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La vida en México.


Enviado por   •  31 de Mayo de 2016  •  Ensayo  •  1.566 Palabras (7 Páginas)  •  250 Visitas

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La vida en México

Madame Calderón de la Barca

Fanny Erskine o Madame Calderón de la Barca como refiere el libro, mujer de origen escoces aunque gran parte de su vida permaneció en Boston donde contrajo matrimonio con Ángel Calderón de la Barca y del cual Madame Calderón tuvo la oportunidad de mostrarnos desde su perspectiva el México de aquel entonces (1839-1842) ya que su esposo tenía ciertos compromisos que atender en aquel país siendo el primer ministro plenipotenciario de España.

Después de haber llegado a México, la autora no pudo evitar exponer las aventuras que le pudieran ocurrir en tan magnífico país, además de que consideraba importante mantener la comunicación con su familia a distancia a través de cartas con destino a la Habana, de donde comenzó su travesía y por supuesto donde se encontraba su familia.  

A lo largo de sus 54 cartas detalladamente descritas permite imaginar y recrear ese periodo histórico en el que aborda diversos temas que van desde la forma de gobierno, las festividades algunas de carácter religioso, las costumbres y tradiciones de distintos pueblos y ciudades, y actividades cotidianas propias de los residentes de cada lugar donde parece ser que lo que más le llamó la atención fue desde las estancias en los conventos como la gastronomía.

No descartaba la posibilidad de plasmar y compartir en sus escritos cada acontecimiento que en ocasiones lo consideraba como propio o impropio, incluso cuando se encontraba en momentos poco oportunos.

Por un lado expone los levantamientos donde se vieron involucrados algunos personajes históricos como Bustamante y Santa Anna, motines que en carne propia experimentó a tal grado que después de la gran cantidad de cañonazos tuvieron que desalojarse su esposo y ella a un lugar más seguro.

Después de que visitó un sinfín de haciendas y conventos, cabe mencionar que la distinción de las haciendas se daban por las diversas actividades que los terratenientes realizaban como por ejemplo el resguardo de los granos de trigo y cebada, la extracción del jugo de caña, la plantación del café, la preparación de aguardiente y pulque, por mencionar algunas; además de que contaban con tierras fértiles y productivas; si bien era básico el conocimiento de medicina simple debido a que la atención médica era difícil de conseguir. Sin embargo, por lo mismo que la escritora asiente, gran parte de su estadía en México consistió en reconocer distintos conventos, pues en el caso del convento de La Encarnación disfrutaba de las flores de los jardines (claveles, jazmines, rosas, etc.), las fuentes, la limpieza, el orden, la amabilidad hasta el punto de sentirse acogida en ocasiones por las madres y otras por los frailes; este afán por las visitas a los conventos denotaban la gran devoción hacia la religión católica además de que pareciera que admiraba la historia religiosa dado que llegó a tener más de una oportunidad de presenciar eventos importantes de la profesión católica como fue el caso de la conversión de una novicia, entre otros.

En cambio para Madame Calderón era de gran gozo el conocer, exponer y recordar las antiguas tradiciones en México, algunas redactadas por textos que comenta en el libro y otras por anécdotas que ella misma escuchaba, por lo que me es interesante recalcar algunas:

  • Al recibir una caja de la pasa de Málaga, un fraile opto por sembrar una que otra semilla seca, pero sin saberlo después de haber germinado resultaron vides de las que se obtenían uvas y el mejor vino de California. Relato de un fraile de las misiones de San Fernando.

  • Los aztecas al fundar el gran templo de México (Teocali) formaron jardines y campos flotantes al encontrarse en el seno del agua, donde hacían un tejido de varas y raíces de plantas para después colocar ramas y tierra húmeda del fondo del lago (fango) con el fin de cultivar maíz, chile, etc.

  • Debido al gran conocimiento de la botánica, los médicos mexicanos recurrían a las hierbas de los campos como remedios para cada tipo de padecimiento. Los baños de temazcalli para las fiebres, catarros, reumatismo y picaduras de animales venenosos; remedio que el mismo Cortés experimentó.

No obstante, Erskine admiraba la vestimenta de los pueblerinos desde los trajes de campesina poblana hasta el análisis de los sarapes mexicanos señalados como prácticos y elegantes pues los relaciona con las capas españolas, en cuanto a los rebozos, refiere a que pueden encubrir la mayoría de las veces el mal aspecto que las personas pudieran tener.

Por otra parte, Calderón de la Barca, reitera múltiples productos de la gastronomía mexicana a través de comparaciones que en ocasiones parecen singulares por ejemplo la chirimoya como una especie de flan o el pulque como bebida del Olimpo por citar algunas.

La información que comparte acerca de la tortilla es muy completa e interesante ya que explica de una forma tan detallada la similitud que presenta con los scones (propios de su país), a su vez las nombra como pasteles de maíz mezclados con cal encontrándolas muy deliciosas al servirse calientes y recién hechas aunque le parecían un poco insípidas. En el texto comenta acerca de la combinación de las tortillas con las plantas medicinales que antiguamente los nobles aportaban para que éstas fueran más saludables; igualmente le llamaba la atención el sabor que se lograba con el chile pero en cierto modo la aberración que podía provocar el exceso de su consumo. Incluso presumía la gran cantidad de alimentos que se podían comer en compañía de la tortilla, tal es el caso de los huevos de mosquito, en forma de gorditas, su utilidad como tenedor o cuchillo, acompañadas con queso conocidas como burros o pecadoras, entre otras preparaciones.

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