VIADUCTO DE PEREIRA

INTRODUCCIÓN

Pereira, nuestra ciudad, después de muchos años de soñar y también, por qué no, no creer posible la construcción del megaproyecto el Viaducto “César Gaviria Trujillo”, este proyecto que no solo uniría dos municipios, sino que daría paso al desarrollo y progreso de la ciudad.

Para ser  ciudad y modernizarse es necesario el deseo de mejoramiento o del bienestar, que para el caso de Pereira significaba conservar una imagen de cambio, una imagen donde la transformación era sinónimo de construcción.

Con este sentimiento, Pereira inició con su proceso de renovación, con el proyecto del viaducto, pretendiendo brindar adelantos en el desarrollo social, económico y cultural.

El viaducto no sólo representaría una idea de progreso para la ciudad, esto reflejaría como ningún otro símbolo el mejor invento de la ciudad de Pereira. Un invento que traería consigo varias consecuencias sociales.

El viaducto sería también, el símbolo de deseo colectivo del sector comercial, social y cultural pereirano. La memoria juega entonces, un papel referente al sufrimiento, surgida en un estado de peligro y que en este caso particular se relaciona con las muertes de las personas que ha arrojado el sueño del  progreso pereirano; pero también un papel relacionado con lo cultural, que se puede apreciar hoy en día con este proyecto como una parte del cambio y desarrollo.

REFLEXIÓN-PROBLEMATIZACIÓN

El megaproyecto del Viaducto “César Gaviria Trujillo”, fue un sueño de toda una ciudad del cual se comenzó a hablar finalizando la década de los ‘70s, exactamente en 1979. Entre las opciones pensadas para la necesidad de solucionar el trancón en la Popa, puesto que se contabilizaban 21 mil automotores en 24 horas según la versión del Ministerio de Obras públicas y Transporte, se encuentra el puente atirantado, la posibilidad de construir un túnel o ampliar la carretera, resultando el primero mencionado el camino más viable, sustentable para el mejoramiento de la movilidad y la disminución notable del tiempo entre Dosquebradas y Pereira.

Según una edición especial del periódico de La Tarde, del 19 de Noviembre de 1997, por Silvio Girón Gaviria, titulado: “El comentario no breve pero si histórico. El visionario del viaducto.”, quién nos cuenta a manera de crónica, que la idea original del Viaducto se la debemos no al ex mandatario pereirano sino a un lotero habitante del barrio Cuba, de quién no se tiene exactitud de su nombre, si  Luis José Cardona o José Luis Cardona, quien imaginó y soñó el puente de manera persistente. Donde Silvio Girón con su memoria individual, sería el primero en reconocer a este visionario que pensó desde su localidad, como sería la ciudad de Pereira con un puente en los aires, que pudiera conectar ambos municipios de Pereira y Dosquebradas. Pero, en nuestras memorias colectivas hoy en día, solo tenemos presente a ese personaje que el Viaducto lleva como nombre, al expresidente César Gaviria Trujillo quien hizo posible la construcción de este megaproyecto.

Las significaciones e interpretaciones del símbolo que representa el Viaducto para algunos habitantes de la ciudad, pueden significar un “objeto” por el que simplemente se transita desde un Megabus, a pié, en bicicleta, en motocicleta; para unos es un escenario  de “memoria” que recuerda un desplazamiento (habitantes del barrio Bavaria), para otros es un lugar que simboliza “muerte” (por todas las personas que han muerto con este megaproyecto), sin embargo para la gran mayoría, el viaducto es la imagen principal que se exporta para fortalecer el imaginario de una ciudad que va a la mano del progreso y desarrollo.

Pasados unos días de abrirse la puerta grande a Dosquebradas, el 20 de Noviembre de 1997, el obispo Fabio Suescún Mutis manifestó que el Viaducto, en esa época de luchas, aparecía en el panorama de la tierra del café, como símbolo digno de los anhelos de un pueblo que nunca pierde la esperanza, de un tiempo de paz que vendría gracias a la voluntad, esfuerzo de todos y a la ayuda de Dios.

Al igual que el obispo, muchas empresas, agencias, personas y demás, manifestaron su orgullo, expresaron que este sería el paso al desarrollo y progreso pereirano, sería el símbolo de la ciudad, entre otras conmemoraciones.

Muchas personas estaban completamente felices, orgullosos por este nuevo paso, a pesar de llevar en sus memorias las muertes de los obreros que murieron mientras construían el megaproyecto el Viaducto.

Por otro lado, desde siempre, este ha sido epicentro de una masiva cantidad de muertes que se han presentado desde la de los obreros trabajadores, e incluso, muchas de estas personas venían de otras ciudades al viaducto César Gaviria Trujillo no solo a contemplar su majestuosidad sino a acabar con sus vidas de una manera como ya se mencionó antes, sin que nadie lo premeditara antes de su construcción.

...