REFLEXION ESCUELA LANCASTERIANA

La escuela lancasteriana fue introducida en México por el doctor Manuel Codorniu y Ferreras el 22 de Febrero de 1822 con el propósito de llevar una educación básica a bajo costo a la población de escasos recurso, como hijos de artesanos, de la servidumbre, obreros, etc., además, de que en un corto periodo se podría cumplir con el curso, siendo este de dieciocho meses, cubriendo también la falta de maestros y escuelas en ese momento.

El sistema lancasteriano constaba de un solo maestro que podía atender de doscientos a mil alumnos, auxiliados por aquellos que demostraban estar más avanzados o con mayor facilidad en la adquisición de los conocimientos, denominados monitores, y que se dividían en tres tipos, los generales, que se hacían cargo de las asistencias o de averiguar el por qué los alumnos faltaban a sus clases, además de cuidar los útiles de enseñanza; los particulares, que se hacían cargo de las lecciones de escritura, lectura, aritmética y doctrina, y finalmente los del orden, que eran aquellos encargados de la disciplina y de decirle al maestro de aquellos alumnos que por sus méritos o desempeño, merecían castigo o una recompensa.

En este sistema el maestro no era el responsable directo de impartir la clase, más bien, éste se la impartía a sus monitores, en un periodo de media a una hora antes de iniciar el turno y, estos transmitían el conocimiento a sus compañeros ordenados por clases, de principiantes a avanzados desde el frente hasta el fondo del salón, auxiliados a su vez por diez a veinte alumnos para esta función.

Los alumnos principiantes eran acomodados al frente del maestro en bancos que contaban con unas cajas de arena para realizar las actividades de carácter memorístico y silábico, los intermedios tenían pequeñas pizarras, además de las ubicadas en los muros, y finalmente los avanzados contaban con plumas de aves para la práctica de la escritura cursiva.

Este tipo de escuela, que es el antepasado de la escuela moderna, también tuvo mucho que ver en la formación de docentes, ya que, en sus inicios al no existir escuelas para formar maestros, la escuela lancasteriana, los generaba a partir de los alumnos existentes que fungían como monitores, y, que cumpliesen con los requisitos de tener dieciséis años cumplidos como mínimo, hacer un examen de conocimientos para ingresar a la clase de maestros, realizar el curso de tres meses, practicando en las escuelas y recibiendo instrucción por la noches, entre diecinueve y veinte horas, y finalmente presentar nuevamente un examen que les otorgaba, al acreditar el curso, un diploma en enseñanza mutua.

El ideal de la escuela lancasteriana era que el niño debía de ser constantemente activo y con un fin para realizar lo que se le asignaba y por ello no podría aburrirse, ya que siempre estaría ocupado aprendiendo algo de sus compañeros. Este método fue declarado

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