Plan De Estabilizacion '78 Y La Crisis -Uruguay
Enviado por jime.aguiar • 14 de Octubre de 2013 • 4.150 Palabras (17 Páginas) • 462 Visitas
Plan de estabilización del 78, crisis del 82 y el fin de “la Tablita”.
El presente trabajo intenta explicar la evolución económica desde 1978 haciendo hincapié en el Plan de Estabilización de dicho año –“La Tablita”-, siguiendo con la crisis bancaria de 1982 y la ruptura del plan mencionado anteriormente. Para ello hemos analizado con especial detalle la evolución de todos los factores internacionales y regionales que eventualmente hayan tenido alguna influencia en la evolución previamente mencionada.
La economía uruguaya es una economía que no se encuentra estancada ni es inmóvil. Con el correr de los años ha demostrado ser una economía fluctuante con ciclos altos y bajos. Encontramos períodos de rápido crecimiento donde no se han podido mantener estables los ritmos del mismo y que por lo general han terminado en profundas crisis que conducen al fracaso de instituciones, empresas, y personas generando desesperanza sobre el futuro. Dado el elevado nivel de integración que mantiene Uruguay con los países vecinos es que la inestabilidad regional ha sido la principal fuente de variabilidad de la economía uruguaya en las últimas décadas. La economía uruguaya no puede escapar a los efectos secundarios que producen los éxitos y fracasos de sus vecinos, Brasil y Argentina y tampoco puede salir ilesa de coyunturas mundiales tales como crisis. Entre tantas crisis encontramos la crisis bancaria del 82 que será estudiada posteriormente en la monografía.
Una variable interna que afecta fuertemente el desempeño económico uruguayo es la inflación. La inflación es el aumento progresivo, constante generalizado de los precios teniendo como base el aumento anterior. En teoría afecta negativamente porque, es un sistema de desajuste económico del país que genera desequilibrio e inestabilidad.
Las tasas de interés internacionales son otra de las variables externas que potencialmente afectan el desempeño económico del Uruguay. Uruguay mantiene una economía altamente dolarizada, las decisiones de inversión son realizadas en dólares y por lo tanto, las tasas aplicadas influyen sobre el producto, modifican la magnitud y la dirección de los flujos de capitales y de las transferencias al exterior, incidiendo altamente en las decisiones de inversión y de consumo a nivel doméstico.
También es importante tener en cuenta el gasto del gobierno. Teniendo en cuenta la importancia del sector público dentro de la economía uruguaya, esta variable influye no solo en el PBI como un componente de la demanda agregada, sino que también influye en el comportamiento de los agentes privados –la formación del capital fijo del sector público y del sector privado están relacionadas positivamente-.
Plan de estabilización del 78 – “La Tablita”.
En primer lugar situaremos el contexto económico en el cual se encontraba el Uruguay en ese momento.
La década del 70 implicó una serie de cambios políticos, económicos y sociales en el Uruguay que para muchos, marcó un punto de inflexión en la historia del país. En tanto a lo político, en marzo de 1972, Juan Mª Bordaberry asume la presidencia del Uruguay como presidente constitucional que, sin apoyo político capituló ante la rebelión militar en febrero de 1973, teniendo como consecuencia la disolución del Parlamento el 27 de junio del mismo año. El Parlamento fue sustituido por un Consejo de Estado donde el país queda en manos de los militares imponiendo así un régimen autoritario total. Entre 1975 y 1976 los uruguayos vieron como la presidencia del país se traspasaba de mano en mano. Esto era la secuencia de un proceso que había comenzado mal y terminaría peor, con las fuerzas armadas en el poder. En tanto a lo económico, el gobierno de Bordaberry se caracterizó por una política liberalizadora. La apertura moderna fue profundizada en 1974, cuando se abolieron los controles cambiarios y se abandonó el régimen dirigista que protagonizó en la política económica de la primera mitad del siglo XX. Se inició la apertura del comercio exterior conjuntamente con una reducción de aranceles, se aprobaron leyes de promoción industrial y de fomento de inversiones extranjeras y se liberaron los precios de los alquileres y una simplificación del sistema tributario. Entre 1974 y 1980 el PBI creció un promedio anual del 4,5% pese a los impactos negativos que se recibían del exterior a causa de la recesión mundial causada por los shocks petroleros.
El 17 de octubre de 1973 se da la primera crisis del petróleo. Tras crear la OPEP y tomar decisiones drásticas, los precios internacionales del crudo se cuadriplicaron. Este aumento en los precios provocó un fuerte efecto inflacionista y una reducción de la actividad económica de los países afectados. Asimismo se generó también un gran excedente líquido para los países arábigos exportadores de petróleo, razón por la cual vuelcan toda la riqueza generada al sistema financiero internacional. Los mismos depositan sus excedentes en bancos internacionales que, al encontrarse con excesiva liquidez, forzosamente bajan sus tasas de interés. El exceso de liquidez hace que los bancos internacionales en países ya desarrollados ofrezcan préstamos a los países emergentes a tasas bajas pero variables. Estos préstamos en dólares recibieron el nombre de petrodólares. Así es que, tanto Uruguay como otros países reciben grandes préstamos aumentando mucho su deuda externa. Luego de estos grandes shocks externos, se hace un replanteamiento de la economía.
La creciente liberalización de la economía y las reformas en materia comercial, el incentivo a las exportaciones no tradicionales acompañadas de una simplificación del sistema tributario fueron la respuesta ante la recesión mundial causada por los shocks del petróleo y lo que permitió recomponer la situación externa del Uruguay, superar la crisis de pagos externos para darle así mayores expectativas de crecimiento al país. Hacia 1976, el Banco central ya generaba reservas internacionales en base a una importante entrada de capitales. La economía venía creciendo hacía cuatro años luego de dos décadas de estancamiento, sin embargo recibía los shocks externos de planes de estabilización regionales y del exceso de capitales en los mercados internacionales. El plan de estabilización de 1968 había dejado los salarios indexados a la inflación pasada y la estructura impositiva estaba basada en el consumo.
Había una gran cuestión a la que las autoridades no le encontraban solución y era la dificultosa salida a las elevadas tasas de inflación que persistían a lo largo del tiempo. La permanencia de la misma era un factor distorsionante y requería ser atendido de forma urgente, tomando nota de los sucesivos fracasos que se venían verificando de
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