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Las reformas bornonicas y el Virreynato del Río de la Plata


Enviado por   •  8 de Mayo de 2017  •  Apuntes  •  5.461 Palabras (22 Páginas)  •  327 Visitas

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Historia Argentina

Profesor, Roberto Álvaro Nuñez

Las reformas  bornonicas y el Virreynato del Río de la Plata.

En el siglo XVIII (1700), la monarquía hispana conocida como los Borbones, quienes empezaron a gobernar a él impero a principio del siglo, introdujeron modificaciones en las colonias para acrecentar su capacidad de control, asegurar su defensa y fomentar un crecimiento económico que permitiera aumentar la recaudación fiscal. Su implementacionntuvo efectos muy diferentes en cada región, pero estas reformas llevaron a que donde se aplicaran se aumente la tencion entre autoridades y los grupos sociales, pero tambien las relaciones internas de estos grupos. Estas reformas llevaron a la mayor reorganización del emperio colonial delde el siglo XVI.

Sin embargo no se trataba de un fenómeno aislado exclusivista de España, ya que los demás imperios tambien introdujeron reformas como resultado de la intensa competencia entre las principales potencias europeas. A pesar de lo nombrado anteriormente las reformas no fueron pensadas y elaboradas previamente, sino que fueron definiéndose a través de las iniciativas, las cuales tuvieron ritmos desiguales al momento de la elaboración como de la ejecución.

El periodo mas álgido de reformas coincidió con el reinado de Carlos III (1763-1788). Este impulso reformista decae durante el reinado de Calor IV (1789-1808), debido a que la implicación de España en el ciclo de la guerra que emana de la Revolucion Francesa fue mostrando la poca capacidad imperialista de España, ya que esta poseía, según los historiadores, un feudalismo tardio.  En consecuencia, el reformismo español termino desembocando en la desintregracion del imperio.

Para mediados del siglo XVIII, los dominios coloniales debian funcionar efectivamente como colonias, necesitaban modificar la forma de gobierno que estas poseían, buscando una mayor concentración de poner político.  Un Factor en primer lugar que no afectava, hasta que en 1761 España ingresa al campo de batalla en la Guerra de los Siete Años desarrollado entre 1756 y 1763. Esta Guerra desatada por la cosmovisión de la época, es decir la ambición de territorio, para el incremento del poder imperialista. Esto demostró la necesidad de apurar las reformas planteadas, ya que potencias imperiales como los británicos ya habían logrado apoderarse de territorios como La Habana y Manilla.  Lo que conlleva a que la primera intendencia española en América fuera instala en Cuba en 1764, como punto estratégico para pensar en un sistema de defensa total.

Para la designación de los principales funcionarios, fueron elegidos de manera selectiva los oficiales de máxima graduación de los Reales Ejércitos y la Real Armada, es decir el nucleo burocrático mas solido del imperio. Esta Estrategia derivo en un notable gasto militar, ya que se tendió a desplegar un sistema de fuertes y fortines fronterizos que lindaban con otras potencias (al norte de la Banda Oriental- Portugal) o con parcialidades indígenas que no habían sido sometidas a las barbaries (Frontera sur desde Chile hasta Buenos Aires). A su vez también la estrategia se oriento a la transferencia de recursos desde México hacia Cuba, Puerto Rico, Florida y Filipinas. Y desde Bogotá hacia Cartagena de Indias y desde Potosí hacia Buenos Aires y Montevideo.

Si bien las reformas fueron aplicadas en primer lugar en Cuba, el gran laboratorio fue el Virreinato de la Nueva España, el principal dominio colonial español desde el siglo XVIII. Mientras Tanto, El Río de la Plata cobraba una importancia Inusitada para la política imperial, por ello la Corona envió una expedición militar al mando de Pedro de Cevallos en 1776 que transformo su  objetivo principal en el objetivo de la organización de un nuevo Virreinato.

La expulsión de los jesuitas y el regalismo borbónico

La política reformista afecto los intereses ecleciasticos por la centralización de poder, como asi tambien entraba en conflicto con conpementes claves del proferismo jesuita. Esto se expreso también a través de un creciente regalismo. Llegando a su ponto culminante con el momento en que se ordena la expulcion de la Compañia de Jesus, los juesuitas, de todos los territorios imperiales en 1776. No solo se busco expulsarlos del territorio, si no tambien de erradicar su profetisismo, tres cuestiones resultaban fundamentales. En primer lugar, se trababa de buscar una obediencia completa del Clero al Rey; en segundo lugar, resultaba preciso desterrar la teoría que justificaba el tiranismo. Y en tercer lugar, debía afirmarse un nuevo concepto del derecho que tenia la voluntad real frente a las costumbres locales.

Hasta entonces, la Compañía había sido una firme aliada a la monarquía y su prédica había servidio para construir la ideología y el simbolismo de una monarquía que se veía a sí misma como católica. Por su parte en el mundo Río Platense, las relaciones entre jesuitas, elites y autoridades habían tenido una importancia fundamental, habían sido decisivos para asegurar la frontala, y tambien para someter a los vecinos díscolos de Asuncion, por ello cabe destacar que contaban con un peso notable en la corte.  Sin embargo la guerra guaranitica (1753-1775) acrecentó que se debía prevenir contra la Compañía de Jesus. Aunque la instigación jusuita nunca fue fehacientemente probada, y a pesar de que las evidencias surgieren que los misioneros intentaron contener el levantamiento, su expansión masiva por el territorio era prueba del fracaso del experimento jesuita, ya que la Compañía dentro del territorio se mostraba como un estado autónomo. Así, el primer paso fue prohibir esta práctica en 1760. El siguiente fue la decisión tomada el 2 de abril de 1767, cuando una pragmática sanción dispuso la expulsión de la Compañía de todos los dominios españoles. Los miembros de la orden apresados y embarcados hacia España. Esta expulsión, encontró resistencia aunque no fueron articuladas ni tampoco generalizadas. Sin embargo en estas resistencias convergían varios conflictos, como los casos de Jujuy y Salta. En Jujuy cuando el gobernador hizo efectiva la orden de expulsión de los jesuitas, los vecinos salieron a repudiarlo, esta multitud lo apresó y lo expulsó de la sociedad; una situación similar se produjo en Salta.  Dichos episodios evidencian, como antes mencionábamos, las estrechas relaciones que la Compañía había enlazado con las elites locales a través de la educación y su inserción en la economía local. Franciscanos, dominicos, mercedarios y voraces administradores se hicieron cargo de las preciadas misiones llevadas a cabo por los jesuitas.

 A su vez también, a mediados del siglo XVIII entraban en abierta contradicción con las pretensiones regalistas de la Corona, el poder de esta emanaba directamente de Dios, lo que llevaba a que el Rey sea una suerte de vicario, lo que implicaba que no necesitaba subordinarse frente al Papado. Este tipo de concepciones modificaron la visión oficial acerca de los eclesiásticos, quienes empezaron a ser concebidos como un instrumento de la autoridad real, funcionarios del estado en otras palabras.

 Los fundamentos de la nueva legitimidad provenían de las ideas del ilustración, que era una revolución del pensamiento, tanto político como económico y cultural, que muestra una nueva concepción de la realizada a través de la razón. Pero el nuevo fundamente de esta monarquía no tomaba todas las ideas del iluminismo, si no que una versión selectiva y católica, dando una nueva forma de gobierno, viendo que el Rey no es el dueño del Estado sino que pasa a ser un director del estado para el pueblo, con obligaciones, lo que lleva a un gatopardismo del absolutismo. Esta nueva forma de gobierno se la denomino “Depotismo Ilustrado”.

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