Pueblos Originarios - HUARPES
Enviado por Ailenvi • 20 de Julio de 2017 • Documentos de Investigación • 3.898 Palabras (16 Páginas) • 872 Visitas
Escuela Normal Superior
“Olegario Victor Andrade”
Profesorado de Educación Primaria
Pueblos Originarios
Huarpes
Cátedra: Ciencias Sociales y su Didáctica I
Profesor: Marcos Henchoz
Alumnas: Nuñez, Gisel – Villaverde, Ailén
Curso: 1° “C”
Desarrollo
Hacia el siglo XV se los encontraba en varias zonas de las futuras provincias argentinas de San Luis, Mendoza y San Juan e incluso en el norte de la provincia de Neuquén. Habitaban desde el río Jáchal (al norte) hasta el río Diamante (al sur), y entre la cordillera de los Andes y el valle de Conlara en San Luis.
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El imperio incaico con el Inca Pachacutec a la cabeza logró su máxima expansión en el siglo XV. En su conquista sometieron a los Huarpes, quienes adoptaron muchas de sus costumbres, tales como la vestimenta y los cultivos de maíz y quínoa. Cuando llegaron los españoles en 1551, se encontraban en proceso de desarrollo, recibían influencia andina, lo que explica su sedentarismo.
La región que ocupaba es sumamente interesante ya que por un lado es el límite meridional de la expansión de los pueblos agricultores en tiempo prehispánico y por el otro representa un hábitat transicional con las culturas de Pampa y Patagonia. Es muy probable además que a esta región haya llegado influencia de los araucanos desde el actual territorio chile. Vivían en los valles cercanos a los ríos, en grupos pequeños, dirigidos por un cacique, que era el propietario de la tierra. El paisaje era diferente a los que hoy predominan en las provincias. En ese entonces abundaban los bosques de algarrobos y en algunas zonas había lagunas. Se instalaban en aldeas de 30 habitantes, que se trasladaban de un lugar a otro según la estación del año.
Se dividían en cuatro grandes grupos, correspondiendo cada uno a su situación geográfica y también a diferencias en el lenguaje:
- Norte de San Juan: Huarpes Allentiac.
- Norte de Mendoza: Huarpes Milcayac.
- Sur de Mendoza: Huarpes chiquillanes, también llamados «huarpes algarroberos».
- Noreste de Mendoza y San Luis, y sureste de San Juan los Warpes Puntanos: Huarpes guanacaches o huanacaches, también llamados «huarpes laguneros».
La fisonomía de los Huarpes era diferente de las otras poblaciones indígenas americanas. Eran altos, velludos, de hombros anchos, delgados, de piel oscura. El promedio de altura de la mujer era de 1.60 metros y del hombre 1.70. Usaban el cabello largo adornado con plumas y se pintaban el rostro en ocasiones de ceremonias con líquidos vegetales.
Organización Social
La organización social de los Huarpes parece haber estado formados por ligazón familiar alrededor de la figura de un cacique. La tierra que cada grupo habitaba y explotaba era propiedad del cacique, podían vender, donar e incluso alquilar las tierras, lo que implica la propiedad o titularidad de las mismas, sea hereditaria.
Además, el cacique tenía el derecho al uso del sistema de irrigación, más estrictamente de las acequias, para regar el predio que disponían para el cultivo, así como los vegetales que en él se encontraban y que posibilitaban la recolección de frutos, especialmente referido a los bosques de algarrobos o "algarrobales".
El poderío económico de los caciques, unido a que el matrimonio se realizaba con la compra de la mujer, producía que los casos de poligamia siempre los tuviera como protagonistas. La patria potestad se ejerció en forma absoluta y sin límites, sobre todo con las hijas mujeres, las cuales eran una fuente de recursos vendiéndolas por cueros de animales, animales, etc.
Los caciques podían tener a su lado una especie de lugarteniente o auxiliar conocido como "principal" que al parecer reemplazaba la presencia y autoridad del jefe en algunas ocasiones mediante un contrato pago.
La herencia se realizaba por vía masculina de padres a hijos y al parecer recaía en el primogénito o hijo mayor vivo; la misma era negada a los hijos considerados ilegítimos (habidos fuera del matrimonio aun después de viudo el cacique), a los hijos putativos y a las hijas mujeres.
Cuando el cacique moría sin descendencia legítima, la herencia pasaba al hermano del cacique que seguía en edad, y en caso de que a la muerte del cacique su sucesor fuera menor de edad, otra persona tomaba a cargo la administración del cacicazgo hasta la mayoría de edad del heredero, prefiriéndose en este caso al tío paterno.
Los lazos de parentesco que eran considerados como tales por los Huarpes eran los establecidos por consanguinidad (hermana, hermano mayor, hermano menor, hija, hijo, madre, nieta, padre, sobrino y tío tanto paterno como materno) agregando a los suegros como parientes por afinidad y a los hijos adoptivos como casos excepcionales de parentesco.
Cuando moría el esposo, el hermano de éste debía tomar como mujer a la viuda y por lo tanto hacerse cargo también de su familia, esta costumbre es conocida como "levirato". Esto parece ser la causa de que los sobrinos fueran considerados como hijos virtuales ante la posibilidad del casamiento entre cuñados, por lo que la palabra para designar tanto al hijo como al sobrino en idioma Huarpes es la misma.
Religión
Su religión era politeísta, adoraban a una divinidad superior llamada Humuc Huar suponían que moraba en la cordillera y le ofrecían maíz, chicha y plumas de avestruz. Además veneraban el sol, la luna, el lucero del Alba, el viento, los cerros, los ríos. Estos últimos representaban espíritus, a los que se les rendía ofrendas para recibir protección y salud.
El hechicero, también era llamado “machi” y se encargaba de curar a los enfermos a través de procedimientos considerados mágicos. Además, utilizaban distintas hierbas, que mezclaba para uso medicinal.
La creencia de la inmortalidad del alma hacía que los Huarpes enterraran a sus muertos en forma horizontal, con la cabeza dirigida hacia la cordillera, a fin de que el espíritu pudiera elevarse hacia Hunuc Huar. Enterraban junto al cadáver todo lo que en la vida fueran sus objetos personales como: Arcos, flechas, aderezos, maíz, chicha, que debían servir a alma en su viaje al más allá. Ellos consideraban que la otra vida estaba en la cordillera junto a Humuc Huar.
El rito funeral respondía a un acto social, se llevaba a cabo con danzas al compás de un tambor (uno de los pocos instrumentos Huarpes), ingerían hasta la embriaguez una bebida alcohólica que fabricaban con la chaucha del algarrobo a la que llamaban "aloja". La creencia era, que el muerto emprendía un viaje al más allá, donde habitaría las montañas en compañía de Hunuc Huar.
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