Historia clínica relación con pacientes.

Confianza y  buen ejercicio de la práctica médica.

El ejercicio de la medicina y áreas profesionales relacionadas con el sector de la salud, están basados en la relación médico-paciente de la cual nacen los derechos y deberes mutuos. El profesional además de prestar una excelente y adecuada asistencia al paciente debe respetar sus derechos y cumplir sus deberes como profesional.

La historia clínica es uno de los elementos más importantes en dicha relación, entendemos por historia clínica a “El registro obligatorio de las condiciones de salud del paciente. Es un documento privado sometido a reserva que únicamente puede ser conocido por terceros previa autorización del paciente o en los casos previstos por la Ley”. La historia clínica tiene como finalidad primordial recoger datos del estado de salud del paciente con el objeto de facilitar la asistencia sanitaria. El motivo que conduce al médico a iniciar la elaboración de la historia clínica y a continuarla a lo largo del tiempo, es el requerimiento de una prestación de servicios sanitarios por parte del paciente.

El profesional de la salud debe ser una persona capacitada e integra, ya que este debe tener la habilidad de generar confianza a los pacientes y que mejor forma que siendo un profesional correcto, de lo contrario en numerosas ocasiones el paciente mentira o negara determinados datos a la hora de recolectar la información. Dándose lo último se planteara un diagnóstico erróneo por parte del profesional y puede llegar a empeorar la condición de su paciente.

La atención del profesional debe comenzarse de forma verbal, primero brindándole una información adecuada sobre lo que puede pasar y lo que se debe hacer. Así el paciente tendrá la opción de decidir ya habiendo un consentimiento informado.

Es necesario aclarar que existen diferentes factores relacionados directamente con el médico, que pueden generar un entorno negativo frente al paciente. Como lo son el cansancio, problemas personales, presión de sus superiores, entre otros. Pero aun en estas condiciones el profesional nunca debe reflejar estas situaciones, por el contrario debe actuar al nivel más alto posible. Se debe acomodar en cualquier momento a las características de su paciente y ser altamente respetuoso, usar el lenguaje adecuado y ser una persona sumamente confidencial.

Lo dicho por el paciente solo puede ser usado para generar un bienestar físico, social y psicológico en el enfermo; posteriormente debe ser registrado en su historia clínica como símbolo de información dándose el caso de que el paciente vuelva a sufrir algunos padecimientos, y se le pueda dar una solución rápida y oportuna.

En conclusión las implicaciones de este documento son de todo tipo, especialmente médico-legal, en un momento en que el ejercicio médico se ha tornado complicado, presionado y, en muchos aspectos, verdaderamente angustiosas. La elaboración de una buena historia clínica es indispensable para los médicos de cualquier nivel jerárquico.

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