Las Culturas Y La Comunicación

Las culturas y la comunicación:

Bagdad Café, es una película en la que sus personajes principales: Brenda y Jasmine representan dos mundo culturales contradictorios y diversos entre sí. En un sentido etnográfico, Jazmín provenía de Alemania, con un alto grado de instrucción, con costumbres y hábitos “refinados”, en oposición a Brenda. Estos dos personajes llegan a complementarse en una magnífica amistad. Ambas mujeres eran cultas en la medida que participaron de distintos aspectos de una creación colectiva, específicamente humana, con un comportamiento propio y una conducta aprendida de acuerdo a la sociedad perteneciente. Al llegar Jazmine al Bagdad Café atraviesa un desafío, al integrarse a un nuevo medio ambiente, con la intención de buscar nuevas soluciones para su vida. En esta etapa prevalece la cultura como un dispositivo de adaptación. En la segunda parte de la película, las personas que rodeaban originalmente a Brenda, incluida ella, realizan descubrimientos e invenciones, de los cuales Jazmine es la “mentora”, pues “toman prestada” parte de su cultura. En este sentido, ambas culturas se ven afectadas por factores endógenos y exógenos, llegando a

formarse una sociedad, compartiendo diferencialmente sus culturas. Es notable la diferencia entre sus valores y creencias, justamente por provenir de sociedades diferentes. Los valores por parte del círculo cercano a Brenda eran muy escasos; un claro ejemplo se ve en el proceder de su hija, quien no respetaba su autoridad, actitud que fue cambiando con la presencia de Jazmine, valiéndose ésta de la ayuda de normas más precisamente con costumbres, haciendo hincapié en los aspectos fundamentales de la vida cotidiana. La cultura material de Jazmine, estaba conformada por diversos artefactos, utensilios y objetos diversos propios del nivel sociocultural del que provenía; entre ellos la ropa del ex marido, quien tenía una vestimenta llamada “mono”, la cual remitía al uso en una danza bávara tradicional. La cultura material de Brenda era menos sofisticada, estaba orientada más a una necesidad de supervivencia que a la conservación de tradiciones. La posibilidad de obtener recursos para la subsistencia, en mayor o menor grado de esfuerzo y de eficiencia, dependía de los instrumentos y habilidades de trabajo. Habiendo pertenecido Jazmine a una sociedad industrializada y Brenda a una de escasa tecnología, ésta posibilidad se

inclinaba claramente a favor de Jazmine. El medio por el cual se desarrolla la comunicación entre estos dos mundos culturales es el lenguaje, elemento fundamental de una cultura, teniendo como función básica la comunicación entre los individuos. Este mecanismo junto al lenguaje corporal fue el más importante para la reproducción de las respectivas culturas mencionadas.

Los referentes educativos:

Cada uno de los habitantes y visitantes eventuales del parador Bagdad Café toman como referente a Jazmine, que es la única persona culta que con el nivel del micropoder impone algunos valores importantes de convivencia, como por ejemplo el de la higiene y el orden; además ella, a través del lenguaje, permite la comunicación entre las diferentes culturas, implementando la enseñanza de la tolerancia, el respeto y la no discriminación, para así poder no solo conformar una relación positiva hacia los demás, sino también la producción, la distribución y la apropiación de los saberes ricos en conocimiento, porque lo que caracteriza a la especie humana se basa en su aprendizaje social. Jasmine, por medio de la educación, procura asegurar las condiciones de supervivencia y bienestar de los miembros del lugar, mejorando las condiciones de vida gracias a las normas y valores

impuestos.

Los procesos culturales que se observan:

La película Bagdad Café, se sitúa en un lugar geográfico especial en cuanto a las dificultades que presenta, tanto de acceso como también por sus condiciones de vida: el desierto californiano, el desierto de Mohave.

Antes de la aparición de Jasmine, se observa una diversidad en las culturas y grupos étnicos que conforman el Bagdad Café (los que allí trabajan y sus clientes habituales). En este caso, sin embargo, esta misma diversidad es generadora de la tolerancia como valor

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