La Reconstruccion

Introducción

La Perestroika , los que la recuerdan saben que fue una reforma de un sistema político que comenzaba a entrar en decadencia, un intento fallido de conservar una potencia como tal, no más, nadie lo ve como lo que fue: parte aguas para nuevos sistemas políticos, donde de cualquier forma y al final se cumpliera su cometido: La reestructuración. Y no solamente de la extinta URSS, sus alcances trastocaron al continente Europeo y en gran medida al oriental.

Debemos entender que detrás de todos los “fracasos” que han sucedido mundialmente en las estructuras políticas y sociales, vienen las simientes de nuevas oportunidades de desarrollo o eso es lo que se pretende que suceda. Este es el tema del presente ensayo. Como de cada fracaso han surgido cambios substanciales en el orden mundial.

Y como es que algunos hombres visionarios, en este caso Mijaíl Gorbachov, como en su momento lo fueran Martin Lutero o Karl Marx y más recientemente Tony Blair, fueron repudiados no solo por sus iguales, en el caso particular de Gorbachov y Blair, también por los ciudadanos, demeritando todos sus ideales de convertir el sistema de gestión centralizado en un sistema menos centralizado y adaptado al mercado moderno, donde se permitía una cierta autonomía local, y desarrollar un programa especial para modernizar la industria de ingeniería y los modelos de gestión económicos, que habían sido descuidados. A la par, se pretendía luchar contra la corrupción, el alcoholismo y el absentismo laboral; propugnando la liberalización económica, permitiendo a las empresas tomar decisiones sin consultar a las autoridades y fomentando la empresa privada y las sociedades conjuntas con un número limitado de compañías extranjeras, impulsando así la inversión. Se llevó a cabo también una cierta democratización de la vida política.

Este fracaso trajo consigo no solo la separación de los países que dependían en un cien por ciento de la URSS, la unificación de las Alemania con la caída del muro de Berlín como estandarte de una nueva era donde moría el socialismo para dar la bienvenida al nuevo orden: El liberalismo y la globalización.

Desarrollo

John Locke como sabemos, es considerado padre del liberalismo moderno por sostener que “todo gobierno surge de un pacto o contrato revocable entre individuos, con el propósito de proteger la vida, la libertad y la propiedad de las personas, teniendo los signatarios el derecho a retirar su confianza al gobernante y rebelarse cuando éste no cumple con su función”. Para el primer ministro británico Anthony Blair , la política que implemento se caracterizó por la sustitución de los principios socialdemócratas por principios de clara orientación liberal. Entre ellos, el que llamó más la atención fue su abandono de las políticas redistributivas, enfatizando en su lugar, la necesidad de facilitar la concentración de las riquezas a fin de crear y acumular capital que, indirectamente, se filtrara al resto de la población. A dicha política le dio el nombre de La Tercera Vía, aunque en ella no aporta mucho, el nombre da de que hablar a nivel mundial, tal es el caso de la Sra. Hillary Clinton, quien ha tenido su propia visualización, ella comento: “La tercera vía es el campo unificado de la teoría de la vida: une al conservantismo y al liberalismo, al capitalismo y al estatismo, a todo lo que somos y lo que éramos, a los pecados del hombre y a la palabra de Dios, al fin del comunismo y el comienzo de un nuevo milenio”.

Tony Blair desestimo las políticas de expansión de gasto público como medida de estímulo económico, argumentando su imposibilidad en una economía globalizada y sobre dicha globalización Giddens nos dice:

“Al menos tal como la concebiré en lo sucesivo, no es sólo, ni principalmente, interdependencia económica, sino la transformación del tiempo y del espacio en nuestras vidas”... de ahí en adelante, la globalización es fundamentalmente interdependencia, sobre todo interdependencia cibernética. “Un mundo de comunicación electrónica instantánea, en el que están implicados todos los que viven en las regiones más pobres...”

Y en realidad no tiene nada de novedoso el término de globalización, es una “compleja serie de procesos” como la llama Giddens, salvo el hecho de que presentaba una posible solución socialista, se podría decir que de cierta forma es también una versión de la tercera vía,

Pero ¿cómo fue que llegamos al liberalismo y a la globalización si dos de las grandes potencias mundiales todavía en la década de los 80´s eran socialistas?

A la caída de los satélites europeos en 1989 y la reunificación alemana comprobaron el colapso de la URSS como potencia internacional. Aunque esta hecatombe alentó el secesionismo , la desintegración de la Unión Soviética no fue por fuerzas nacionalistas, fue obra de la disgregación de la autoridad central, que forzó a cada región del país a mirar por sí misma, y a salvar lo que pudiera de las ruinas de una economía que se deslizaba hacia el caos. Esto repercutió sobre todas las naciones que dependían económicamente de la URSS; pues a su fin debieron comenzar a echar a andar una economía autónoma ya. En términos económicos, el sistema debía ser aniquilado a través de la privatización total y la introducción de un mercado libre al 100%. Sin embargo, todos fracasaron al problema de cómo una economía de planificación centralizada podía transformarse en una dinamizada por el mercado. La crisis para el final no fue económica sino política. Con la política de Yeltsin , quien proclamó un programa político de cambio radical, basado en la construcción de una economía de mercado y en la autonomía de las Repúblicas con respecto al poder central de la Unión. La insinuación de Yeltsin de que las fronteras entre las repúblicas deberían renegociarse aceleró el proceso de separación total, esto puso fin a la esperanza de mantener siquiera una apariencia de

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