados en el tema, sino escritos tal vez en como decía el propio autor “Conocimiento acumulado, recuerdos y opiniones de quien ha vivido en muchos países durante el siglo XX” llamándose a sí mismo un observador participante, pero lo veo aún más heroico al tratar de hacer el intento, pues quienes ofrecen más información son aquellos que pueden o quieren hablar libremente, y dedicándoles el libro completo a sus estudiantes de la New School los cuales vieron crecer paso a paso todas sus ideas, sus ideas tan originales de representar el siglo XX de una forma distinta a la que los demás historiadores han tratado de plasmar.

El libro comienza con una pequeña reflexión sobre lo que significó el siglo XX para doce personas, entre ellos científicos, filósofos, escritores e historiadores, llamándome la atención que entre ellos la mayoría vio el pasado siglo como solo un periodo de tristezas para contar, creo que si fue un periodo muy violento y de mucho sufrimiento para la humanidad, pero no puede ser todo lo que recordemos de él, pues también tuvieron que existir entre ellas historias tristes con sus finales felices tales como la “promoción de la mujer tras varios siglos de represión” el cual fue un camino muy arduo y de revolución para todas las mujeres de aquella época, dejándole el fruto de todos sus ideales a nuestra época contemporánea. Pero la reflexión que más me dio a entender el punto de vista del autor Eric fue la doceava

–“…Los historiadores no pueden responder a esta cuestión. Para mí, el siglo XX es solo el intento constantemente renovado de comprenderlo…” Nos hace ver que día a día, estos hombres dedicados a recordar la historia que muchos o la mayoría de nosotros olvidamos, solo puede traducirse a comprenderla y verla desde un punto de vista nuevo paulatinamente, siendo triste saber que en el presente siglo muchos ignoran (o saben al mínimo) que antes de la segunda guerra mundial, por la misma palabra, tuvo que haber una primera guerra mundial, aunque esta sea “de los más básicos hechos de la centuria”. El propósito como historiador de Eric Hobsbawn es comprender y explicar porque los acontecimientos ocurrieron de esa forma, pero viéndolo desde un segundo plano para él o cualquier persona de su edad, un observador participante del siglo XX o la mayoría de este, tiene que ser algo como una “dimensión autobiográfica” porque al hablar del siglo XX están hablando de su siglo, de su vida e historia, viéndose representados en la época de la cual están tratando de comprender y como dice el mismo “actores” que aunque no tuvieron el papel más importante en la escena, estuvieron allí para representar el papel en la obra, siendo su pasado indestructible. Un ejemplo de lo que este autor tan interesante nos trata de decir con todo esto, es el día 30 de enero de 1933, no es un día cualquiera en el que Adolf Hitler accedía al cargo de canciller de Alemania, al contrario, era una tarde de invierno en Berlín donde un joven de 15 años (refiriéndose a sí mismo) junto con su pequeña hermana caminaban juntos a casa, y en alguna parte del trayecto, leyó el titular de la noticia que cambiaría la historia de todo un país, mundo y siglo, -“…Todavía lo veo como un sueño…” decía el autor, pues su pasado es parte de su presente permanente. Después de hablarnos un rato en el libro sobre las consecuencias negativas que afrontan países después de vivir en un siglo de guerras, hace referencia a una frase de origen francés - “… Tout comprendre c'est tout pardonner...” (Comprenderlo todo es perdonarlo todo) Frase con la cual el autor nunca ha estado de acuerdo, y me llama la atención también la forma que nos hace ver este error, pues comprendiendo toda la historia nazi y todos los problemas políticos y económicos de la época no nos hace tener que perdonar el genocidio con sus holocaustos y sus judíos perdidos en la ira de un dictador.

En el libro, las épocas están estructuradas casi en tres partes, partiendo desde el estallido de la gran devastadora primera guerra mundial hasta el fin de su segunda parte, para después empezar con la “edad de oro” tan fugaz que se vivió por unos 25 o 30 años, de crecimiento económico y transformación social, transformando para siempre toda la humanidad más profundamente que cualquier otro periodo, por último se conocería la última parte del siglo, creada por una nueva era de descomposición y crisis para zonas como África, la ex Unión soviética y los antiguos países socialistas de Europa, siendo otra época de catástrofes. Después de esta breve explicación del contenido, se pasa al análisis de cada uno de los periodos antes mencionados, donde el autor nos da a ver pequeñas consecuencias como la gran depresión de a mediados de 1930, golpeando fuertemente hasta las economías con los cimientos más fuertes como el capitalismo, que después de a duras penas estar sobreviviendo del triple reto de la depresión, el fascismo y la guerra ahora se veía con el gran reto de la nueva URSS, emergiendo de la segunda guerra mundial como una superpotencia. La historia es algo impredecible totalmente, ni los más sabios podrían predecir que vendría después, pero lo único que podríamos pensar es que las cosas tuvieron que pasar del modo que pasaron, sin todos esas grandes y pequeños puntos en la línea de la historia, el siglo XX no hubiera construido el siguiente siglo de la forma en la que la conocemos, a pesar de toda la sangre derramada y la matanza a nivel global por culpa de las dos grandes guerras , no se hubiera hundido la sociedad burguesa durante las catástrofes y esta no hubiera desatado la revolución de octubre dejando a un lado la existencia de la URSS, esto junto con el hecho que el socialismo para eso época como alternativa viable de la economía, nunca se hubiera tomado en cuenta; El fascismo convertiría a la URSS en el instrumento para derrotar a Hitler y en consecuencia de esta misma, convirtiéndose en una de las dos superpotencias cuyos enfrentamientos “dominaron y llenaron de terror la segunda mitad del siglo XX”, la URSS se vio

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