Historia de las relaciones iberoamericanas.

Introducción:

Durante aproximadamente tres siglos, América Latina, a excepción de Cuba y Puerto Rico, estuvieron bajo el dominio español; sin embargo, un punto de fuerte connotación geopolítica se venía dando en el continente europeo, la Revolución Francesa de 1789, proceso de gran importancia ya que España o la Metrópoli se vio envuelta en una gran crisis de la monarquía y una fuerte guerra, que terminó con la invasión de Napoleón a España.

Otro gran proceso fue la Revolución de la Independencia de Estados Unidos en 1776, hito que marcó el comienzo de las independencias de América Latina, ya que fue el primer ejemplo práctico de ruptura de relaciones con la Metrópoli.

A partir de este ejemplo y pesar de que el objetivo común de todos era acabar con los numerosos impuestos, restricciones comerciales, la opresión de la Metrópoli y alcanzar la libertar, se dieron varios procesos complejos de independencia en donde se unieron varios intereses y actores.

Desarrollo:

El inicio de los procesos de emancipación estuvo liderado por Méjico, que se basó principalmente en una revolución social de los indios contras los ricos propietarios.

En el año 1816, durante el Congreso de San Miguel de Tucumán, se consolidaba la independencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata, para el año 1817 el General San Martín cruzaba los Andes pasando a Chile, obteniendo junto a Bernardo O’Higgins la decisiva victoria de Maipú sobre Osorio en abril de 1818, lo que significó la independencia chilena.

En mayo de 1816, Bolívar desembarcaba en la isla Margarita iniciando la tercera revolución en el territorio de Venezuela, la independencia de Venezuela se ve marcada por una sociedad con grandes diferencias étnicas y sociales. La figura principal de esta independencia es Simón Bolívar, quien trató de crear la Gran Colombia, un gran proyecto de integración conformado por Colombia, Venezuela y Ecuador, a la que quiso adherir a Perú y Bolivia; sin embargo, las diferencias que se presentaron en cada territorio fueron desmantelando de a poco esta gran unión, la primera en separarse del proyecto sería Venezuela, seguida de Ecuador.

En Venezuela se consolidó la independencia en junio de 1821 con la batalla de Carabobo, mientras que el lugarteniente de Bolívar, Antonio José de Sucre, conseguía en Pichincha la independencia del Ecuador.

La conquista del Perú, baluarte de la potencia española, la inicia San Martín en 1820, con su ejército de los Andes. A mediados de 1821 entra en Lima y se proclama la independencia peruana.

Dentro de este proceso independentista, tiene una especial relevancia, la emancipación de Cuba y Puerto Rico, las cuales se encontraban situadas en el Caribe y fueron conservadas por España ya que se encontraban fuera del circuito ideológico de las independencias continentales del primer tercio de siglo.

Las islas fueron de gran interés para las grandes potencias, Estados Unidos tenía intereses sobre ellas, Gran Bretaña las consideraba un punto clave para fortalecer el comercio entre ellos y América y Francia las aspiraba a fin de formular una política de prestigio; sin embargo, a partir de mediados de siglo, la presencia de la Metrópoli en la isla comenzó a ser cuestionada ya que existía la inconformidad por las cargas fiscales y la falta de eficiencia en la administración, esta situación fue aprovechada por la potencia llamada Estados Unidos, quienes lograron que la población cuestionara su lealtad ante la lejana España.

El 15 de febrero de 1898 estalla el buque de guerra Maine, en el Puerto de La Habana. La prensa sensacionalista americana acusó inmediatamente a España de la catástrofe, dando inicio a la guerra hispano - estadounidense, con la que España perdería los últimos restos de su imperio colonial, en el Caribe (Cuba y Puerto Rico) y en Pacífico (Filipinas).

Con todos los antecedentes nombrados anteriormente y a pesar de que los procesos independentistas de cada nación guardan especiales características, se pueden establecer varios aspectos generales, entre los que tenemos:

• La organización social que fue creada por los españoles estaba caracterizada por una marcada desigualdad social

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