La gestión pedagógica
Enviado por merlicar • 5 de Mayo de 2013 • Ensayo • 1.761 Palabras (8 Páginas) • 455 Visitas
Introducción
Si partimos de la idea de que en el proceso de mejora de la calidad en el servicio educativo deben involucrarse docentes, directivos, estudiantes y la comunidad en general, se debe considerar la re-significación de las acciones de cambio trascendentes que pueden concretarse por la mediación del directivo o gestor en su ámbito de trabajo.
Esto supone la visualización e implementación de estrategias participativas que vinculan el trabajo de equipos de gestión con la búsqueda de soluciones a necesidades institucionales detectadas en el diagnóstico prospectivo escolar.
Una visión en este sentido la constituye la gestión pedagógica, que incorpora tanto el análisis y transformación de aspectos sociopolíticos y estructurales, como la cultura colectiva de la escuela y su accionar cotidiano, y, en este último, se incluye lo administrativo, lo pedagógico y lo singular de los sujetos que en ella intervienen.
El conocimiento de referentes teórico-metodológicos acerca del proceso administrativo es, entonces, necesario para la toma de decisiones relativas a los factores humanos, pedagógicos, curriculares y financieros que inciden y a la vez forman parte de la organización y funcionamiento de todo sistema educativo.
¿Qué entendemos por gestión?
Para iniciar el trabajo de análisis en torno a la dimensión administrativa de la gestión, retomo la representación que de ésta hace Antúnez (1993), quien la concibe como un conjunto de acciones de movilización de recursos orientadas a la consecución de objetivos.
Tal movilización de recursos (personas, tiempo, dinero, materiales, etc.), implica la planificación de acciones, la distribución de tareas y responsabilidades, dirigir, coordinar y evaluar procesos y dar a conocer los resultados y, a la vez, incluye actuaciones relativas al currículo, a la toma de decisiones en los órganos de gobierno, a la resolución de conflictos y que, evidentemente, son aspectos que no pueden quedar bajo la responsabilidad exclusiva del personal administrativo de un centro escolar.
Se infiere, entonces, que cualquier acción de gestión debe orientarse al por qué y para qué de la actuación, lo que determina su origen en una necesidad específica, y, una vez justificada, su articulación operativa, que exige la determinación de personas idóneas para la tarea y la caracterización de ámbitos y modalidades de actuación.
Para el efecto, los ámbitos son entendidos como áreas de intervención en donde se pueden agrupar tareas de naturaleza homogénea y comprenden lo curricular, lo administrativo, el gobierno institucional, servicios y recursos humanos.
Las funciones genéricas de planificación, desarrollo, ejecución y control delimitan la intervención del proceso de gestión, el cual puede dirigirse a identificar necesidades, determinar objetivos, fijar tiempos, asignar tareas y responsabilidades, así como a estimar recursos necesarios y actuaciones de evaluación y seguimiento.1
De estas consideraciones, Schmelkes (1996) desprende la noción de que la gestión escolar no se reduce a la función del director, sino que intenta poner dicha función en relación con el trabajo colegiado del personal y hacerla partícipe de las relaciones que se establecen entre los diferentes actores de la comunidad educativa.
La dimensión administrativa de la gestión
El conocimiento de las funciones genéricas que delimitan la intervención de la gestión en la planificación, desarrollo, ejecución y control y sus relaciones en el trabajo escolar exigen el acercamiento a nociones básicas del proceso administrativo.
Desde una perspectiva tradicional, Griffiths (1959) entiende la administración como un "... proceso que comprende la dirección y control de las actividades de los miembros de una organización formal, como puede ser una escuela, universidad o asociación de cualquier tipo que tiene objetivos propios y distribución de funciones entre sus miembros".2
Sin embargo, en la administración escolar actual es necesario considerar los elementos que configuran la dinámica de los centros escolares, que van desde la relación del centro con el entorno, la distribución de tareas y la organización para la enseñanza, hasta el manejo del personal y las demandas administrativas propias del plantel.
Los centros escolares, considerados como organizaciones, constituyen sistemas abiertos que, por su tendencia al equilibrio –señala Álvarez (1982)– normalmente se resisten al cambio; pero que, por las necesidades de adaptación al medio, requieren también del cambio, que, administrativamente y en función de una gestión que incide en la planeación, puede ser introducido.3
Para autores como Jiménez (1982) el proceso administrativo comprende el establecimiento de "... sistemas racionales de esfuerzo cooperativo, a través de los cuales se pueden alcanzar propósitos comunes que individualmente no es posible lograr".4
Lo anterior implica que administrar significa: conformación de co-operaciones orientadas a fines institucionales.
El proceso de dirección y su gestión afectan los aspectos más críticos de la tarea administrativa, en tanto que inciden en la integración de esfuerzos individuales hacia planes y objetivos comunes y a que se mantengan dentro de los límites fijados por la organización.
En consecuencia, su función y principales actividades administrativas –de mando o autoridad, de motivación, comunicación y supervisión– se orientarán a clarificar los "... medios a través de los cuales la dirección despierta en otros una acción encaminada a materializar los objetivos institucionales". (Rodríguez Valencia, 1993).
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