Otras divinidades menores Guarani

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GENIOS TUTELARES

Los mitos son propios de pueblos superiores, sólo pueden nacer, en pueblos que han realizado ya progresos considerables no los hay en las razas salvajes.

Habrá que estudiarlos, en consecuencias, desde que punto de vista, teniendo en cuenta que no se trata de simples ficciones o consejas para entender y deleitar la fantasía.

Max Müller ha demostrado como la lengua ha ejercido una notable influencia en la creación de mitos y deidades, pasando de un pueblo a otros personajes reales, los cuales se convierten en mitos físicos.

Si esto es lo cierto debió presentarse con frecuencia en el mundo guaraní, abundante en ejemplos de naciones conquistadas, dominadas o sometidas a servidumbre, y a las cuales los guaranís imponían, directa o indirectamente, una parte de sus creencias. Por este modo, mitos morales, como Kaaihpora o Evaé-yára, y los mitos que podrían conceptuarse teológicos como Tupã y Añá, al pasar a pueblo de cultura más atrasada, se volvían mitos personales, asumiendo las leyendas y cuentos del vulgo, el carácter de personales reales. El concepto se materializó concretándose en seres de carne y hueso al alcance de las mentalidades de escasa evolución.

La creencia en los Genios Tutelares denominado Yaríhi cuya misión es la protección de ciertas y determinadas plantas, animales u otros productos naturales que desempeñan algún papel importante en la vida de los hombres.

Varias religiones del mundo antiguo admitían los Genios Tutelares con una misión distinta: protección de las personas, lugares, pueblos, ríos, selvas etc. Las Yaríhi se asemejan a los Genios Tutelares de los etruscos en que éstos protegían ciertas cosas u objetos.

Las Yaríhi tienen carácter femenino y no sería posible equipararlas con las almas o espíritus, que según los guaraníes, atribuyeron a cada animal o vegetal, pues aquellos no está dentro de los individualidades sino fuera.

Cabría considerarlas como un alma colectiva de la especie, concepción parecida a la moderna del “alma de la raza”. Esta comparación sería objetable que dicha alma pertenece a la colectividad, mientras que la Yarihi domina a la especie protegida.

Faltan filósofos guaraníes que nos hayan legado una explicación profunda y cabal.

Las funciones son las mismas, aún cuando el objeto protegido sea diverso. El alma de la raza, la Yaríhi se conmueve al ver que los componentes de la especie que protege son ofendidos y se yergue amenazadora contra el que pretenda injuriar al pequeño mundo confiado a su celosa tutela.

Y si la Yaríhi está dotada de poder sobrenatural para castigar, porque su naturaleza de agente de la divina justicia así lo requiere, gran riesgo para la justicia de un pueblo, poner en manos del espíritu colectivo, de ahí que ninguna agrupación humana tiene Yaríhi.

Los genios protectores reciben el nombre de Ára o Yára, no se ha logrado establecer una distinción entre el significado de este vocablo y el Yaríhi. Cuando se dice Kaá-yaríhi y Ihriára o Ñuára alude a entidades espirituales. La terminación ára corresponde a una terminación mayor.

La terminología orienta sobre el origen y el concepto más antiguo. La versión Yaríhi = abuela, es errónea la forma amazonense es Yára o mejor Iára, así se pronuncia en el Brasil y es lo correcto. De esta manera tenemos una traducción más exacta: i + ára = su + ser personal.

Por tanto en origen fue la personificación, idea común en las creencias primitivas y en las civilizaciones más antiguas, en este concepto se eleva y espiritualiza, haciéndose en consecuencia místico, indefinido y un tanto oscuro. Recibe el sufijo ihi que expresa esta nueva forma y se le suma la calidad de “Genio Protector”.

En el concepto de los griegos, Genio Protector se confundía con el ser personal, esta autoprotección tiene su fuerza en la potencia de vivir, la cual se basa en la “razón de ser”. Este Genio, para el vulgo era personal y no podría dejar de serlo para el vulgo indio. Sabios griegos y Payé están persuadidos de que no se trata de una persona, sino de la colectividad misma.

Es la espiritualización de los seres que no pueden ser completamente materiales ni estar aislados. Consecuencia del principio del Tao o sea una razón de ser de cada cosa en la naturaleza como parte necesaria del conjunto.

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