Los Jesuitas Y La Leterarura
Enviado por Abrahamin96 • 30 de Marzo de 2014 • 1.831 Palabras (8 Páginas) • 215 Visitas
Literatura Barroca Novohispana
Muchos escritores españoles quisieron venir a las nuevas tierras: el mismo Cervantes solicitó en vano diversos puestos en los reinos de ultramar, el altísimo místico San Juan de la Cruz estaba ya preparando su salida cuando la muerte le cerró el camino, y otros literatos, como Juan de la Cueva, Tirso de Molina y el ingenioso Eugenio de Salazar pasaron algunos años en las nuevas tierras.
A veces algún artista sumaba su presencia permanente a la influencia que sus obras ejercían en la cultura barroca del Nuevo Mundo, sin embargo la expresión literaria novohispana tiene insuperables exponentes en Carlos de Sigüenza y Góngora, Sor Juana Inés de la Cruz, Bernardo de Balbuena, Juan Ruiz de Alarcón, Francisco Bramón, Miguel de Guevara.
El rasgo quizá más acusado del barroco literario es, quizá, el contraste. Este claroscuro, que en las obras se manifiesta como paradoja, contradicción y utilización de tesis y antítesis, es casi un síntoma inequívoco de la utilización barroca de la lengua. El escritor no pretende la originalidad, concepto que ni en el Renacimiento ni el Barroco importan como hoy, sino por el contrario, buscaban imitar los modos o los gestos, era muchas veces lo que otorgaba al escritor su buena factura y reputación. Esto garantizaba la erudición y el prestigio del que escribía una obra. En general, el cronista manifiesta sus fuentes y destaca a los autores que influyen en él. Suelen establecer la analogía, para insertar lo propio dentro de un contexto universal.
La lírica, era el género más popular de la época, y entre ella, el soneto tiene un lugar especial. También se cultivaron otros géneros, por supuesto: la crónica y el teatro, la disertación y las letras sagradas y otras obras de arte menor. Los poetas barrocos, con sus argucias, utilizan lo paradójico, lo antitético, lo contradictorio, lo exagerado, lo mitológico, el impacto literario, los efectos tremendistas, las descripciones sorpresivas, la exageración. También hacen juegos y caprichos literarios como anagramas, emblemas, laberintos y símbolos. Los temas pueden variar pero en general hablan de los contrastes entre sentimiento y razón, sabiduría e ignorancia, cielo e infierno, pasión y calma, temporalidad, lo divino en todas sus formas, lo mitológico, lo histórico, lo erudito, lo moral, lo filosófico.
Arte Barroca Novohispana
Pintura
La pintura adquirió un papel prioritario dentro de las manifestaciones artísticas, y llegó a ser la expresión más característica del peso de la religión en los países católicos y del gusto burgués en los países protestantes.
La mejor y más importante pintura durante el período que comienza alrededor del año 1600 y continúa a lo largo de todo el siglo XVII, y a principios del siglo XVIII se identifica hoy como pintura barroca. El arte barroco se caracteriza por el realismo, los colores ricos e intensos, y fuertes luces y sombras.
Cristóbal de Villalpando
Cristóbal de Villalpando, sus primeros trabajos localizados se remontan al año de 1675 en el retablo mayor del convento franciscano de San Martín de Tours de Huaquechula donde se encuentran 17 pinturas suyas; sin embargo no debe tomarse esa fecha como el inicio de su trayectoria artística.
Realizó el óleo conocido como Glorificación de la Virgen, en la bóveda de la Capilla de los reyes, ubicada en el testero del templo metropolitano. También es digno de mención la cantidad de obra suya que se encuentra en el templo de la Profesa en la ciudad de México. Fue reconocido por el gremio de pintores como un elemento importante, y en un par de ocasiones encabezó la agrupación. Es considerado uno de los últimos autores de la pintura barroca novohispana, posterior a su muerte y a lo largo de todo el siglo XVII, toda la plástica novohispana tomaría un camino distinto.
Juan Correa
Juan Correa, pintor novohispano, estuvo activo entre 1676 y 1716. Su pintura abarca temas religiosos tanto como profanos. Se considera que una de sus mejores obras es la Asunción de la Virgen de la Catedral de la Ciudad de México; varias de sus obras de tema Guadalupano, llegaron a España; también pintó temas Guadalupanos en Roma.
Simón Pereyns
En 1566 fue a Nueva España, alcanzando con su pintura gran fama en México. Se le atribuyen numerosas obras, en su mayor parte perdidas; entre las conservadas destacan, entre otras, las diez tablas del retablo de Huejotzingo, en las que se percibe la influencia de Durero. También es obra suya el San Cristóbal.
Pereyns había heredado los conceptos de sus antepasados, concretamente de su padre, quien era luterano. No es casual que una actitud así frente a la institución eclesiástica novohispana se expresara en boca de un flamenco.
Fue encarcelado, y mientras estaba en prisión, pinto un cuadro llamado “La Virgen del Perdón”, para que le perdonaran la condena. Salió libre y dono el cuadro al Arzobispo de México, de quienes sus sucesores mandarían ponerlo en el Retablo o Altar del Perdón, en la Catedral Metropolitana.
Cristóbal de Villalpando
Sin lugar a dudas, Villalpando fue uno de los pintores de la ciudad de México más destacado durante los últimos años del siglo XVII, prueba de ello es el ciclo de pinturas triunfalistas que le fueron encargadas por el cabildo de la Catedral de México, para decorar los muros de la sacristía de dicho templo. Los lienzos que ejecutó para esa ocasión fueron: El triunfo de la Iglesia católica, El triunfo de san Pedro, El triunfo de san Miguel y La aparición de san Miguel en el Monte Gárgano.
Arquitectura
España tuvo su nuevo estilo del barroco, el cual edifico retablos con columnas Estípites o salomónicas, este estilo se usó para
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