Un espacio para la Educación y la construcción de Ciudadanía

La Ciudad

Un espacio para la Educación y la construcción de Ciudadanía

A lo largo de la historia las ciudades han sido fuentes de desarrollo cultural y de inspiración artística, comprender  nuestro presente alejados de nuestra vida urbana resultaría un intento estéril  por vislumbrar nuestro devenir.

Cuando hablamos de ciudad no necesariamente nos referimos a un espacio geográfico. La ciudad representa un territorio simbólico en permanente construcción donde se agrupan culturas, tradiciones e identidades. La ciudad constituye el escenario en donde se cruzan y convergen miradas, encuentros y desencuentros, diferencias y contradicciones. Cruce de historias personales y colectivas, un espacio atravesado por el orden y el conflicto. Al fin y al cabo, la ciudad es predominantemente nuestro entorno y nuestro referente obligado. Las ciudades también son actores y escenarios del actual florecimiento de culturas urbanas diversas, así es como surgen nuevos actores urbanos y nuevas formas de relación con el territorio; lo urbano representa un potencial creativo para lo plural, para la imaginación democrática y ética.

La ciudad incide fuertemente en los aprendizajes de las personas y de las instituciones, la ciudad contemporánea nos propone nuevos códigos urbanos. En ese contexto es que nos preguntamos, la educación de hoy, es pertinente para la ciudad de hoy?.

La ciudad es presente y memoria de sus espacios y acontecimientos que a su vez, son el escenario para la vida. La ciudad contemporánea es por excelencia dinámica, acoge a ciudadanías diversas y a una multiplicidad cultural, de ahí que podemos asumir a la ciudad contemporánea como un espacio complejo y de esta misma forma es que la educación ciudadana adquiere un papel muy importante: enseñar y aprender a convivir en las diferencias.

“En general ignoramos la ciudad, reducimos nuestro observar y no la percibimos, algunas veces hasta la escondemos, damos la espalda para no ver ciertas cosas que suceden en ella… Requerimos de una pedagogía de la ciudad para que nos enseñe a mirar, a descubrir la ciudad, para poder aprender con ella, de ella, aprender a convivir con ella…”.^[1]

La ciudad como espacio educativo

Existe una estrecha relación entre la ciudad y la formación del individuo, basta con pensar en el ágora de los griegos o en el foro de los romanos, es así como la relación entre la ciudad y el conocimiento es muy antigua, frente a esto podemos preguntarnos si hemos aprovechado los espacios que nos ofrece la ciudad transformándolos en verdaderos espacios educativos.

La ciudad en sí, representa un espacio educativo y en la medida que sus habitantes interactúen unos con otros, se convierten en agentes educativos, de esta forma, la ciudad debe acoger las diversas demandas de una sociedad en profundo desarrollo y persistente cambio.

La facilitación de estos aprendizajes pasa por dar profundidad y organizar el conocimiento informal que nos entrega la ciudad a través de la vida cotidiana, de esta forma estaremos aprendiendo a leer la ciudad. Un aspecto importante de este aprovechamiento de la ciudad corresponde al disfrute de los espacios públicos; un recorrido por la ciudad puede significar una interesante relación de empatía con el entorno urbano.

Si aprendemos a ser partícipes de nuestra ciudad, podremos injerir activamente en la formación de sus habitantes y en la construcción de ciudadanía. Para esto, se requiere dinamizar las posibilidades educativas que cada ciudad nos presenta. Toda ciudad posee una infinidad de recursos de aprendizaje; en la medida que las reconozcamos y valoremos, podremos generar un proyecto educativo cultural urbano. Para esto es inevitable realizar un mapeo local identificando las fortalezas con que la ciudad cuenta y diagnosticar sus necesidades prioritarias incluyendo a toda su población en este ejercicio, respetando por sobre todo su identidad cultural.

La ciudad y la construcción de ciudadanía

La ciudad representa un espacio complejo y multidimensional de convivencia, no obstante, es deber de todos construir una ciudad que se transforme en un verdadero agente activo en la formación de ciudadanos.

El término ciudad y ciudadanía viene de “civitas”, como la denominaban los romanos, era el lugar donde habitaban los ciudadanos que podían participar en los asuntos del Estado. Como vemos, desde su origen el concepto está íntimamente ligado a la participación política; la educación del ciudadano era la educación del hombre para vivir en sociedad, para vivir en la ciudad. Pero la ciudadanía en la actualidad no se refiere solo a los grandes asuntos del Estado sino también a los problemas cotidianos de la ciudad y nuestro entorno, la ciudadanía pasa por la construcción de civilidad, quizás el atributo más significativo de la cultura urbana. 

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