Procesos Políticos Que Marcaron El Siglo Xx
Enviado por HNLZL69 • 18 de Mayo de 2014 • 3.022 Palabras (13 Páginas) • 438 Visitas
Procesos políticos que marcaron el siglo XX. Temas políticos del siglo XX:
El nuevo mapa político del mundo:
• El efecto de las guerras mundiales y de la caída del bloque socialista sobre la cartografía política del mundo actual.
Europa y Oriente Medio en 1918
Después de la guerra el mundo ha cambiado radicalmente. Desaparecen cuatro imperios: Rusia, Alemania, Austria-Hungría y el otomano. Aparecen muchos pequeños países: como los países bálticos, los Balcanes o Yugoslavia, crecen muchos países nacionalistas como Hungría, Polonia y Checoslovaquia.
La paz no se firma en un tratado único, sino que se negocia una serie de ellos que tienen lugar en torno a París, y que se alargan mucho en el tiempo, algunos entran en vigor en 1920.
Las ideologías triunfantes en la guerra son el liberalismo democrático y el nacionalismo separatista, que obtiene unas bases territoriales en sus países, y se afianza ideológicamente. La guerra supone el fin de la diplomacia secreta, y se crea la Sociedad de Naciones para regular las relaciones internacionales.
Las pérdidas humanas en la guerra son impresionantes, unos nueve millones de personas: unas cifras que angustian a muchos intelectuales y artistas, que toman partido por las actitudes pacifistas.
Las pérdidas económicas directas son también enormes. El Estado asume las cargas que suponen los numerosos excombatientes. Pero mayores son las cargas económicas que tienen los vencidos, que han de pagar los gastos de la guerra. Por último, los estados Unidos se revelan como una gran potencia mundial imperialista.
El mundo de la posguerra
Al terminar la guerra se tiene una sensación de euforia, de equilibrio y triunfo perpetuo. Las economías de los países que han estado en guerra se reconstruyen rápidamente.
Sin embargo, no todos los conflictos internacionales quedaron resueltos. Turquía pretende reconstruir su imperio. Alemania se siente agraviada por las numerosas pérdidas territoriales. Los conflictos entre Italia y Yugoslavia son graves. Irlanda se independiza después de una guerra, entre 1919 y 1923.
La revolución soviética se convierte en una guerra civil con implicaciones de otros países. La gran burguesía tiene miedo y apoya a los grupos antiobreros violentos, que terminan formando el fascismo. En muchos de los países se instalan dictaduras militares y fascistas, durante los años veinte.
Mapa de Europa en 1945
El bombardeo atómico de Hiroshima y Nagasaki, el 6 y el 9 de agosto de 1945, con un saldo de, aproximadamente, 250 mil víctimas por cada ciudad, les otorgó a los Estados Unidos una superioridad militar evidente e indiscutida.
En noviembre, Molotov, ministro de Relaciones Exteriores de Stalin, en un discurso emitido por radio a todo el inundo, declaró que si los Estados Unidos mantenían el secreto de la bomba atómica (y pretendía ser, de este modo, la única potencia atómica) surgiría un desequilibrio de poder a favor de una nación, y ese desequilibrio impediría la cooperación universal que los norteamericanos decían querer. La paz, propuso Molotov, solo sería posible si se rompía el secreto.
El 15 de ese mes, Harry Truman, nuevo presidente de los Estados Unidos y sucesor de Franklin Roosevelt, y Clemnent Attlee, primer ministro británico (que había reemplazado a Winston Churchill, respondieron negativamente la solicitud de Molotov. Esta decisión puso en marcha una rivalidad nuclear entre los Estados Unidos y la Unión Soviética, que se acentuó a partir de 1949, con el descubrimiento por parte de esta última de la bomba atómica, hecho que estremeció al mundo durante décadas.
Desde mucho antes existían evidencias de un distanciamiento claro. En marzo de 1946, de visita en los Estados Unidos, Winston Churchill había anunciado en la Universidad de Fulton (Míssouri): que desde Stettin, en el Báltico, hasta Trieste, en el Adriático, un telón de hierro ha caído sobre el continente.
Harry S. Truman.
El año de las definiciones fue 1947. En marzo, el presidente norteamericano anunció ante el Congreso estadounidense la doctrina Truman, que consistía en apoyar a los pueblos libres que se resistían al sometimiento ejercido por minorías armadas.
En ese mismo año, el ideólogo soviético, Andrei Jdanov, respondió a la doctrina Truman. Aceptando que el mundo estaba dividido en dos bloques, acusó a los Estados Unidos y a sus aliados de planear una nueva guerra imperialista para destruir el socialismo.
Surgió así un sistema internacional bipolar, en el cual una parte del mundo quedó bajo la dirección de los Estados Unidos y la otra, de la Unión Soviética. Con distintos grados de intensidad esta división se mantuvo, prácticamente, hasta la caída del muro de Berlín, en 1989, y la disolución de la Unión Soviética en 1991.
Sin embargo, esta hegemonía estadounidense soviética no debe entenderse, únicamente, como producto del resultado de la Segunda Guerra Mundial o de una falta de acuerdo entre las naciones vencedoras.
La aparición gradual de Rusia (más tarde convertida en Unión Soviética) y de los Estados Unidos, como potencias mundiales, y la decreciente importancia de los estados europeos comenzaron a ser evidentes a finales del siglo XIX y a comienzos del XX.
Simultáneamente, Europa, que había perdido su primacía política, militar y económica en el mundo, procuró superar su debilidad mediante la unidad. Para ello, buscó construir un mercado único, con el fin de posibilitar una mayor producción, mejorar su nivel competitivo y crear empleo.
Estos objetivos comenzaron a cobrar forma con la creación de la Comunidad Económica del Carbón y del Acero (CECA), en 1951. Alemania, Francia, Bélgica, Luxemburgo y los Países Bajos se unieron, por primera vez en la historia de Europa, en una comunidad internacional con el objetivo de crear un mercado único para el carbón y para el acero gracias a la eliminación de discriminaciones en materia de precios y de transportes, facilitando el intercambio entre los países fundadores en los sectores mencionados.
Otro escenario cambiante luego de 1945 fue Asia, donde las transformaciones se anunciaban como inevitables. Allí era inminente el fin de los imperios coloniales inglés y francés. Los Estados Unidos y la Unión Soviética compitieron para extender sus zonas de influencia en los nuevos estados que surgían.
En Latinoamérica, los acuerdos de posguerra no tardaron en aparecer. En 1948, el Pacto de Bogotá (Colombia) creó la Organización de Estados Americanos (OEA).
El mundo de posguerra se caracterizó por la aparición de innumerables organizaciones internacionales, de mayor o menor alcance regional y variados
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